Pablo Ruiz Picasso, creador de lenguajes plásticos

Conferencia ofrecida en el Museo de Navarra, Pamplona, con ocasión de la apertura de curso del Club de Lectura Sayoa, 1992-1993.

Biografía y formación de Picasso

Nace en Málaga el 25 de octubre de 1881. Es el mayor de tres hermanos (Lola y Conchita), hijos de José Ruiz Blasco y de María Picasso López.

Su padre es profesor de dibujo en la Escuela “San Telmo” de Málaga y restaurador del Museo Provincial. Se convierte en el primer maestro de su hijo. A sus site años pinta “El Picador”, que denota gran capacidad de observación.

Autorretrato de Picasso. 1896. Museu Picasso de Barcelona

Picasso. «Ciencia y caridad», 1897. Museo Picasso de Barcelona

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estos son los hitos más importantes a reseñar en sus primeros años de formación:

  • 1891. Traslado de su familia a La Coruña. Pablo sigue cursos de pintura bajo la dirección de su padre. Se le revelan dotes excepcionales para el dibujo.
  • 1895. Traslado a Barcelona. Fallece su hermana Conchita. Su padre se desempeña como profesor en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja, donde se matricula. Conoce el Museo del Prado ese verano. Tiene 14 años.
  • 1896. Primer estudio en Barcelona.
  • 1897. Manda a la Exposición Nacional de Bellas Artes su pintura “Ciencia y caridad”. Recibe Mención Honorífica. Se trata de una pintura aún académica pero de orientación realista-social. Tiene 16 años. Ingresa en la Escuela de San Fernando, de Madrid, aunque frecuenta poco las clases y más el Museo del Prado, donde admira las pinturas de El Greco, Velázquez y Goya, tanto como los tipos del barrio de Lavapiés.
  • 1898-1899. En Barcelona frecuenta el café-cervecería “Els Quatre Gats”, donde traba amistad con los pintores Casagemas y Nonell, y con los escultores Julio González y Manolo Hugué. Hace en este local su primera exposición con retratos de sus amigos, a los que añade los de Casas, Rusiñol y Utrillo. Estancias en Horta de Ebro (actual de San Juan) (Tarragona, Cataluña), para recuperarse de una escarlatina. Se hospeda en casa de su amigo Manuel Pallarés. Su personalidad humana y artística va conformándose. Por un lado se muestra inconformista y admira a Ibsen, Nieztsche, Wagner, Huysmans y Maeterlink. Por otro se siente interesado por el modernismo, el simbolismo, el impresionismo de Casas y Rusiñol (este también subyugado por El Greco), la obra de Toulouse-Lautrec, el expresionismo de Munch, Gauguin y los Nabis, el prerrafaelismo de Rosetti y la obra de otros pintores como Whistler y Steinlen, lo que explica su inclinación hacia temas como la enfermedad, la muerte y los ambientes lóbregos.
  • 1900-1904. Permanece a caballo entre París, Madrid, Barcelona y Málaga. En París conoce al marchante Ambroise Vollard y al poeta Max Jacob. En Madrid publica ilustraciones en la revista Juventud y funda con Francisco Soler la revista Arte Joven, en cuyas páginas adopta la firma de “Picasso”. En Barcelona realiza sus primeras esculturas (1902). Las estancias en Málaga son cortas.
  • 1904-1930. Se afinca en París de forma estable. Se relaciona con artistas como Matisse, Derain y Braque, con escritores como Apollinaire y el marchante Kanweiler. Realiza sus primeros grabados en 1905. Colaboraciones teatrales con Diaghilev y Cocteau. Se extienden en esta época los periodos de su pintura conocidos como “azul” y “rosa”, es el momento de sus relaciones más intensa con Braque, el momento en que desarrolla su cubismo y “neoclasicismo”. A partir de 1924 se relaciona con los surrealistas. En esta época sus amantes o esposas se llaman Fernande Olivier, Marcelle Humbert y Olga Koklova.
  • Desde 1931 alterna sus estancias en París con otras en Boisgeloup (Departamento de Eure), y las poblaciones mediterráneas del sur del país como Vallauris (hasta 1948), Cannes (hasta 1955), Aix-en-Provence, Mougins y Antibes desde 1956. Sus nuevas compañeras son Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque.
  • Los hitos fundamentales de su obra son a partir de:
  • – 1934. Un viaje por España, de donde saca su tema taurino.
  • – 1937. Pinta el “Gernika” para el pabellón Español de la exposición Universal de París.
  • – 1936-1945. Periodo de guerras, de él extrae el dramatismo, el desgarro, la angustia, que en lo formal se traduce en estilo expresionista, deformación de los rasgos y máxima libertad de ejecución.
  • – 1940. Litografías y cerámicas.
  • – 1949. Viaja por Italia.
  • – 1956. Realiza dibujos y esculturas sobre hormigón y variaciones sobre “Las Meninas” de Velázquez.
  • – 1966. Exposiciones retrospectivas de su obra en París, Londres y Nueva York.
  • – 1970. Donación de 2.200 piezas para el Museo Picasso de Barcelona (1970).
  • – Muere en Mouguins, cerca de Cannes, el 8 de abril de 1973, a los 92 años. Se halla enterrado en el castillo de Vauvenargues, entre Toulon y Niza.

