El Libro de Oro de Navarra a S. S. el Papa Pío XII

1950 fue el Año Santo “del gran retorno y del gran perdón”, declarado por el Papa Pío XII en un horizonte cargado de tensiones y con las heridas de la Segunda Guerra Mundial todavía abiertas. Un mensaje de paz subyace en este Jubileo de todos los hombres y también de los más alejados de la fe cristiana, no obstante la dificultad de los católicos del Este de Europa en acudir a Roma. El momento en que Su Santidad Pío XII proclamó al mundo entero, representado en la Plaza de San Pedro por quinientos mil fieles y 622 obispos, el dogma de la Asunción de María, fue definido como “la mejor predicación del siglo” [1].

Navarra no quiso permanecer indiferente ante este gran acontecimiento religioso que se presentaba como ocasión para la reconciliación, la conversión y la penitencia sacramental. Por eso, la Diócesis de Pamplona, de conformidad con el pasado cristiano de Navarra, quiso ofrecer al Santo Padre un testimonio de su fe viva materializado en un álbum personalizado que recogiese la memoria de su trayectoria religiosa a través de los siglos. Antonio Ona de Echave, párroco de San Lorenzo (Pamplona) [2], había iniciado los trabajos conducentes a lo que con mayor propiedad se llamaría Libro de Oro de Navarra, a cuya iniciativa se sumó gustosa la Diputación Foral de Navarra al asumir su iniciativa como propia y que, una vez confeccionado, entregaría a Su Santidad una comisión de diputados forales desplazada a Roma presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Enrique Delgado Gómez [3], y formada por Jesús Larrainzar Yoldi, Carmelo del Villar Callén y José Ángel Zubiaur Alegre [4], mi padre, a quien la Corporación Foral, por Acuerdo de 30 de junio de 1950, había designado para que organizase y dirigiese, contando con las colaboraciones y ayudas necesarias, la labor de confección de dicha obra. En ella, reza el Acuerdo de la Diputación, se recogerían las actividades religiosas de este Antiguo Reino y las aportaciones de sangre y otros bienes con que tanto sus hijos como las Entidades del mismo han contribuido siempre a la causa de la catolicidad de la Iglesia”.

Portada del original en plata (Talleres de Arte. Madrid)

El Libro se concibió como ejemplar único de acuerdo a su especial significación, una imitación de códice eclesiástico manuscrito con letra gótica y miniado a la manera tradicional conteniendo sesenta hojas de pergamino encuadernadas a la romana con cubiertas de plata sobredorada y con formato apaisado. En la parte superior de la tapa campeaba el escudo de Navarra con esmaltes, en el centro el de Su Santidad, abajo el de España, y a los lados las imágenes de San Fermín y San Francisco Javier, patronos de nuestra Comunidad, protegidos bajo una triple arquería de arcos góticos conopiales a los lados flanqueando uno central del tipo carpanel trilobulado que cobija la dedicatoria. Composición toda ella orlada por un fino sogueado recorrido exteriormente por una cenefa de hojas con suave ritmo curvilíneo. La leyenda decía: “A Su Santidad el papa Pío XII, el antiguo Reino de Navarra”. En el reverso iban el escudo de Navarra, el del obispo diocesano a su derecha y el de Pamplona a su izquierda, dentro de rosetones cuadrilobulados de estilo gótico, de mayor diámetro el de Navarra, centrados en un panel surcado en relieve por líneas convergentes que liberaban rombos en cuyo interior se habían insertado rosetas cuadripétalas de sabor islámico, todo el panel recorrido exteriormente por las cadenas del Reyno, un cordón y una cenefa con una sucesión de tallos vegetales formando suaves arabescos de aliento gótico. Por encima del escudo navarro las palabras AÑO SANTO y por debajo el año del jubileo: 1950.

