Iconografía de Jesucristo en la Parroquia del Corazón de Jesús (Pamplona)

Durante 1997 los cristianos, siguiendo las indicaciones del Papa Juan Pablo II, nos preparamos para la entrada en el IIIer. milenio profundizando en la figura de Jesucristo. Una forma de contribuir a esta preparación puede consistir en conocer mejor las imágenes de Jesús que tenemos en nuestra propia parroquia. Unas se han hecho por encargo expreso de nuestro párroco, D. Agustín [García Larragueta], otras procedían de parroquias o capillas antiguas cerradas al culto o con abundancia de imágenes. Es una bonita forma de enlazar con nuestros antepasados en la Fe, evitando a la vez que obras hechas para el culto se conviertan en piezas de museo.

De Jesús Niño contamos con varias esculturas de bulto redondo que, anualmente, en las fechas navideñas, se sacan a la adoración de los fieles. Además, a diario, podemos contemplar a Jesús en los brazos de su Madre en las esculturas situadas en la Capilla del Santísimo y del Altar Mayor.

Virgen con el Niño procedente de Estella

Virgen del Ofrecimiento

La primera es una imagen romanista, de siglo XVI, procedente de la Iglesia de San Pedro de la Rúa, de Estella, de autor desconocido. El Niño, sentado sobre el brazo izquierdo de su Madre, nos bendice con su mano derecha. La talla es de madera polícroma, con cuidado estofado. Desde el Altar Mayor, la Virgen del Ofrecimiento a duras penas sostiene entre sus manos al Niño que se abalanza hacia adelante, en equilibrio inestable propio del barroco. Fue tallada, por encargo expreso para nuestra parroquia, en madera de pino ruso, por José López Furió, en 1984. Es una forma bellísima y original de mostrar al Niño Jesús.

De Jesús Joven, hay una representación hecha en esmalte en la puerta del sagrario. Éste, fue realizado por Pedro J. Villalba, de Madrid, en bronce de estilo neo-románico, con incrustaciones de marfil y de esmalte polícromo en su puerta, y columnas de mármol verde veteado. Mide 47 cm. de altura por 38,5 cm. de anchura. Se halla encastrado en la pared de la Capilla lateral de la Iglesia..

Sagrario de la Capilla Eucarística

Fue donado a la Parroquia del Corazón de Jesús, en 1979, por las Damas Catequistas, quienes, por razones urbanísticas, trasladaron su residencia del barrio de San Juan al de Iturrama cerrando la capilla que tenían abierta al culto público.

La forma del sagrario se adecua a la estructura de una portada de iglesia románica, con dos arquivoltas sobre columnillas de orden corintio de fustes lisos. La arquivolta exterior va decorada con triángulos entrelazados y su borde exterior es liso. La interior se ornamenta con motivos vegetales (medias rosetas) continuos, presentando en su borde un relieve en punta de diamante. La puerta del sagrario presenta una orla exterior adornada con esmaltes consistentes en tallos vegetales entrelazados, con alternancia de dos tonos de azul y color ocre, según la técnica del «cloissonée» y diez capullos de bronce salteados. El fondo de la puerta presenta flores y tallos en abigarrada disposición en torno a un medallón central con la figura del Buen Pastor, que simboliza a Jesús. Esta decoración vegetal es abrazada en la parte inferior por unos lazos lisos, que dejan libre un espacio central del que emana una fuente, ante la que beben dos ciervos realizados en marfil incrustado en el bronce (la cierva a la derecha y el ciervo a la izquierda). El medallón central es de forma elíptica, bordeado por una cenefa de hojas, el cual enmarca una chapa metálica esmaltada donde se representa ante un paisaje de horizonte bajo, destacándose sobre el cielo, al Buen Pastor, configurado como un «moscóforo»: un hombre joven y hermoso que lleva sobre sus hombros un cordero, con el zurrón terciado al pecho y en la mano derecha un haz de espigas y de uvas, con una oveja a sus pies. Todo el conjunto está lleno de símbolos eucarísticos: la «Fuente de Agua Viva» a la que acuden los ciervos (los hombres) es Cristo; las espigas y uvas que porta el Buen Pastor son la misma materia de la Eucaristía y Cristo, «Cordero Eucarístico» que se deja comer por todos es, a la vez, el Pastor de todos los hombres.

De Jesucristo Crucificado la parroquia posee varias imágenes, además de la cruz procesional y del crucifijo que habitualmente preside la Capilla del Santísimo. Son imágenes inspiradas en Cristo durante la agonía, sufriente.

Icono del Corazón de Jesús

Muy distinto es el icono de Jesucristo Resucitado que preside las celebraciones desde el ábside del Altar Mayor. Fue realizado en 1984 por Domingo Iturgáiz, religioso dominico de Villava. Se inspira en un icono elaborado por una religiosa católica egipcia del Monasterio de Nuestra Señora del Calvario, del Monte de los Olivos, en Jerusalén, hacia 1977, en estilo neo-bizantino con algunos cambios intencionados. La túnica roja del modelo se ha transformado en blanca para simbolizar a Cristo triunfante sobre la muerte, y se abre voluntariamente la herida del costado para mostrar el Corazón de Jesús, que da nombre a la Parroquia.

Aparece Cristo crucificado sobre una cruz de extremos potenzados. Es frontal. Está vivo, con su corazón abierto y sangrante, símbolo de su entrega por la salvación de los hombres y se representa vestido. La iconografía de Cristo con túnica es muy antigua, paleocristiana y poco frecuente en Europa. En España los pocos casos que se conocen tienen su inspiración en el Cristo italiano de Lucca, desde donde pasa al románico catalán. Cristo irradia la luz de su cuerpo resucitado en todas las direcciones.

La técnica empleada en su ejecución es la del mosaico, formado por teselas de piedras de diversos colores, rojo, ocre, blanco, doradas en la corona y negras para delimitar contornos. Fueron los paleocristianos quienes desarrollaron la costumbre de aplicar el mosaico -que los pueblos clásicos utilizaban como pavimento- a los lienzos de pared, por respeto, para evitar pisar las imágenes religiosas en ellos representadas.