Destaca en Navarra, por la singularidad y calidad de sus vinos, la ciudad de Olite. En ella, desde época medieval y por iniciativa de sus reyes -los Champagnat y Evreux- se compraron viñas en los pagos de La Serna e Ilagares, se plantaron otras nuevas y se elaboró el champán navarro “verjus” durante casi trescientos años sin interrupción en que “durmieron” en el silencio de sus cavas subterráneas, parte de ellas hoy reconocibles y aprovechadas para el envejecimiento de los caldos.
Respondiendo a esta tradición aún viva en la vieja sede real, la Cofradía del Vino de Navarra -constituida en 1990 para la exaltación de los valores del vino del Viejo Reino- se inspiró en la de Burdeos para organizar esta fiesta, en la cual participan todos los bodegueros de Olite, que se encargan -con la colaboración del Ayuntamiento- de todo lo necesario en una fiesta a la que acuden gentes de toda Navarra y territorios limítrofes. Se celebra en el primer fin de semana del mes de septiembre, y es un anticipo festivo de la dura tarea de la vendimia, que se da por iniciada ese día.
El día central de la Fiesta es el domingo. Se inicia con un acto de recepción a los cofrades e invitados en el Ayuntamiento y continúa con la salida en comitiva hacia la Plaza de Carlos III el Noble, donde al mediodía, en un marco tan incomparable, comienzan los actos programados con la lectura del Pregón de la Vendimia a cargo de una personalidad invitada al acto.
Al mismo tiempo, la Cofradía entrega el Hocete de Plata, instrumento con el que tradicionalmente se separaba el racimo de uva de la cepa, a una figura distinguida de la Cultura en su más amplio sentido.
A continuación, los vendimiadores realizan una simbólica pisada de la uva recién recogida del campo y los primeros en catar el mosto recién estrujado son los miembros de la Cofradía situados alrededor de la prensa, una vez bendecido el jugoso fruto. A continuación se analiza el mosto con un densímetro para fijar la madurez y el azúcar en él contenido, que dará el grado de alcohol al vino.
En 2019 el estelar papel de pisadores correspondió a los jóvenes Íñigo Espila Gaya y Sergio Algarra García, que lo hicieron abrazados, girando de dentro hacia los extremos y a ritmo de las jotas y popurrís de los miembros de la Escuela de Jotas de Olite.
Tras estos preliminares, el maestro de ceremonias, el bodeguero olitense Javier Ochoa Martínez -miembro de una familia ligada al vino desde el siglo XIV y uno de los impulsores de la Fiesta- declara abierto el periodo hábil de la vendimia y aventura la bonanza de la cosecha que se va a iniciar en pocos días.
De esa forma, la Fiesta de la Vendimia de Navarra constituye un homenaje a todos los que se dedican a producir vino, desde los agricultores a los cosecheros y bodegueros, entregados a una tarea que dignifica el vino de Navarra, y cuenta con una Denominación de Origen propia, que incluye 10.300 hectáreas de plantaciones vinícolas de producción que son rentabilizadas por las 85 bodegas que la integraban en 2019, aunque ocho términos municipales navarros están incluidos en otra Denominación, la de Origen Rioja (Azagra, San Adrián, Andosilla, Sartaguda, Mendavia y Viana).
Se cierra el acto con la intervención de un grupo de danzas infantil de la Asociación de Amigos de la Danza de Olite, el canto de jotas por varias voces locales y la degustación gratuita entre los presentes de diferentes caldos en los puestos instalados en la Plaza por las bodegas de la Denominación de Origen Navarra e, incluso, como viene siendo tradicional en este día, se toma el vino que mana de los caños de la misma fuente de la Plaza Carlos III el Noble. Es ocasión excepcional para conversar entre los bodegueros asistentes acerca del nivel de producción esperado de la incipiente vendimia, de la calidad que se espera de la uva, su precio y necesidades del sector con relación al mercado y las actuaciones de tutela del Gobierno de Navarra, que por medio de la Sección de Viticultura y Enología del Servicio de Explotaciones Agrarias y Fomento Agroalimentario adscrito al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente completa el competente asesoramiento a los agricultores de la Estación de Viticultura y Enología del Vino (EVENA), con sede en la misma ciudad de Olite.
Durante todo la semana previa y el fin de semana festivo se organizan concursos temáticos y se celebran jornadas gastronómicas en las que se ofrecen pinchos y platos relacionados con el vino. Asimismo visitas guiadas al inigualable patrimonio de la ciudad, conciertos y originales actividades que acercan al visitante al mundo de la enología. Las bodegas de la localidad abren sus puertas para revelar sus secretos y procedimientos para la obtención de sus preciados vinos. Actos que enlazan en el recuerdo de los historiadores con la munificencia del rey de Navarra Teobaldo II, el cual concedió a la ciudad de Olite en el siglo XIII quince días de feria anuales donde el vino sin duda tendría su destacado protagonismo.
En 2019, de cada copa de cristal vendida para la cata se destinaron 50 céntimos como donativo a los afectados por las inundaciones acaecidas en la Comunidad Foral de Navarra, con especial incidencia en Tafalla y Olite.
Bibliografía
DOMENCH GARCÍA, José María. Navarra y sus tradiciones. […]: Almuzara, 2018.
Imagen de la portada: Fiesta de la Vendimia Navarra en Olite (2013) Foto: Cascante, para Diario de Noticias.
Este artículo forma parte de la redacción del Calendario tradicional festivo y religiosidad popular para el Atlas etnográfico de Vasconia, en preparación por los grupos Etniker.