Guion para su desarrollo:
Introducción. Tipología: Castillos-Palacio; Castillos defensivos; Villas fortificadas; Iglesias fortificadas. Otras obras civiles. Bibliografía.
Introducción
Los castillos y fortificaciones góticas constituyen el mayor porcentaje de la arquitectura civil medieval conservada en Navarra.
Es discutible, sin embargo, añadir a los castillos y fortificaciones navarros, el calificativo de “románico” o “gótico”, por:
- La pervivencia de tipologías romanas, consecuencia del carácter utilitario de estas construcciones. Ejemplos: A) El recinto fortificado de Olite: las torres del cerco antiguo muestran en su base la utilización del almohadillado romano, pervive el mismo sistema defensivo con reedificaciones. B) Torres independientes como la “Torraza” de Valtierra: en su parte inferior también lleva sillares romanos.
- La escasez de elementos ornamentales: elemento seguro para adscribir una construcción a una época concreta.
- La casi total ausencia de bases cronológicas (salvo en las construcciones regias).
Loarre, con todo, sí manifiesta una tipología puramente románica (es el castillo más interesante del románico español), pero está en territorio que hoy pertenece a Huesca y sus torres semicilíndricas no tuvieron continuación en el reino navarro.
No tendremos en cuenta castillos que fueron navarros y hoy pertenecen a otros territorios: San Vicente de la Sonsierra, Laguardia, San Juan de Pie de Puerto, etc.
Vamos a establecer cuatro categorías diferenciadas que nos permitirán analizar mejor los distintos ejemplos:
Tipología
Castillos-palacio
Este es el grupo más espectacular y de mayor contenido estético. Está compuesto por las residencias reales en las capitales de Merindad y en alguna otra localidad importante.
Contenido de la palabra “palacio” (según la documentación):
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- No tiene connotación artística necesariamente.
- Lugar o edificio amplio donde poder reunir gentes en actos públicos (audiencias, reuniones o banquetes); pueden serlo castillos pequeños, incluso casas de ciudades.
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Consideremos en este grupo los edificios en que prima la finalidad residencial sobre la militar, si bien esta no se pierde (así lo manifiestan los potentes muros de Olite o las torres de Sangüesa)

Palacio de los Reyes de Navarra en Pamplona reconvertido en Archivo Real y General de Navarra (Wikipedia)

Sepulcro del Rey de Navarra Carlos III el Noble y de su esposa Leonor de Castilla, obra de Janin Lome de Tournai (Catedral de Pamplona), siglo XV. Detalle
Obras:
Palacio Real de Pamplona
Hoy de Capitanía o de los Virreyes, que tras pertenecer a la Corona también fue residencia episcopal. A pesar de sus transformaciones, aún conserva una amplia sala cubierta con bóvedas de crucería de un gótico inicial, cuyos nervios de sección cuadrangular y ausencia de claves lo sitúan a fines del XII o comienzos del XIII (tiempos de Sancho VI el Sabio o de Sancho VII el Fuerte)
Palacio Real de Olite
La gran obra del gótico navarros. Se inicia a fines del XIV este complejo grandioso sobre un núcleo romano, que atestigua el almohadillado de base de torres y muros. Antes de la restauración apenas quedaban en pie los lienzos que unían las cuatro torres de las esquinas, organizándose el espacio en torno a un patio rectangular (se trata del actual Parador, recinto más antiguo). Quedaba una bóveda del primer gótico (siglo XIII) en la antigua Capilla de San Jorge (torreón SE), con sus gruesos nervios con baquetón y capiteles de decoración sumaria. La distribución de estancias variará en el XV cuando se abran dos grandes ventanales en la “cámara luenga”. Pero el resto de las dependencias se han reconstruido con arreglos a las noticias que da la documentación.
Carlos III el Noble, entre 1388 y 1420, amplía y mejora el palacio:
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- Ampliación del espacio entre el palacio viejo y la iglesia de Santa María: el llamado “palacio de la reina”, prácticamente desaparecido por sus malos materiales.
