Ferias y mercados de Navarra

Carneros_webExisten en Navarra una serie de ferias y mercados que han logrado superar el proceso de adaptación de la economía tradicional de tipo agropecuario a la industrial y de servicios. Transformadas por las exigencias de los tiempos, prestan utilidad a los consumidores de la sociedad actual

Si bien es cierto que el proceso económico social ha llevado a la extinción de prácticas muy arraigadas, así la transacción de cerdos en los mercados de Estella e Irurzun (este último sustituía al que tradicionalmente se celebraba en Santiago de Ichasperri) no lo es menos, que ciertos mercados o mercadillos están en auge. Son buen ejemplo Alsasua y el ya citado de Estella, cada uno con sus características.

Para muchas poblaciones de Navarra, el rastro o mercadillo dominical del pamplonés barrio de la Chantrea señala la pauta comercial de la ya mediada década de los ochenta. Los productos que se venden coinciden después en muchos pueblos de la Ribera y Zona Media. Se trata fundamentalmente de comestibles, frutas y verdura en particular, ropa, calzado, artesanía, flores y plantas.

Hoy, fuera del tipismo de la ciudad-mercado por antonomasia que es Estella, con su cita semanal de los jueves en las Plazas de los Fueros y Santiago, la mayor concentración de compraventa se da en el mercado pamplonés de Santo Domingo. A los diversos puestos de carnicerías, charchuterías, pescaderías, tocinerías, bacaladerías, lecherías, triperías, verdulerías, conserverías, hueverías, pollerías y un sinfín de cacharrerías, se añaden los sábados por la mañana las ventas de corderos, conejos y aves de la cuenca. Los productos de temporada, sean caracoles como setas, pacharanes o madrillas tampoco estarán ausentes. El mercado viejo de Santo Domingo mantiene el ambiente vivo y palpitante, de trato social e intercambio comercial, que ha sido el mercado. El Mercado Nuevo, de características similares al anterior ha sido remozado últimamente y mantiene también la estructura típica de los mercados de puesto. Últimamente van surgiendo otros como el de Ermitagaña que pretenden acercar este sistema de ventas a los barrios.

Las Ferias de Ganado, tan importantes en otros tiempos han sufrido un fuerte retroceso a una con la práctica desaparición de los ganados de labor, aunque todavía revistan cierta importancia las transacciones de yeguas potokas en el Norte de Navarra, singularmente en Burguete. Las Ferias de Ganado tienen el apoyo de la Administración Foral que incentiva la selección de especies animales mediante concursos de ganado celebrados a una con las ferias.

La venta de quesos, de artesanías varias, de plantas y flores, pero sobre todo de maquinaria agrícola han salvado estas concentraciones, coincidentes muchas veces con las fiestas locales, sus competiciones deportivas y pasacalles. No cabe duda que el futuro de las mismas depende de su especialización. Buena prueba de ello es la Feria de Tafalla, que de ser fundamentalmente pecuaria, se dedica hoy a la exposición y venta de maquinaria agrícola.

El comercio minorista, tan extendido en Navarra, ofrece al visitante gran cantidad de productos típicos que ayudan a completar el buen recuerdo de nuestra tierra, nuestras fiestas, la belleza monumental y variada geografía, etc. Naturalmente, en una región de tan gran tradición gastronómica este comercio se orienta en buena medida al campo de la alimentación.

Navarra es en primer lugar tierra de quesos. Su gran variedad es apenas conocida. Se pueden localizar ocho zonas distintas que generan usos y costumbres heterogéneos y quesos con empaque, sabor y olor diferentes.

  1. Roncal.
  2. Tudela-Ribera Baja (muy influida por los gustos roncaleses gracias a la trashumancia de ganado ovino).
  3. Andía-Urbasa.
  4. Aralar (compiten el queso de borda con el gaztazarra elaborado en el puchero casero y el tipo ahumado de Idiazábal).
  5. Regata del Bidasoa-Bertizarana-Baztán.
  6. Basaburúa Mayor-Leiza.
  7. Orbara-Orbaiceta-Valcarlos (coinciden casi por completo con los del Valle de Aézcoa).
  8. Larráun-Ulzama-Lanz. Egózcue.

Los quesos tienen en Navarra dos incomparables complementos: La repostería y el vino. Los postres se basan sobre todo en la leche y sus derivados por una parte -cuajada, requesón y el queso ya mencionado y la manteca de cerdo por otro, tortas de txantxigorri… Se pueden destacar el arroz con leche, la leche frita, los canutillos, las coronillas, y todo aquello relacionado con la repostería, la confitería, bombonería, chocolatería, etc., de gran calidad.

Navarra es por supuesto tierra de buen vino. Es un sector que recibe un impulso definitivo para su modernización, comercialización calidades, etc. Son vinos de calidad que pueden comprarse embotellados y también a granel en las bodegas cooperativas de los pueblos.

No es menor la Importancia de la producción de verduras, hortalizas y frutas destinadas en gran medida a una pujante y significada industria conservera, mayormente concentrada en las riberas del Ebro.

Los pimientos de Lodosa o Mendavia, las alcachofas, borrajas, cardos, etc. de la Mejana tudelana, los espárragos de Allo o Andosilla, las borrajas de la Magdalena de Pamplona, las lechugas y pochas de Sangüesa, los melocotones de San Adrián o Azagra y las cerezas de Milagro compiten en calidad entre las mejores.

Otros sectores de la alimentación con gran tradición comercial son los embutidos y licores.

Navarra en los últimos años alcanza un cualificado nivel en la confección masculina y femenina, tanto en el campo de los tejidos, como de los géneros de punto, cuero y peletería.

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