En las páginas interiores se reflejaba la historia de Navarra en su vida religiosa, tanto en el pasado como en el presente, así como las aportaciones de las instituciones navarras al desarrollo religioso y social. En el índice figuraban los siguientes capítulos paginados con números romanos:

  • La Diócesis de Pamplona (I)
  • La Catedral (IX)
  • Catálogo de Obispos de esta Diócesis (XI)
  • Estadística actual de templos, ermitas, Cofradías, Asociaciones piadosas etc. (XIV)
  • Signo vocacional de Navarra (XXI)
  • Secretariado de Misiones (XXIII)
  • Secretariado Catequístico (XXV)
  • Secretariado de Ejercicios Espirituales (XXXI)
  • Acción Católica (XLII)
  • La Congregación Mariana (XLVIII)
  • Las Romerías (LIII)
  • La Cruzada Española (LXII)
  • La Enseñanza en Navarra (LXIX)
  • Acción Social (LXXVII)
  • Institución Príncipe de Viana (LXXXI)
  • Santuario de San Miguel (CXI)
  • La Beneficencia (CXIII)

El volumen no presentaba los créditos usuales en los libros impresos sino que se configuraba como memoria de una colectividad, la navarra, aunque a su elaboración contribuyeron numerosas personas, unas en el plano literario o aportando informaciones, y otras en el artístico, cuyos nombres conocemos por ser mencionados en la documentación oficial.

Hubo colaboraciones desinteresadas como las de los sacerdotes Teodosio Aoiz [5], Agustín Arbeloa Egüés [6], Alejandro Maisterrena Etuláin [7], Casimiro Saralegui Lorea [8], José Goñi Gaztambide [9], Jesús García Mendiri [10], la comunidad de padres salesianos y jesuitas, además del ya nombrado Antonio Ona de Echave. Entre los colaboradores no eclesiásticos, escribieron en él Dolores Baleztena Ascárate [11], Javier Donézar Sarasíbar [12], José Esteban Uranga Galdiano [13], Fermín Mugueta Sarasa [14], Francisco López-Sanz Latasa [15], Manuel Laguna Buitrago [16] y José Ángel Zubiaur Alegre. Facilitaron datos económicos las dos Cajas de Ahorro navarras (Municipal y Provincial) y la empresa Pedro Mayo.

La parte artística es sin duda para nosotros la más interesante, puesto que en el Libro de Oro participaron orfebres, amanuenses, dibujantes y encuadernadores. Al frente de estos profesionales y llevando la dirección artística de todos ellos y de la distribución de las páginas del Libro, con la consiguiente responsabilidad y trabajo de ornamentación, estuvo Leocadio Muro Urriza [17], afamado ilustrador por su seriedad y pulcritud en el trabajo, quien, además, realizó tareas de dibujante, todos ellos contratados al efecto. El total de gastos, lo que hoy llamaríamos producción del libro, ascendió a 61.710 pesetas.

Participaron como dibujantes el sacerdote Nicasio Albéniz Armendáriz [18], Leocadio Muro Urriza, Antonio de Assas y Zabala [19], José Félix Erice Echaide [20], los hermanos Juan María y José Luis Cía Gaetano [21], Pedro Lozano de Sotés [22], Alfredo Surio de la Cuesta [23] e Ignacio Gatell [24]. José Ayestarán facilitó los pergaminos por medio de la empresa de curtidos de su nombre en la calle Calderería de Pamplona, los Talleres de Arte, de Madrid, diseñaron y elaboraron las cubiertas, y José Azurza se encargó de ordenar las hojas de pergamino del libro en rama para su encuadernación con las tapas de plata y cierres en los citados Talleres madrileños, que llevó personalmente a la capital el secretario particular del diputado Zubiaur, Pedro Erro Galar.