Etapas de su pintura

En una sistematización hasta cierto punto arbitraria, aunque cómoda para la explicación del historiador, en la pintura de Picasso pueden distinguirse varias etapas, que describiremos a continuación.

Llegada a París

En 1900 Pablo Picasso llega a parís acompañado por el pintor Carlos Casagemas y el amigo Manuel Pallarés. Aquí conoce a Ambroise Vollard, protector de los impresionistas, los nabis y los fauves. También a Max Jacob, pintor bohemio y poeta católico. Recordemos también que en Madrid había ilustrado el semanario Juventud y fundado la publicación Arte Joven con Francisco Soler. Que había adoptado como nombre artístico el de “Picasso”, en Barcelona había realizado sus primeras esculturas, y en Málaga descubierto los toros. Por tanto ya se le puede considerar un artista de cierta entidad. De suyo le acoge bajo su protección el industrial barcelonés Pere Mañach (1900-1901). Es el momento de su obra experimental con la vida nocturna de Montmarte como pretexto. Pinta figuras femeninas con exaltación cromática pre-fauve, chispazos de color al modo puntillista y ecos de Toulouse-Lautrec, usando contornos curvos al modo “cloissoné”. Ejemplos: “Pierreuse” (Museo Picasso de Barcelona), “Muchacha” (Museo de Otterlo), “Señora en el palco” (col. part. Ginebra), “French can can” y “Mujer de vida nocturna”.

Picasso. «Ciego con niño», 1903. Museo Pushkin, Moscú

 

Época azul

Transcurre entre París y Barcelona, los años que van de 1901 a 1904, o sea cuando el pintor cuenta entre 19 y 22 años.

Le afecta el suicidio de su amigo Carlos Casagemas, como se aprecia por la temática triste de su pintura. Sobrevive duramente en París. Desaparece el lado frívolo de su obra, que se caracteriza por un predominio del color azul, trasunto de su melancolía, y un dibujo estilizado; el expresionismo, el drama y tragedia de la vida; con una emotividad intensa que se traduce en manierismo de las formas en la línea espiritual de El Greco, con aliento poético; sus personajes son seres lastimosos y resignados. Ejemplos de esta época los tenemos en “La vida” en sus diversos momentos de la pareja, la maternidad, los amantes, el dolor (Museo de Cleveland); “El niño enfermo” (Museo de Arte Moderno de Barcelona); “Madre con niño”; “La planchadora”, diferente a la de Degas en su concepto (Museo Guggenheim de Nueva York); “La Celestina”, de raíz ibérica y fuerte colorido; “Dama con corneja” (1904), de transición al periodo rosa siguiente.

Entre 1904 y 1930 vive en parís de forma estable. Mantiene relaciones con Matisse, Derain y Braque, con el escritor Apollinaire (defensor del cubismo) y el marchante Kanveiler. Entre 1904 y 1911 mantiene relaciones con Fernande Olivier.

Picasso. «Gertrude Stein», 1905-06. MOMA, New York

Picasso. «Arlequín niño con su madre», 1905. Staatsgalerie Stuttgart

Época rosa

Se extiende entre los años 1905 y 1906. Se caracteriza porque la tonalidad azul cede ante la rosa, sin la exclusividad que tuvo la azul; se suaviza el expresionismo, abriéndose a un romanticismo; por sus figuras plácidas y serenas; por el tema predominante del arlequín, bien solo o en familia, pues frecuenta el Circo Medrano en París; el arlequín es un personaje sacado del espectáculo (en origen de la comedia italiana), captado fuera de él; domina el dibujo, emplea una línea esencial; configura espacios simplificados al máximo; presenta delicadeza y gran gusto, sobre todo en la ternura con que trata los temas infantiles. Ejemplos: “Arlequín niño y su madre” (Museo de Stuttgart); “El Arlequín” (Col. part. París); “La familia de arlequines” (Galería nacional de Washington).