- Siguiendo el eje de fortificaciones de la villa levanta el núcleo central (la gran torre prismática), a la que añade bloques yuxtapuestos: Torre Nueva, Torre del Retrait, Torre de la Vit, Galería del rey, que dejaban a su alrededor pequeños patios interiores (de la morera y la pajarera).
- Alzó después las torres periféricas: de las Tres Coronas, de los Cuatro Vientos, de la Atalaya, del Portal, del Aljibe, que definieron su característico perfil.
- Concluyó su proyecto con la Galería de la reina, sobre una inmensa cubierta por potentes arcos, y la escalera principal (de la que no quedan huellas).
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MARTÍNEZ DE AGUIRRE: la arquitectura servía como soporte de una riquísima decoración consistente en pinturas murales, paneles de yeso, azulejos, vidrieras, techumbres de complicadas lacerías, suelos de cerámica, incluso caprichos como la sala de cuyo techo colgaban láminas de metal que tintineaban movidas por el viento. Los menores detalles estaban perfectamente ejecutados: tejados de plomo, cañerías por todo el palacio, cerraduras, muebles, relojes, etc. En las obras trabajaron numerosos maestros (más d 400), tanto peninsulares como del resto de Europa, cristianos, moros y judíos, entre los cuales figuran artistas renombrados, como el mazonero Martín Périz de Estella, el carpintero Lope Barbicano de Tudela, el pintor Enrich de Zaragoza y el escultor flamenco Juan Lome. El Palacio supuso un gran desembolso para la hacienda real que invirtió más de 70.000 libras en su construcción, completadas con los grandes jardines y huertos en la vega del río Cidacos, al E de las edificaciones.
Historia de su conservación: se mantuvo en buen estado durante el siglo XV, pero decayó su mantenimiento en el XVI, XVII y XVIII. Dos incendios -1794 y 1813- provocaron su ruina y posterior saqueo. En la segunda mitad del XIX se alzaron las primeras voces en defensa de lo que quedaba. La Diputación Foral de Navarra adquirió los edificios en 1913 y en 1923 convocó un concurso para su restauración, que ganaron José y Javier Yárnoz Larrosa. Las obras comenzaron en 1937 conforme a criterios excesivamente reconstructores, los propios de la época. Hoy en día todavía está abierta la labor y la polémica, incluso con recientes concursos que no han resuelto el futuro del castillo.
Valor artístico de los restos:
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- La organización y edificación del conjunto siguiendo un eje longitudinal sinuoso, siguiendo el principio de yuxtaposición de torres más o menos interrelacionadas.
- La disposición de dos niveles en altura: uno inferior con grandes muros, patios interiores y estancias muy amplias en el interior de las torres; y otro superior en que se enriquece lo decorativo: galerías de tracerías caladas, ventanales revestidos de arcos y molduras, remates, sucesión de bandas de almenas, balconadas y terrazas voladas, etc.
- La conjunción de elementos de origen francés (ventanales realizados por el equipo dirigido por J. Lome) con otros puramente hispanos (frisos de yeso con lacerías mudéjares, techumbres mudéjares hoy desaparecidas)
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Castillo de Tudela
Carlos III lo amplió y embelleció, pero de él apenas quedan unos muros.
Castillo-palacio de Tafalla
Fue levantado de nueva planta. Carlos III lo edificó en el primer cuarto del siglo XV y quiso construir allí una obra gigantesca, a pesar de la proximidad de Olite. Lo conocemos de forma parcial por medio de un plano del siglo XVIII, por referencias documentales y apuntes dibujísticos de Madrazo in situ: constaba de dos núcleos de habitaciones en torno a patios (uno de las caballerizas y servicio, y otro con galerías) y dos grandes jardines separados por una calle, poseía varias torres (una “francesa” y otra “morisca” de ventanas abuhardilladas, más la Torre de Ochagavía) Su espacio es hoy ocupado por la Plaza Nueva y el paseo que bordea la carretera.