Portada de la copia en pergamino (Encuadernaciones Azurza)

Contraportada de la copia en pergamino (Encuadernaciones Azurza)

Portada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ornamentación del corte de la copia (Encuadernaciones Azurza)

Se conservan en las bibliotecas de Navarra al menos tres ejemplares de tales copias fotográficas en blanco y negro del álbum original: dos en el Archivo Real y General y una en el Monasterio de Leire. La reproducción fotográfica, realizada por Francisco Zubieta Vidaurre, en la que centraré mi análisis por ser la de libre acceso que nos permite imaginar la riqueza del manuscrito original existente en el Vaticano, lleva por título el que figura en la tapa, A SU SANTIDAD EL PAPA PIO XII, EL ANTIGUO REINO DE NAVARRA, y, en la portada, al comienzo del libro, también en letras mayúsculas de estilo gótico, ESTE ES EL LIBRO DE [en nexo] ORO DE NAVARRA [esta palabra en caracteres mayores], PORQUE RECOGE EL ESPÍRITU CATÓLICO DEL ANTIGUO REINO EN AMOROSO HOMENAJE AL SANTO PADRE. El diseño de esta página es hermosísimo, seguramente miniada por Muro Urriza por la elegancia y estilización de los caracteres y de las figuras representadas. En ella un caballero de luengo escudo con el águila real emblema de Sancho VII el Fuerte rey de Navarra, con lanza en ristre y penacho del yelmo al viento es representado sobre cabalgadura elegantemente vestida con gualdrapa bajo la leyenda NAVARRE . SANCIUS . DEI, todo ello en el interior de la letra capitular E, que da comienzo al texto pulcramente definido en varios renglones, las palabras de las cuatro bandas inferiores separadas por puntos, y en gran parte orlado con cenefas vegetales y una escuadra del lado del lomo en la que se enrosca un gracioso dragón de rabo estilizadísimo y cuya boca exhala una llama caprichosamente tornada en hojas.

Las dimensiones en centímetros de las réplicas en copia fotográfica son de 16 de alto por 25 de ancho y 7 de grueso, guardada cada una de ellas dentro de un estuche ad hoc de cartón forrado de tela con cinta de seda para facilitar la extracción del ejemplar. La encuadernación de las réplicas es en pergamino con cubiertas de tapa dura y corte ilustrados. Aquellas exhiben un fino trabajo de repujado previo aplanado de la piel de pergamino mediante cincel, asentado del oro y policromado, y repiten los motivos y adornos de las de metal pero en este caso grabados a rueda sobre la piel. Y el corte de la parte delantera, opuesta al lomo, es a teja canal y en los lados superior e inferior recto. Su ornamentación es de gran belleza pues sobre fondo dorado se ha grabado una sucesión de medallones lobulados encabalgados formando rosetas en alternancia de azules con rojas rellenando los espacios libres con cruces patadas de varios palos y flores de lis. Queda cobijado el corte por la ceja de las tapas que le sirven de realce.

Dedicatoria (Nicasio Albéniz)

Tras la cubierta del Libro, que en su cara interior lleva guardas de raso blanco ornamentado con flores y tallos vegetales, se incluye una portadilla miniada y rotulada en letra gótica por Nicasio Albéniz (cuya firma queda disimulada en el ángulo inferior derecho del lector), y sobre cartela dorada la dedicatoria al Sumo Pontífice: Navarra al / Vicario de / Jesucristo. Este texto, situado en el medio, queda bajo el emblema del sucesor de Pedro, las dos llaves del reino del Cielo sobre montadas por la tiara papal, y bajo aquella, al centro igualmente, el escudo doblemente laureado de Navarra acompañado a cada lado por dos jinetes a caballo, que cabriolean, con sus gualdrapas y todo, y los caballeros blandiendo espada y con escudo, sus cabezas tocadas con ornato de plumas, todo este conjunto enmarcado por el guardapolvo de un retablo decorado en los laterales por figuras de santos de la Iglesia, destacándose todo él sobre un fondo de tallos, palmetas y flores en abigarrada y bien delineada composición. Las guardas de raso se repiten en el interior de la contracubierta. Como se ha explicado, en la edición replicada del original, las cubiertas de plata han sido sustituidas por otras de pergamino, pero las originales eran de plata de ley, con fino trabajo de repujado y cincelado, dorado con oro fino y con escudos y motivos decorativos esmaltados, más cantoneras y cierres para su mayor prestancia y seguridad. Su elaboración fue dirigida en los Talleres de Arte, de Madrid, por el sacerdote, escultor, pintor y orfebre liturgista Félix Granda Buylla. La encuadernación de las réplicas fue realizada en edición de lujo por el encuadernador José Azurza, conocido artesano con negocio en San Agustín 38 de Pamplona [25], que supo elevar su oficio a categoría de arte.