Época negra

Se extiende entre 1906 y 1907. Encuentra sus referentes en los relieves egipcios y griegos arcaicos y clásicos, así como en la escultura ibérica del Museo del Louvre. En una de las veladas de la coleccionista Gertrude Stein, en el 27 de la calle Fleurus, Picasso quedó hechizado ante una estatuilla de arte negro que le mostró Matisse. La influencia del arte negro se despliega en su obra: pintará figuras femeninas cuyos rostros recordarán a las máscaras negras africanas. Anuncian el cubismo la geometría de sus lienzos, su decoloración progresiva y el que la relación de objeto y espacio de origen renacentista se rompe a favor de espacio = volumen. Ejemplos de esta época son “Dos desnudos” de cuerpos macizos, primitivos en contradicción con los estilizados cánones de sus figuras anteriores; retrato de “Gertrudis Stein”; “La dama de los siete velos”; y, el ejemplo característico de “Las señoritas de Aviñón” (1907, Museo de Arte Moderno de Nueva York), planteamiento formal del cubismo.

Picasso. «Las señoritas de Avignon», 1907. The Museum of Modern Art, New York

«Las señoritas de Avignon»:

  • La figura de la izquierda (se entiende del espectador) ofrece deformaciones geométricas, gran simplificación y doble perspectiva en piernas, como en el Antiguo Egipto.
  • Las figuras centrales recuerdan al primitivo arte ibérico.
  • En cuanto a las figuras de la derecha, la que permanece de pie lleva como rostro una máscara construida con planos geométricos; y la sedente es una suma de perspectivas.
  • Los fondos aparecen afacetados, carentes de la perspectiva tradicional.
  • El bodegón es visto desde arriba.
  • Es un arte intelectual, no las figuras en sí mismas sino lo que sabemos de ellas.
  • Su colorido es sobrio, pues interesan las formas no su color (a diferencia del fauvismo).
  • La luz es estructural, busca formar relieves.
  • Importa el factor temporal, la fusión de instantáneas.

Su concepto del cubismo lo desaprueba Matisse. Braque llega a afirmar: “era como si Picasso hubiera querido que cambiásemos nuestra dieta normal por otra de estopa y petróleo”.

Cordada Picasso – Braque

Entre 1907 y 1909 se desarrolla lo que se ha dado en llamar “cordada Picasso – Braque”, por la unión compartida de sus investigaciones estéticas.

En 1907 Apollinaire presenta a Picasso el pintor Georges Braque, quien pese a su inicial interés por el impresionismo y el fauvismo, se encontraba en la línea de investigación de nuestro pintor.

Se mantendrán unidos hasta 1914 realizando obras relacionadas con Cézanne (que había fallecido en 1906). Buscan construir por medio del color, manteniendo una figuración pero con grande deformaciones geométricas.

En este momento se reconocen en Picasso varias etapas más.

Pre cubismo o cubismo cézanniano

Cubre los años 1907 a 1909. Desde el punto de vista temático se centra en bodegones (“Bodegón” de 1908), figuras (“El atleta”), paisajes de Creteuil, cerca de París, como en el caso de Cézanne, y de Horta de Ebro, en Cataluña, (“Le reservoir d’Horta de San Juan”) y retrato (“Tres mujeres”), pero en estas obras aún son reconocibles los objetos.

Picasso. «Ambroise Vollard», 1909-10. Museo Pushkin, Moscú

 

Cubismo analítico

Entre 1909 y 1913. La obra de arte ya no es para él un reflejo de la realidad sino objeto de propio derecho (un contra-objeto de la realidad, como en “El talismán” de Sérusier). La naturaleza en esencia no en apariencia (como en el impresionismo). Se analiza el objeto desde perspectivas múltiples que se interpenetran, formando un sinfín de planos con dos dimensiones, quedando abolida la perspectiva en profundidad. Se patentiza el “espacio interior”, evidenciado por esta interpenetración y transparencia de los planos. Se representa el tiempo en forma nueva, al plasmar en sucesión puntos de vista fusionados. Ejemplos: “La muchacha de la mandolina” (Col. part. Londres), retrato de “Ambroise Vollard”, y “El acordeonista” (1911), coincidente con el momento más progresivo que da en un cubismo hermético con pérdida de la figuración, casi abstracción plena (de ahí su denominación por casi irreconocible) y puntillismo cromático que aumenta la autonomía de la obra respecto a la naturaleza la convertirse en un contra-objeto con valor en sí mismo.