Palacio de Sangüesa
Llamado del Príncipe de Viana, hoy reducido a menos de la mitad de lo que fue. Se organizaba en torno a un patio rectangular (hoy plaza) limitado por sus dos frentes mediante torres. El cuerpo que da a la ciudad está ocupado hoy por el Ayuntamiento (del XVI) y sólo resta el cuerpo que da al exterior, con dos torres cuadrangulares conectadas por una fábrica longitudinal de dos alturas. Toda la organización interior se ha perdido y del exterior se mantienen los ventanales rectangulares, parte de los remates y el foso que rodeaba la villa.
Fue ejecutado en tiempos del rey Juan y doña Catalina de Albret en torno al 1500.
En Estella, Puente la Reina y Monreal hubo palacios menores o castillos que en algún momento prescindieron de su apariencia militar para recibir elementos más palaciegos, que hicieran posible cierta vida cortesana.
Castillos defensivos

Recreación del castillo de Tiebas, sede regia, centro administrativo, tesoro real y archivo documental de la monarquía navarra (Wikipedia)
Se pueden separar en dos grandes grupos: reales y señoriales.
Los reales se concentraban en las fronteras del reino, sobre todo frente a Castilla (línea del Ebro, Tierra Estella, límite meridional) y frente a Aragón (líneas del Aragón, Roncal y las Bardenas). Se situaban, además, en las principales vías de comunicación (Monreal, Tiebas, Tafalla) y en las villas del reino (Laguardia, Estella, Pamplona, Tudela…)
Los señoriales se colocaban en el centro, dominando una comarca, por ejemplo, Celigueta, Ayanz.
Tipologías arquitectónicas
A. Torres exentas
Son de planta cuadrangular; de considerable altura; con escasez de vanos; no muestran elementos específicamente góticos; muchas tienen restos anteriores románicos, incluso romanos,: Arellano, Ablitas, Santacara.
Variantes:
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- Torres amplias con torreoncillos cilíndricos en las esquina de la base: Celigueta.
- Torres amplias con remate de madera: fueron muy abundantes, hoy se conservan en el Baztán (Jaureguía en Donamaría).
- Torres amplias con elementos ornamentales en puertas y ventanas: Olcoz.
- Torres con cuerpo longitudinal anejo: Ayanz (conserva el remate almenado original)
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Esta tipología no se acaba con el gótico: aparece antes del XIII y prosigue más allá del XVI. La relación es muy numerosa: la de “Sartaguda” (Lodosa), Gorraiz, dos en Lesaca, Uriz, Uscarrés, Yárnoz, Larraya, Larrángoz…
B. Castillo de cuatro torres enlazadas por muros y dependencias interiores
Aparece en el XV como ampliación de una torre fuerte de mayores dimensiones:
– Arazuri: completada por don Lancelot, familiar bastardo de Carlos III. Muestra perfección constructiva en dimensiones, ventanales y matacanes.
– Artieda: en peor estado, prescinde de las torres en la parte trasera. Perteneció a los Artieda, mediado el XV.
El modelo es común a otros como el Palacio de Mendillori, Igúzquiza, Allo, Urra etc., ampliándose también en el XVI.
C. Castillo de planta más compleja
– Tiebas: edificado por Teobaldo II en el siglo XIII; era rico y vistoso: patio central cuadrado, dos cuerpos rectangulares a los lados con torres en las esquinas y quizá en el centro de los muros torreoncillos cilíndricos coronados por chapiteles cónicos y barbacana exterior que aislaba todo el recinto.
– Marcilla: edificado por Mosén Pierres de Peralta en 1425, con añadidos en el XVI-XVII. Se alza sobre un talud de piedra rodeado por un foso. El cuerpo superior es de ladrillo, con cuatro torres en las esquinas y una quinta en el centro del muro de la fachada principal, unidas por lienzos de pared de ladrillo también con matacanes.
– Cortes: gran torre almenada y con matacanes circundada por muros aspillerados; aparejo irregular de mampostería.
– Javier: a partir de una torre fronteriza al N se construyeron dependencias articuladas en torno a un patio en forma de media luna; la zona residencial al mediodía; el conjunto rodeado por una barbacana.
Villas fortificadas
Complemento necesario de la red de castillos.