Diseño de página

El interior del Libro manuscrito a plumilla en letra gótica cursiva, con cenefas, adornos y viñetas a pincel y varias tintas previo desengrasado del pergamino con polvos de talco, presenta en las páginas de texto una composición a doble columna con márgenes justificados (con ayuda de puntos corridos) y comienzo de párrafo con sangrado de varios espacios iniciado con letra capital inserta en un motivo referido al tema de que se va a tratar. Cada hoja del manuscrito presenta invariablemente una cabecera consistente en una cenefa corrida adornada por arabescos variados, generalmente entrelazos vegetales o filacterias combinados con figuritas humanas, guerreros, ángeles, animales de un imaginado bestiario (por ejemplo cabezas humanas con cuerpo de reptil cuyo rabo se mezcla con la vegetación) o capullos alados distribuidos en torno a un motivo central que suele ser un jarrón, una cruz en cartela, una casa, el anagrama IHS [Iesus Homo Salvator] o las palabras PIVS XII – P. M. [Pío XII Pontifex Maximus] conforme al deseo de personalizar el libro en la figura de su destinatario, todo ello evocando la decoración a candelieri del Renacimiento. Las dos columnas de texto están separadas por un calle o medianil en la que se ha introducido una banda vertical que da equilibrio al conjunto y se decora de manera imaginativa en forma de eje del que brotan hojas como si se tratase de un tallo o en el que se enrosca una filacteria contraponiendo estéticamente la sinuosidad a la verticalidad, en clara evocación de los marcos de encuadramiento de los retablos barrocos. Esta banda presenta remates en forma de animalillos, guerreros, pájaros, grifos, o la Cruz como motivos representativos.

Viñetas de Muro Urriza

Ejemplo de viñetas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El texto va acompañado de numerosas viñetas de formato rectangular, o cuadrado, de monumentos, figuras alusivas, objetos litúrgicos, composiciones de figuras, interiores de templos, vistas de poblaciones, edificios dedicados a la enseñanza o al cooperativismo, sanatorios, emblemas como el de la Institución Príncipe de Viana, etc. Asimismo tablas con estadísticas numéricas (que obligan a quebrar el párrafo), otros datos dentro de cartelas de bordes curvos o enmarcadas por cíngulos acabados en borlas, con sabor neo-medieval. En el dibujo de algunas viñetas es fácil de identificar la mano de Leocadio Muro Urriza, como es el caso de los dibujos que cierran el libro: dos ángeles músicos de estilizado canon y limpio contorno que tocan trompetas sobrepuestas sus figuras a dos círculos, seguramente de cromatismo audaz que no es posible apreciar en esta copia fotográfica en negro, en uno de los cuales (el izquierdo) se inscribe el escudo del Papa Pío XII (una paloma con ramita de laurel en el pico posada en un promontorio sobre las aguas símbolo de la vida tras el diluvio universal) y en el opuesto la inscripción AÑO / SANTO / 1950, el año del perdón, como colofón del Libro de Oro. Otras viñetas son clara autoría de Pedro Lozano de Sotés, aquellas referidas a los requetés heridos en el frente de combate o el romero penitente ante el santuario de Ujué, en las que destacan el firme modelado y la acusada perspectiva de los motivos representados. Pero, en general, no es fácil distinguir el trabajo de otros autores, la mayoría de ellos dedicados a la ornamentación.

