La Guerra del Pacífico en el cine  estadounidense y japonés

Intervención en el Instituto Ximénez de Rada, de Pamplona, dentro del ciclo Cine Histórico (La Segunda Guerra Mundial), el 7 de mayo de 1980, con ocasión de la proyección de la película «De Pearl Harbor a Midway», del director nipón Shuei Matsubayashi.

Estados Unidos

El escenario del Océano Pacífico, en cuya campaña de ofensiva al Japón destacaron abiertamente la marina y la aviación norteamericanas, fue el primer campo de trabajo de los cineastas norteamericanos enrolados en la sección Cinematográfica del departamento de guerra de Estados Unidos, organizado por Frank Capra por encargo del Presidente Roosevelt, al poco de estallar la II Guerra Mundial.

Al comienzo de las hostilidades, los Estados Unidos poseían la industria cinematográfica más poderosa del mundo, y dado que el poder político y económico se hallaban en las mismas manos, la producción de películas se orientó -desde ese mismo momento y al igual que hicieran otras potencias (Japón entre ellas- al servicio de la exaltación de la causa estadounidense.

Con tal motivo, se organizaron cursos cinematográficos en los centros de adiestramiento militar, en los que se proyectaban documentales realizados en los propios escenarios de combate, ordenados a mostrar las nuevas condiciones de guerra, el uso de las armas modernas y los diferentes teatros de operaciones.

Algunos de estos documentales fueron puramente didácticos; otros, tenían por objeto primordial inspirar la certeza de la victoria.

Documentales de tema bélico (frente del Pacífico)

Howard Hawks filmó en 1943 Air Force, centrada en la tripulación de una escuadrilla de vuelo encargada de devolver un ataque a los japoneses. Fue una película realizada por mandato de las Fuerzas aéreas y apoyada por la Armada. Tendía a manifestar el heroísmo, el coraje, la voluntad de espíritu y el sacrificio de unos hombres en cuya convivencia la adhesión era fundamental para el alcance de los objetivos.

John Ford fue responsable de la dirección de varios títulos para la Armada:

  • “La batalla de Midway” (1942) fue rodado en el transcurso de las operaciones y, aunque Ford resultó herido, siguió fotografiando lo que ocurría a su alrededor. La mejor escena fue aquella en que se iza la bandera en el mástil en medio de la batalla.
  • “Escuadrilla 8 de Torpederas” (1942). Justo antes de la batalla de Midway, un fotógrafo de la unidad de Ford rodó unos metros, en 16 mm, de lo que era la vida entre los tripulantes de una lancha torpedera. Durante la batalla, como murieron todos sus tripulantes menos uno, Ford montó los trozos de película y los redujo a 8 mm, para que solo fueran vistos por los familiares de los muchachos muertos.
  • “7 de Diciembre” (1943). Sobre el bombardeo de Pearl Harbor.

John Houston, por su parte, filmó Report from the Aleutians, en 1943.

Películas de ficción posteriores a la II Guerra Mundial

Destaca entre ellas “Primera victoria” (1965), de Otto Preminger, basada en los acontecimientos de Pearl Harbor y en el best-seller de James Bassett. Fue realizada con ayuda de la Armada y puede calificarse de colosalista por la gran cantidad de aviones y hasta doscientos acorazados miniatura capaces de disparar y de navegar que intervinieron. Se rodaron los exteriores en Honolulú, con la participación de Ulisses S. Sharp, comandante en jefe de las fuerzas del atlántico, y más de 10.000 hombres enrolados en la Marina.

Otro de los títulos importantes dentro de este enfoque fue Tora, Tora, Tora (1970), codirigida por Toshio Masuda, Kenji Fukasaku y Richard Fleischer. Centrada en el ataque a Pearl Harbor, es una superproducción que ha exigido la utilización de aviones y de portaaviones más importantes de la historia del cine. Ha sido realizada por dos directores japoneses (Fukasaku reemplazó a Akiro Kurosawa) y uno americano, que fue el autor de las escenas dialogadas estadounidenses. La construcción del relato sigue el desarrollo de los hechos, con interpolaciones de entrevistas, radiomensajes, etc., que rompen la unidad del conjunto y lo convierten en desigual, a veces poco profundo.

Y en 1976 Jack Smight dirige “La batalla de Midway”, rodada sobre el único portaviones superviviente de la Guerra, el USS Lexington, con la ayuda de la Armada estadounidense y la colaboración de cuatro supervivientes de la batalla (Donald D. Stanford, Guionista, y Henri Fonda, Charlton Heston y Glenn Ford, actores). La película trata de glorificar a los Estados Unidos y emplea el novedoso sistema de la experiencia sonora durante la proyección en salas de exhibición conocido como Sensurround.

Japón

En Japón, de modo similar a los Estados Unidos, el conflicto bélico con China en 1937, que desembocaría en la entrada de Japón en el conflicto mundial, desató una corriente de films de propaganda bélica, algunos de ellos notables por su paradójico acento humanista. Destacaron como directores de este género de películas Sadao Yamanaka y Mansaku Itami.

Tras la entrada de Japón en el conflicto mundial, se fusionaron las cuatro grandes productoras existentes y dieron un notable auge al cine bélico, de propaganda (noticiarios y documentales).

Con la capitulación de Japón en 1945 y la posterior ocupación americana de las islas acabó este género de industria.

Tuvo gran repercusión en el cine nipón la muerte de las 200.000 víctimas de Hiroshima, que trascendió a dos películas sobresalientes:

  • “Los hijos de Hiroshima” (1952), de Kaneto Shindo, se centraba en las condiciones de vida de los supervivientes de la tragedia, que no podían convivir con los demás.
  • “Vivir en el miedo” (1954), de Akira Kurosawa, fue un toque de atención sobre el peligro que amenaza al mundo, las bombas nucleares.

El director nipón Shuei Matsubayashi

Finalmente, y a modo de ejemplo, tenemos la película que vamos a visionar hoy, “De Pearl Harbor a Midway” (1978), de Shuei Matsubayashi, que aborda el desarrollo de los acontecimientos más importantes del enfrentamiento entre Japón y Estados Unidos durante la II Guerra Mundial: los hechos que precedieron al conflicto, sus motivaciones, la táctica que se empleó en el bombardeo de Pearl Harbor, las operaciones niponas subsiguientes y la respuesta norteamericana a esta agresión en la batalla de Midway, donde los japoneses quedaron gravemente dañados. Por lo tanto, el film es una memoria de la derrota japonesa, contada por los propios perdedores.

Es la continuación de Tora…, por así decirlo, y su reverso.

Ahora se trata de contar la frustración de la derrota.

Imagen de la portada: cartel publicitario de la película «De Pearl Harbor a Midway».