El cubismo hermético de 1912 produce el temor de que no va a ser comprendido por el espectador, al no identificar nada. Introducirá en el espacio plástico letras, cifras y “collages” como contrapuntos “reales” en la pintura.

Realiza “Cerámica” en 1913.

Entre 1911 y 1915 conoce a Eva Gouel, a la que llama “ma jolie”.

Picasso. «Los pájaros muertos», Sorgues, 1912. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Cubismo sintético

Cubre el periodo 1912 hasta aproximadamente 1918. En 1914 la experiencia cubista ha llegado a su madurez.

A la fragmentación “analítica” de los objetos seguirá su construcción “sintética” a partir de materiales inicialmente no artísticos, aplicados a la obra por diversos procedimientos:

  • El collage o papier collé: trozos de periódico, etiquetas, plancha de linóleum, etc., encolados a la superficie del soporte como simples planos de color trasuntos de la “realidad” (“Naturaleza muerta con silla de mimbre”). Además, los planos se amplían y dinamizan, la representación se torna comprensible, el color se enriquece y se aplican al soporte efectos puntillistas y texturas nuevas (a base de arena, limaduras y otros materiales), lo que hace que algunos se refieran a este cubismo como “cubismo rococó”.
  • El assemblage (ensamblado): experiencias de collage en el plano tridimensional, aplicando al soporte materiales reales en tres dimensiones, acercándose al relieve escultórico, pensado para ser visto y tocado (“Botella y guitarra”, 1914; “Vaso de vino y dado, 1914; “Guitarra y botella de Bass”).

Para Braque se trata de dotar a la obra de una “objetividad, una certidumbre”.

Picasso opina que es una forma de divertirse o de burlarse del espectador: ¿qué es ilusión o realidad?.

A partir de ahora, la obra de Picasso va a estar inspirada por el sentimiento, más que por la racionalidad.

Barr y Read, entre otros, reconocen a partir de ahora varias etapas caracterizadas por la experimentación constante.

En el plano sentimental se suceden varias amantes: Marcelle Humbert, Olga Koklova, Marie Therese Walter, Dora Maar, Françoise Gilot, y Jacqueline Roque (que permanecerá veinte años a su lado)

Picasso. «Mujeres corriendo», 1922. Musée National Picasso, París

Retorno a la figuración seudo-clásica

Abarca los años 1915-1917, con intervalos en el futuro.

Recibe también otras denominaciones, tales como neoclasicismo arcaizante o extremo, y realismo clásico o ingresco (Barr).

Varias influencias lo explican:

  • Un viaje por Italia en 1917, en que visita museos de Roma y de Nápoles, partiendo de su interés previo por el arte antiguo. De nuevo contacta con el coreógrafo Diaghilev que se hallaba en la ciudad preparando un estreno para París y a través de él con Cocteau, Falla y Stravinsky.
  • La admiración en la pintura de Ingres de su modelado simplificado y de la línea pura.
  • La tradición idealista europea.

Este retorno presenta dos direcciones: hacia lo imaginativo y hacia lo fantástico.

Se caracteriza por un retorno al orden; predominio del trazo instintivo, muy diestro, dinámico, deformante al gusto moderno (sus dibujos recuerdan las decoraciones de los vasos griegos o prehistóricos); en la pintura da solidez arquitectónica a las figuras, las hace esculturales y simplificadas (“Dos mujeres corriendo”, 1922); su tema preferido es la maternidad.

Este periodo coincide con una revisión de la Antigüedad en otros artistas como Maillol, Moore, De Chirico y Severini.