Viñeta de Lozano de Sotés

La pulcritud del conjunto pone en evidencia la controlada dirección artística del proyecto coordinado por Muro Urriza, al que creo debe atribuirse la mayor parte de la rotulación del texto en caracteres góticos, pues la rotulación de pergaminos era una de sus especialidades, y, desde luego, sobresale el aire historicista del libro en su conjunto.

Bibliografía:

Acuerdo de la Diputación Foral de Navarra de 30 de junio de 1950 por el que designa al diputado foral que suscribe [José Ángel Zubiaur Alegre] para que “organice y dirija, contando con las colaboraciones y ayudas que crea necesarias la labor de confección de la obra de que se trata [Álbum o Libro de Oro], dando cuenta periódica a esta Diputación, a los efectos de los acuerdos oportunos, de la marcha de los trabajos”. Archivo JAZA.

ARCHIVO REAL Y GENERAL DE NAVARRA. A su Santidad el Papa Pio XII, el antiguo Reino de Navarra [: Año Santo 1950 : éste es el Libro de Oro de Navarra, porque recoge el espíritu católico del antiguo Reino en amoroso homenaje al Santo Padre]. [Pamplona] : [Diputación Foral de Navarra], [1950?]

AUÑAMENDI EUSKO ENTZIKLOPEDIA. FONDO BERNARDO ESTORNÉS LASA. Donostia-San Sebastián, Eusko Ikaskuntzaren Euskomedia Fundazioa, 2002-2013.

GRAN ENCICLOPEDIA NAVARRA. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1990, 11 vols.

MURUZÁBAL DEL SOLAR, José María. “Leocadio Muro Urriza”, en V.V.A.A. Pamplona. Año 7. Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona, 2007, pp. 21-35.

TESTIMONIO oral de José Félix Erice Echaide.

WIKIPEDIA. Félix Granda. Localizador: https://es.wikipedia.org/wiki/Félix_Granda. Consulta: 31.05.2017

(Las reproducciones fotográficas en blanco y negro fueron realizadas por Francisco Zubieta

Una versión reducida de este artículo fue publicada en la web de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, de la Universidad de Navarra, con la entrada:

http://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/aula-abierta/pieza-del-mes/2017/junio

Notas

[1] Recuperado de http://es.catholic.net/op/articulos/4877/cat/114/historia-de-los-jubileos.html

[2] Cárcar, Navarra, 25.7.1905-Pamplona, 1.4.1987. En 1951 sería nombrado Vicario General de la Diócesis de Pamplona-Tudela, más tarde Obispo de Disti y auxiliar de Lugo.

[3] Valverde de Llerena, Badajoz, 1888-Pamplona, 1978. Doctor en filosofía, teología y derecho canónico. Obispo de Pamplona entre 1946 y 1968, tras serlo de Almería.

[4] Bilbao 28.2.1918 – Pamplona 22.03.2012. Abogado y licenciado en Filosofía y Letras, de trayectoria carlista. Concejal del Ayuntamiento de Pamplona y Diputado foral (1948-1952), como tal representó a Navarra en el IV centenario de la llegada de San Francisco Javier a Japón (1949). Posteriormente fue Director de la Hacienda Foral de Navarra y, en política, Procurador en Cortes por el tercio familiar (1967), cofundador del Frente Navarro Independiente y de Unión del Pueblo Navarro (GARCÍA-SANZ MARCOTEGUI y OTROS. Diccionario biográfico de los Diputados forales de Navarra (1931-1984) y de los Secretarios de la Diputación (1834-1984). Pamplona, Gobierno de Navarra, 1998, pp. 265-271).

