La muerte en directo, de Bertrand Tavernier

Presentación en el Cine Club Lux, de Pamplona (España), del film del realizador francés “La muerte en directo”, dentro del ciclo Cine Fantástico, el 24 de marzo de 1984.

Bertrand Tavernier nace en Lyon (Francia) en 1941. Ha ejercido la crítica cinematográfica y es autor de Treinta años de cine americanoen colaboración con Jean- Pierre Coursodon, así como de un estudio sobre el género western y otro sobre el actor Humprey Bogart. Pasa por ser un autor poco catalogable, asimismo como realizador. Ha destacado por ser un buen crítico en las revistas TéleramaCinéma, Positif, Cahiers du Cinéma y Lettres Françaises. A lo dicho hay que sumar más de veinte estudios críticos sobre realizadores, la mayor parte de ellos franceses y de serie B, tales como José Giovanni, Pierre Granier-Deferre, Claude Sautet, Jacques Deray o Jean-Louis Bertucelli.

Ha ejercido también como agente de prensa de los directores Jean-Pierre Melville (también como su asistente) en Léon Morin prête; de Claude Chabrol en L’oeil du malin; de Jean-Luc Godard en Pierrot le fou y de Pierre Schoendoerffer en La 317 section (en España “Sangre en Indochina”).

Además ha sido guionista del film de Riccardo Freda Coplan ouvre le feu à Mexico y del de Jean Leduc Capitaine Singril.

Su filmografía la encabezan dos largometrajes: en 1963 “El beso de Judas” (episodio de Les baisers) y en 1964 Le feu de la chance (episodio de La chance et l’amour).

Los largometrajes por él dirigidos hasta el momento son:

  • “El relojero de Saint Paul” (1973)
  • “Que empiece la fiesta” (1974)
  • “El juez y el asesino” (1975)
  • “Los inquilinos” (1977)
  • “La muerte en directo” (1979)
  • “Una semana de vacaciones” (1980).

De los cineastas que debutan en Francia a principios de los años 70, es uno de los más importantes, junto con Jean Eustache y Maurice Pialat.

Juan Carlos Rentero en Dirigido por señala las características de este director:

  • Una cuidada y elegante puesta en escena.
  • La contención. Es cineasta poco explícito, en su cine muchas cosas están sugeridas. Cierta ambigüedad hace a su obra confusa y polémica. Así, ha declarado que “el cine francés necesita de films polémicos. De films donde la polémica se desenvuelva a un nivel cotidiano”.
  • Es un cine realista en la órbita de Chabrol y, más aún, de Rohmer, con preocupaciones morales.
  • También es un cine de denuncia sobre el poder, que es omnipresente: como error en la aplicación de la justicia (“El relojero…”); como caciquismo (en “El juez y el asesino”); en la relación opresor / oprimido (“Que la fiesta comience”); y en la explotación del individuo (“Los inquilinos”).
  • Mantiene un mismo equipo de rodaje: Jean Aurenche como guionista, Pierre William Glenn como director de fotografía y Philippe Noiret como actor.
  • Esto favorece que haya una unificación absoluta del tratamiento fílmico, una preocupación por el lenguaje.

Fotograma de «La muerte en directo», de Tavernier

La muerte en directo

Es una coproducción franco-alemana rodada en inglés y en Escocia, en 1979.

La cinta está dedicada a Jacques Tourneur, defensor de un cine americano generalmente desconocido o infravalorado del que él puede ser un claro exponente.

Esta filiación americana  ya se advierte desde el comienzo de la película con los movimientos de grúa con que se inicia a lo Delmer Daves. También porque el guionista de la película no es el habitual sino que lo ha cambiado por David Rayfield, que es el que emplea Sidney Pollack.

El argumento es el de un hombre -Roddy- que acepta que le instalen una cámara en su cerebro, para filmar todo lo que ve. La razón es hacer más atractivo y más “natural” un programa de televisión titulado La muerte en directo, en el que se presentan las últimas horas de una persona joven próxima a morir.

Aparentemente se trata de un melodrama sentimental o de ciencia-ficción, pero en el fondo es una reflexión moral sobre lo que hay que rodar, la forma en que debe hacerse, la sociedad y los medios de comunicación.

Es decir, una reflexión sobre el ser humano inserto en una sociedad que juega con sus sentimientos y comportamientos.

A nivel de producto cinematográfico interesa destacar en esta cinta la calidad de su fotografía, de su música y de sus intérpretes principales.

Ficha técnico-artística del film

“La muerte en directo” (Death Watch, La Mort en direct, 1979). Producción: Ekie Kfouri, Bertrand Tavernier y Janine Rubeiz (Francia, Alemania del Este, Inglaterra). Director: Bertrand Tavernier. Guión: Bertrand Tavernier y David Rayfield adaptadores de The Continuous Katherine Mortenhoe, o The Unsleeping Eye por David Compton. Música: Antoine Duhamel. Fotografía: Pierre-William Glenn, en color. Montaje: Michael Ellis y Armand Psenny. Escenografía: Bertrand Tavernier, David Rayfiel. Dirección artística: Bernd Lepel. Intérpretes: Romy Schneider (Katherine Mortenhoe), Harvey Keitel (Roddy), Harry Dean Stanton (Vincent Ferriman), Thérèse Liotard (Tracey), Max von Sydow (Gerald Mortenhoe), Caroline Langrishe  (Chica del bar), William Russell (Dr. Mason), Vadim Glowna (Harry Graves), Eva Maria Meineke (Dra. Klausen), Bernhard Wicki (Padre de Katherine). Duración: 128’

Premios: 1980. Nominación al Oso de Oro del Festival de Berlín; 1981. Nominación a los César por su mejor fotografía, mejor montaje, mejor música original, mejor sonido y mejor guión (original o adaptación).

Imagen de la portada: el realizador francés Bertrand Tavernier.