Picasso. «La lectura en Boisgeloup», 1932. Musée Picasso, París

Picasso. «Los tres músicos», 1921. The Museum of Modern Art, New York

Gran cubismo o cubismo monumental

Hacia 1921 surge esta orientación con la que busca renovar expresivamente su obra, en concreto el cubismo sintético. Emplea grandes planos y composiciones, que reaparecen en su obra en las décadas de 1930 y 1940. Ejemplos: “Tres músicos”, donde se aprecia cubismo en los rostros, frontalismo y ordenamiento racional (aunque dislocado). A esta obra opondrá en el periodo ingresco otra titulada “Tres bailarinas” (1925), con un cubismo más dislocado, convulsivo, quizás bajo la influencia de Miró.

Cubismo curvilíneo

Hacia 1923 – 1925, con reaparición entre 1932 – 1934 (que regresa a la síntesis entre 1940 y 1944). Como su denominación indica, tiende a lo decorativo o exuberante (“La lectura en Boisgeloup”, 1932).

Picasso. «Gernika», 1937. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Surrealismo (que desembocará en un expresionismo)

Desde 1925. Periodo convulsivo, inquietante y metafísico (en observación de Barr), por influencia de la lectura de los textos de Breton y de la pintura de Arp, su amigo Miró y el pintor Tanguy.

Participa en la Primera Exposición de los Surrealista en París.

Explota la fantasía y el inconsciente: los binomios sexo / fecundidad, nacimiento / muerte, amor / violencia.

El ejemplo es su pintura de “Gernika” (1937), que se expone en el Pabellón español de la Exposición Universal de París de ese año. Es una pieza mural de 351 x 782 cm; sus colores son acromáticos: gris, negro, blanco, con los que traducir el drama del bombardeo; su estilo es cubo – surrealista – expresionista y busca la desfiguración como un grito contra la guerra; ciertos personajes simbolizan ideas: el toro la brutalidad, la fuerza, el dolor, la angustia, la destrucción, el caballo representa al pueblo; la esperanza de la solución al conflicto viene representado por la luz.

Hay varios aspectos más a destacar, como que inicia su amistad con el poeta surrealista Paul Eluard, que incita a Picasso a escribir poesía e incluso teatro (”El deseo atrapado por la cola”, 1941). Es nombrado director del Museo del Prado. En esta época realiza grabados y litografías.

Picasso. «Masacre en Corea», 1951. Musée Picasso, París

Expresionismo

Su inclinación al expresionismo continuará en los años posteriores al ”Gernika”, influido por la tragedia de la Guerra Civil española y de la Segunda Guerra Mundial. Sus figuras adoptan anatomías retorcidas y las colorea con un cromatismo estridente o bien frío y oscuro. Obras de este momento son “Mujer llorando” (1939, Col. part.), “Bodegón con cráneo de buey” (Col. part. De Dusseldorf) y “Masacre en Corea” (1951). Otros temas son la cabeza desollada, el gato cazando un pájaro, la calavera y una vela, el caballo yacente, la mujer llorando y el Minotauro [1].

Es el momento en que, ya afiliado, al Partido Comunista francés, trabaja a favor del pacifismo. Recibe el Premio Lenin de la Paz en 1950 y 1962.

Con el paso de los años su expresionismo se hace más lírico.

Picasso. De la serie «Las Meninas», 1957. Museo Picasso de Barcelona

Cerámica creativa de Picasso

Picasso, Rafael y la Fornarina, XXIV. Suite 347, 1968.

Se plantea el problema de la creación artística

Asistimos en su obra, desde 1953, a diversas interpretaciones de obras ajenas desde su estética personal. Entre ellas, las más famosas, son “Las mujeres de Argel” (1955), de Delacroix; “Las meninas”(1957), de Velázquez; “Almuerzo en el campo” (1959), de Manet; un tema tan representado por los artistas como “El pintor y la modelo” (1963); “El entierro del Conde de Orgaz” (1969), de El Greco; “La matanza de los inocentes” de Poussin; “La matanza de las sabinas”, de David, entre otras.

Su obra es variada:

  • Murales: “La caída de Ícaro” para el edificio de la UNESCO en París, 1958; Decoración del colegio de Arquitectos de Barcelona, 1960; “La guerra y la paz” con que decora la bóveda de la Capilla de Vallauris, en 1948.
  • Cerámica: tras asentarse en Vallauris, cerca de Cannes, terminada la Segunda Guerra Mundial, se interesa por la ejecución de vasos concebidos como pinturas tridimensionales.
  • Grabados: litografías en su mayor parte. Destacan la serie de 347 realizadas en Mouguins en 1968 con sorprendente inventiva, línea pura y erotismo alegre, y la “Suite Vollard” (1933), cien grabados de tema diverso con el Minotauro como protagonista.
  • Aguafuertes.
  • Linóleos.
  • Escultura, a la que dedicaremos una atención especial.