Surgen este momento por el desarrollo de las ciudades. Además su reparación puede ser asumida por gran número de habitantes.
Se sigue el modelo romano, como es el caso de la muralla de Olite:
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- Se trata de rodear el perímetro de la ciudad: de forma geométrica, irregular o apoyándose en condicionamientos topopgráficos.
- Grosor de los muros: 1 m o más.
- Espacio entre torres: 15 ó 20 m
- Planta cuadrangular en las torres (4 x 7 m)
- Sobresalían varios metros respecto al muro.
- Ejemplos: Cerco de Artajona, Los Arcos, Torralba, Aguilar de Codés, Puente la Reina, muros nuevos de Olite; y, en mal estado, Estella, Lerín, Viana, Sangüesa, Cáseda, Miranda de Arga, Pamplona (cubo junto a la Capilla Barbazana). No presentan elementos artísticos.
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Iglesias fortificadas
A. Iglesias que incluyen en su fábrica algún elemento con finalidad militar, como fuertes torres y sólida fortaleza de la fábrica.
Ejemplos: San Cernin de Pamplona y San Nicolás de Pamplona, ambas con dos torres para prevenir los ataques en la guerra de los Burgos; Santiago de Sangüesa, San Pedro de la Rúa de Estella, San Pedro de Viana, etc.
B. Iglesias-fortaleza, concebidas como bastión defensivo
San Saturnino de Artajona como parte del cerco, a imitación de las del sur de Francia; Santa María de Ujué, con sus torres y paseo de ronda; San Miguel de Estella, con un paso alto defensivo; Valle de Goñi (menores).
Otras obras civiles
Al margen de los castillos y fortificaciones, hay en Navarra obras civiles dignas de tenerse en cuenta:
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- Palacios urbanos: Cámara de Comptos (Pamplona) y otros datables antes del XV en Pamplona, Olite, Tudela y Estella.
- Casas góticas: en Sangüesa, Estella o Puente la Reina; casonas de la Montaña con entramado de madera; son muy abundantes por toda Navarra las que se pueden datar de 1500 en adelante.
- Torres de chapitel [1] (Olite), hospitales de peregrinos (Roncesvalles), casas de concejo (Mendigorría), etc.
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Bibliografía
ALTADILL, J. (1934-1936) Castillos medievales de Navarra. Donostia Bañar Idaztiak (hay reedición de la revista Cultura navarra por Icharopena en San Sebastián)
CARO BAROJA, J. (1973) La casa en Navarra. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra. 4 vols.
ÍDEM (1974) Etnografía histórica de Navarra. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra. 4 vols.
GARCÍA GAÍNZA y OTROS (1980-). Catálogo Monumental de Navarra. Pamplona, Institución Príncipe de Viana-Arzobispado de Pamplona-Universidad de Navarra.
MARTINENA RUIZ, J.J. (1980) Navarra, castillos y palacios. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra.
MARTÍNEZ DE AGUIRRE, J. (1987) Arte y monarquía en Navarra 1328-1425. Pamplona, Gobierno de Navarra.
RECONDO, J.M. (1969) “Castillos”, en Navarra. Temas de Cultura Popular, nº 22. Pamplona, Gobierno de Navarra.
URANGA, J.E.-ÍÑIGUEZ, F. (1973) Arte medieval navarro. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra. Tomo I****.
Imagen de la portada: Palacio Real de Olite. Torre de las Tres Coronas desde el interior (Wikipedia)
Notas
[1] Elemento piramidal, cónico o bulboso, terminado en flecha muy aguda, que funciona como remate de una torre. Su estructura puede ser de piedra, pero más frecuentemente de madera chapeada de plomo o pizarra. La Torre del Chapitel de Olite fue durante la Edad Media la casa del mercado. El Chapitel existía en las poblaciones de cierta importancia, como lo era Olite, y era una casa o torre destinada por el rey para que todos los granos que se introducían en la villa (harina, pan, cebada, avena, sal, legumbres, etc), se vendieran con las medidas del rey, percibiendo unos derechos que consistían en un porcentaje de la especie o su equivalente en dinero.