[5] Canciller del Obispado de Pamplona en 1950.

[6] Mañeru, 1914-Pamplona, 1998. Profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra y Canónigo de la Catedral de Pamplona. Autor de La Doctrina de la predestinación y la gracia eficaz (1950), Constitución de la Iglesia y Vitalidad de la Iglesia (1959), Paternidad y educación (1961) y Luz y niebla de encrucijada (1991), un canto a la paz en un libro que habla de su participación en la guerra civil.

[7] Pamplona, 1884-1974. Capellán de la Prisión Provincial de Pamplona y canónigo de la catedral metropolitana. Uno de los impulsores del movimiento cooperativo navarro. Director de La Acción Social Navarra. Prelado doméstico de Su Santidad. La Obra sindical de Cooperación le concedió la medalla de oro.

[8] Nacido en Puente La Reina, Navarra, 1907. Autor de Piedras familiares y piedras de tumbas de Navarra (1966) y del libro de memorias Vivencias y recuerdos de un cripto (1991). Miembro de la Real Sociedad de Amigos del País.

[9] Arizaleta, Navarra, 26.01.1914 – Pamplona, 21.11. 2002. Historiador, doctor en teología por la Universidad Gregoriana de Roma (1941), profesor en el Seminario de Pamplona (1943-1968) y catedrático de Historia de la Iglesia en la Universidad de Navarra (1966 en adelante). Canónigo archivero de la Catedral de Pamplona (1956). Miembro del Instituto Nacional de Estudios Históricos y de la Real Academia de la Historia. Exhaustivo investigador de la historia eclesial, destacan sus libros Los navarros en el Concilio de Trento y la reforma tridentina en la Diócesis de Pamplona (1947), Historia de la Bula de la Cruzada en España (1958), Catálogo del Archivo Catedral de Pamplona (1965), Los españoles en el Concilio de Constanza (1966), Historia de los obispos de Pamplona (1979-1999), Colección diplomática de la catedral de Pamplona (1997), Los priores de la catedral de Pamplona (2000), Historia eclesiástica de Estella (2001), Biografía de Don Mariano Arigita y Lasa (2001). Colaborador de las revistas especializadas Príncipe de Viana, Hispania Sacra, Anthologica Annua, Studia Monástica, Boletín de Estudios Históricos de San Sebastián, Archivum Historiae Pontificae, Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón, Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra y otras.

[10] 1906-ca.1982. Profesor de Pedagogía Catequística del Seminario de Pamplona.

[11] Pamplona, 25.5.1895 – 5.1989. Prolífica publicista y conferenciante de temas políticos, culturales y folklóricos. Colaboró, entre otros, en El Pensamiento Navarro, Radica -periódico fundado por su hermano, Ignacio Baleztena- Tradición vasca, Estampa tradicionalista, Pregón y Oye. También publicó algunos versos en la revista Egan de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.

[12] Veterinario especializado en ganadería navarra, Prior de la Hermandad de la Pasión del Señor de Pamplona (1957-1961) y Presidente del Orfeón Pamplonés (1973-1982).

[13] Pamplona, 24.11.1898-7.10.1978. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, fue depositario de la Diputación Foral de Navarra (1928-1968) y secretario y director de la Institución Príncipe de Viana (1944-1973). Vocal de la Comisión de Monumentos de Navarra, académico correspondiente de Bellas Artes, de la Historia, y del Instituto Arqueológico Alemán Fue también concejal de Pamplona (1927-28) y presidente de Diario de Navarra.

[14] Arre, 16.12.1906. Huarte, 13.5.1985. Articulista y poeta. Premio literario “Luca de Tena” (1932). Autor de la biografía del carmelita P. Carmelo de Jesús Crucificado (1960). Colaborador del semanario diocesano navarro La Verdad. Se distinguió por su prosa sencilla y sensible y la frecuencia con que trataba temas cotidianos y hogareños. Siempre mantuvo una línea de pensamiento religioso.