La escultura de Picasso. Su evolución

Las preocupaciones humanas y formales de Picasso también se plantean en su obra escultórica, que sigue una evolución paralela a la pictórica:

Picasso. «El loco». París, 1905 (Fondation Pierre Gianadda)

Picasso. «Cabeza de mujer (Fernande Olivier»), París, 1909. (Museo Picasso, Barcelona)

Periodo juvenil a partir de 1902

Periodo realista, oscilante entre el modernismo y el impresionismo.

Se interesa por la escultura primitiva, tanto ibérica como negro – africana.

Le preocupan las interpretaciones psicológicas (como en sus etapas azul y rosa).

Su obra del momento son tallas en madera y fundidas en bronce: “Mujer sentada”, “El loco”, “Cantor ciego”.

Periodo cubista entre 1909 y 1914

En sus dos fases: analítica y sintética.

Cubismo analítico:

Introduce los conceptos de visión simultánea y consecutiva, así como la metamorfosis.

Modifica la realidad de la escultura al estructurarla en planos y líneas.

Introduce concavidades: primeros ensayos sobre el vacío como valor escultórico. Va más allá del mero “expresionismo” de Matisse con su “Jeannette V” (1910-1913).

No obstante conserva la unidad del asunto, pese al análisis geométrico.

Ejemplo: ”Cabeza de mujer” (Fernande Olivier)”, 1909.

Picasso. «Vaso de ajenjo», 1914. Philadelphia Museum of Art

Picasso. «Cabeza de toro», 1943 (Musée Picasso, París)

Picasso. «Mujer en el jardín», 1929-30 (Musée Picasso, París)

Cubismo sintético

“Construcciones” derivadas del collage pictórico, introduciendo en escultura nuevos materiales: chapa metálica, alambre, cordeles, madera sin tallar etc.

Obra: “Guitarra”, “Botella y guitarra” (1914); “Vaso de ajenjo” (1914), incorporando una cucharilla de uso cotidiano, objeto encontrado (objet trouvé).

Periodo clásico 1915 – 1930

Vuelve al estilo clásico que le interesó antes del cubismo y crea su particular estilo greco-romano.

Colaboraciones con Julio González entre 1928 y 1932 y momento surrealista

González le enseña la soldadura directa, que utilizará en sus esculturas de metalistería.

Obra: Estructuras de hierro: “Mujeres en el jardín”, “Cabeza de mujer”, “Figura de mujer 30” (hasta 50 piezas); Cabezas fundidas en bronce, grandes y distorsionadas; Estatuillas de palo: mágicas, luego fundidas en bronce, recuerdan a las de Giacometti; Jaulas espaciales: o “dibujos en el espacio”, realizadas con alambre, modelos para monumentos en que pueda entrar el hombre tomando conciencia del espacio delineado (influirá en la escultura de Giacometti y de Calder).

Periodo entre 1940 y aproximadamente 1956

Su genio escultórico alcanza revelaciones sorprendentes.

Se caracteriza por la libertad de procedimientos, con sentido lúdico; imaginación creadora; materiales diversos “encontrados”; al margen de cualquier tendencia.

Obra representativa: “Hombre con un cordero” (1944), con modelado; “Cráneo de toro” (1943) manillar sillín de bici ensamblados; “Cabra” (1950), con yeso y mimbre en el original; “Cráneo”, sobre un guijarro; “Mujer con cochecito de niño” (1950); Figuras rotas y harapientas, realizadas con cartón y tela; Pájaros; “Grulla”, con un grifo como cabeza, una paleta de albañil para el cuerpo y la cola, y tenedores como patas.

Picasso. «Mujer con los brazos separados», 1962 (Musée National d’Art Moderne, Centre Georges Pompidou, Paris) (Foto: Galerie Leiris, París)

Periodo final entre 1956 y 1973

Prosigue sus investigaciones sobre formas en acción (“Futbolistas”, 1961); posibilidades de montaje y ensamblado (“Bañistas”, 1956); y propiedades de la plancha de hormigón pintada y en escultura monumental (“Mujer, 1962, en el centro Lírico de Chicago).

