Gaspar Montes Iturrioz. El hombre, el pintor y su obra

Gaspar Montes Iturrioz posa pintando en el paraje de Legia (Irún) en 1986 (Foto Lamia)

Los orígenes de este libro se remontan a 1977, cuando Jaime Rodríguez Salís me presentó al pintor Gaspar Montes Iturrioz en su irunesa Casa de Beráun. Deseaba exponer al artista mi deseo de incluirle en la tesis doctoral que preparaba sobre la Escuela del Bidasoa y pedirle su colaboración al proyecto.

De aquella primera conversación, iniciada muy cerca del estudio de su maestro, el paisajista salís, surgió una relación entre nosotros que al cabo de casi diez años produjo los frutos apetecidos. La tesis pudo terminarse y una buena parte de ella estuvo dedicada a valorar la influencia de Gaspar Montes Iturrioz en la formación de esa escuela pictórica, que lleva por nombre el del río que la inspira [1].

Gaspar fue durante el tiempo atribulado de aquella investigación, asesor permanente de cuantos problemas se plantearon. Él, con su paciente buena disposición y con la perspectiva que dan los años tan pletóricos de experiencia artística, supo darnos en cada momento las aclaraciones necesarias, la información de primera mano que nadie podría suplir.

De tan extenso estudio hemos sacado los datos referentes a Gaspar, convenientemente actualizados y revisados, ofrecidos ahora como monografía de un pintor ya histórico dentro de la Pintura Guipuzcoana contemporánea.

No nos parece oportuno insistir en la importancia histórica de este pintor, cuando el lector lo podrá ir cómodamente deduciendo tras la lectura de sus páginas.

Bástenos decir algo que ya sostuvimos en la edición resumida de nuestra tesis doctoral [2]. Que la contribución de Gaspar Montes Iturrioz se puede medir a tres grandes niveles. Primero a través de su obra, verdadero engarce entre la pintura vasca del siglo XIX y la de la primera mitad del siglo XX, de corte moderno, situada en la senda de la vanguardia. La continuidad entre ambas pinturas no se interrumpe, porque actúa como elemento conductor junto a otros pintores -Bienabe Artía u Olasagasti-, por cuyo testimonio pictórico se equilibra la pintura de las sucesivas generaciones, cuando las nuevas tendencias formales la influyen durante la posguerra.

Segundo aspecto atenerse en cuenta es el de su magisterio, gracias al cual se puede producir en sus alumnos la penetración de conceptos formales tomados por Gaspar de sus fuentes de aprendizaje -la pintura renacentista y barroca, así como impresionista y postimpresionista-, donde se halla la clave de esa modernidad mesurada que les transmite.

Tercero, y como consecuencia de lo anterior, de su idea del arte unido a la naturaleza y de su radicación geográfica, se convertirá para sus discípulos en un ejemplo a seguir como pintor paisajista, lo que le convertirá inevitablemente en cabeza del grupo que sirve de base a la creación artística que se produce en torno al estuario del río Bidasoa, formando así en torno a su persona una escuela.

Nuestro propósito actual es el de dar en síntesis una valoración de la obra realizada por Gaspar Montes Iturrioz, sin olvidar al hombre ni al pintor. Trazaremos su biografía y hablaremos de su formación, de la evolución formal de su quehacer artístico, analizaremos los géneros en que se interesó y su estética particular, incluyendo aspectos como la técnica y método de trabajo. Para terminar, un completo panorama de las exposiciones realizadas dará idea de su fecunda labor artística.

No hubieran sido posibles las páginas de este libro sin la leal colaboración no sólo del pintor, sino de numerosas personas, entre ellas María Elena de Arizmendi, José Berruezo, Gabriel Megías, Rosi Lasarte, Pedro de Otaola, Luis Toledo, el propio hijo del artista Jesús Montes Iribarren, y Jaime Rodríguez Salís, cuya ayuda fue trascendente en los primeros momentos.

Vaya mi último recuerdo para el recientemente fallecido Bernardino Bienabe Artía, antiguo compañero de estudios y experiencias artísticas de Gaspar Montes Iturrioz, por la amabilidad con que nos facilitó información aparecida en prensa sobre los comienzos profesionales con él compartidos.

El libro está dedicado por su autor a Gaspar Montes Iturrioz, “con sincera gratitud”

Notas

[1] Se tituló Los Pintores de la “Escuela del Bidasoa”, dirigida por la Dra. Mar-iza y presentada en la Universidad de Navarra el 8 de noviembre de 1985.formaci tesis pudo terminarse y una buena parte de ellaía Concepción García Ga-iza y presentada en la Universidad de Navarra el 8 de noviembre de 1985.formaci tesis pudo terminarse y una buena parte de ellaínza y presentada en la Universidad de Navarra el 8 de noviembre de 1985.

[2] ZUBIAUR CARREÑO, Francisco Javier. La Escuela del Bidasoa, una actitud ante la naturaleza. Pamplona, Gobierno de Navarra, 1986.