[15] Pamplona, 29.3.1896 – 13.12.1977. Periodista, escritor y tradicionalista activo. Cursó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona. Redactor (1917) y director de El Pensamiento Navarro (1933). Asimismo director de la Hoja del Lunes de Pamplona. Premio Nacional “Francisco Franco” (1962) y Periodista de Honor (1967). Consejero Nacional y procurador en Cortes, Presidente de la Juventud Carlista, concejal del Ayuntamiento de Pamplona y presidente de la Asociación de la Prensa. Condecorado con la encomienda de la Orden de Isabel la Católica, la de Cisneros y la del Mérito Civil.

[16] Zaragoza, 1904-Alicante, 1972. Inspector de Enseñanza Primaria del Estado, consiguiendo plaza en Navarra. Director General de Enseñanzas Medias, en 1942, profesor de Alemán y en 1951 de Inglés del Instituto Príncipe de Viana, en Pamplona.

[17] Pamplona, 1897-1987, tras iniciarse en el dibujo en la Escuela de Artes y Oficios, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando con una beca de la Diputación Foral de Navarra. Ganador del Concurso de Carteles de San Fermín en los años 1932 y 1934, se dedicó principalmente a trabajos de carácter ilustrativo. Fue nombrado profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona el 28 de diciembre de 1934, jubilándose en 1966.

[18] Tafalla, Navarra, 1886-Pamplona, 1951. Párroco de Artariáin y de Marcilla, y profesor del Seminario de Pamplona. Escribió un manual de Instrucción religiosa en siete volúmenes (Madrid, 1944-45); el drama en tres actos Pablo el Tebano (Pamplona, 1935); y en colaboración con Salvador Napal, un Manual Eucarístico (Pamplona, 1946). Ilustró el libro de Juan Manuel Chávarri y Remírez Liturgia catequística.

[19] Perito agrícola y hábil dibujante, afición que le venía de familia. Su hermano José fue diseñador proyectista de la empresa Sociedad Múgica, Arellano y Cía. dedicada a la fabricación de maquinaria agrícola y a la gestión de centrales hidráulicas.

[20] Alumno destacado tanto en la escuela taller de los Hermanos Manzana en Pamplona como en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona donde realizó estudios de dibujo bajo la dirección de los profesores Leocadio Muro Urriza, Perfecto Sola y Enrique Álava. Ingresa como delineante de la Institución Príncipe de Viana en 1946 como colaborador destacado durante cuarenta y cinco años de los arquitectos restauradores José Yárnoz Larrosa, de su hijo José María Yárnoz Orcoyen y de Javier Sancho Domingo, habiendo sido con anterioridad colaborador del también arquitecto Víctor Eúsa Razquin.

[21] Juan María y José Luis Cía Gaetano fueron, respectivamente, delineante de la Sección de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona y Arquitecto.

[22] Pamplona, 1907-1985. Pintor y escenógrafo, muralista, dibujante cartelista, ilustrador y figurinista, profesor de dibujo. Ingresó en la Escuela de Arte y Oficios. Fue discípulo de los pintores Millán Mendía, de Enrique Zubiri y de Javier Ciga, quien le animó a matricularse en 1925 en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) lo que hizo becado por la Diputación Foral.

[23] Escultor y miniaturista navarro, formado en la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Pamplona y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Según Muruzábal fue becado por la Diputación Foral de Navarra en torno a 1924. Trabajó como delineante en la Dirección de Arquitectura de la citada Diputación, donde dejó parte importante de su producción. (Referencia: http://josemariamuruzabal.com/articulos/pintura/historico/23esc%20jul2014.htm

[24] Profesor de Dibujo la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona.

[25] V.V.A.A. La imprenta en Navarra. Pamplona, Institución Príncipe de Viana de la Diputación Foral de Navarra, 1974, pp. 280-283.