Valoración de Picasso en el contexto del siglo XX

Picasso, en primer lugar, fue un vanguardista nato por su decisión para cambiar; por su voluntad de experimentación; y por su confianza total en la subjetividad creadora.

No sólo fue creador del cubismo, del que parte precisamente la renovación artística del siglo XX.

Se adelantó con su experimentación a otras prácticas artísticas, señalando o abriendo caminos al arte moderno.

En concreto, y según Penrose [2]:

  • Dio dimensión artística a los objetos encontrados.
  • Ensambló dichos materiales creando obras texturales y matéricas, cuadros plástico – ambientales o esculto – pinturas, de las que se van a derivar otras técnicas como el “objeto manufacturado” de Duchamp (ready made) o el fotomontaje de Hausmann, etc.).
  • Sus seguidores más próximos serán Alexander Archipenko, Henri Laurens y Jacques Lipchitz, con sus “construcciones o esculturas cubistas.
  • Otros seguidores se linean con tendencias varias: futurismo; dadaísmo: Schwitters (merz); constructivismo: Tatlin parte de las construcciones de Picasso; surrealismo: Miró, Arp, Moore; pop-art: Tinguely, Johns, Warhol; nuevos realismos; arte pobre, postminimalismo , etc.

Bibliografía complementaria

AMÓN, Santiago. Picasso. Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1973.

BARR, Alfred Hamilton. La definición del arte moderno. Madrid, Alianza, 1989.

BERGER, John. Ascensión y caída de Picasso. Madrid, Akal, 1973.

BLUNT, Anthony. Picasso’s “Guernica”. New York, Oxford University Press, 1969.

COMBALÍA DEXENS, V. Estudios sobre Picasso. Barcelona, Gustavo Gili, 1981.

ELGAR, Frank – MAILLARD, Robert. Picasso. A study of his work. New York, Praeger, 1956.

GARAUDY, Roger. Hacia un realismo sin fronteras. Picasso, Saint-John Perse, Kafka. Buenos Aires, Lautaro, 1964.

HOMMAGE Á PABLO PICASSO. Paris, Ministère d’Etat d’Affaires Culturelles, 1967.

JAFFE, Hans L. Pablo Picasso. Barcelona, Nauta, 1970.

MÁLAGA. CENTENARIO DE PICASSO. Madrid, Ministerio de Cultura, 1981.

MANERO, Vicente. Picasso y el toro. Madrid, Cálamo, s. a.

IDEM. Guardini, Picasso, Heidegger… Madrid, Punta Europa, 1959.

IDEM. Picasso y el monstruo: una introducción. Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1986.

MARTÍN-GONZÁLEZ, J. José. Lo hispánico en Pablo Picasso. La Laguna, Universidad de La Laguna, 1958.

OTERO, Roberto. Lejos de España. Encuentros y conversaciones con Picasso. Barcelona, Dopesa, 1975.

PABLO PICASSO. Recortes de periódicos y revistas.

PENROSE, Roland. Portrait of Picasso. New York, Museum of Modern Art, 1957.

“PICASSO. LA VIDA Y LA OBRA”. Madrid, Gaceta Ilustrada, núm. 863, de 22 de abril de 1973.

PICASSO: OBRA GRÁFICA ORIGINAL 1904-1971. Madrid, Ministerio de Cultura, 1981.

PONGE, Francis-DESCARGUES, Pierre. Picasso. Barcelona, Blume, 1974.

POMPEY, Francisco. Picasso, su vida y sus obras. Madrid, Artes Gráficas Iberoamericanas, 1973.

READ, Herbert. Breve historia de la pintura moderna. Barcelona, Serbal, 1984.

RODRÍGUEZ AGUILERA, Cesáreo. Picasso 85. Barcelona, Labor, 1968.

SPIES, Werner. Esculturas de Picasso. Obra completa. Barcelona, Gustavo Gili, 1971.

V.V.A.A. Les demoiselles d’Avignon. Barcelona, Polígrafa, 1988.

Imagen de la portada: Picasso fotografiado por Arnold Newman en Vallauris (Francia), junio de 1954

Notas

[1] En la mitología helénica, personificación del rey sagrado cretense, hijo de Pasifae y el toro Poseidón, muerto por Teseo con ayuda de Ariadna.

[2] PENROSE, Roland. Portrait of Picasso. New York, Museum of Modern Art, 1957. Vol. II, p. 220.