Arte contemporáneo. V. El Cubismo y su desarrollo: Orfismo y Futurismo

TEMA 21

EL NACIMIENTO DEL CUBISMO

La estética cubista: el término, su sentido y precedentes. Pablo Ruiz Picasso: época azul, época rosa, época negra. La cordada Picasso-Braque: precubismo o cubismo cézanniano; cubismo analítico; cubismo sintético. Juan Gris. Otros pintores cubistas: Gleizes y Metzinger; Roger de la Fresnaye; Marccoussis, Lothe, Hayden. Léger. Bibliografía

LA ESTÉTICA CUBISTA

El término “Cubismo”:

Mientras se desarrollan su más inmediato precedente del Postimpresionismo (desde 1886), pero también otras tendencias como el Expresionismo (1893-1913) y el Fauvismo (1905 en adelante) –el Futurismo se manifestará a partir de 1909- va a surgir el movimiento artístico más importante de todo el siglo XX: el Cubismo. Tendrá una gran influencia en la pintura posterior y en las demás artes, hasta el punto de que en él se originan todos los movimientos posteriores y afecta de modo general a todas las artes.

El nombre surge de la crítica: Louis VAUXCELLES califica de “cubistas” los cuadros expuestos en París en 1908. Pero el término no es muy exacto, no se ajusta bien a la realidad, porque expresa sólo el deseo de reducir objetos a una forma geométrica, a cubos, y esto no es único ni esencial en el movimiento. El cubismo es más profundo.

Sentido y alcance el Cubismo:

Surge el Cubismo de la necesidad de comprender la naturaleza de forma nueva, sin prejuicios, y a partir de la pintura. Al principio va a criticar duramente a los impresionistas, a pesar de que ellos habían abandonado el concepto habitual de la realidad y querían mostrar la apariencia óptica de las cosas. Pero este refugiarse en la visibilidad del impresionismo es tachada de frívola por el Cubismo, porque sólo capta la apariencia.

En el Cubismo se pretende captar lo esencial de los objetos: captarlos tal como se sabe que son. Así, tenemos una pintura intelectual, distinta de la del impresionismo. Y esta visión intelectual la apreciamos en Braque, que llega a decir que “los sentidos deforman, el espíritu [el intelecto] forma”. De esta manera sólo el intelecto merece credibilidad. Pero el Cubismo –o el intelecto- deforma aún más que los sentidos.

Veremos, pues, cómo los objetos serán deformados por los cubistas, guiados más por su intelecto que por los sentidos (en oposición a los impresionistas).

Las intenciones iniciales que dieron vida al Cubismo en 1907 fueron:

  • Oponer a los objetos de la naturaleza (objetos físicos y reales) un contra-objeto o cuadro de pura construcción formal. Es decir, hacer de la superficie pintada un objeto con el mismo valor que el objeto de la naturaleza; es decir: que un cuadro sea tan verdad como un objeto de la realidad (recordemos el “Talismán” de Sérusier)
  • Y para la realización de este contra-objeto no valdrán ya los principios tradicionales de la pintura (perspectiva, volumen y modelado tradicionales) El Cubismo rechaza los principios vigentes desde el Renacimiento y ante todo va a respetar la superficie del cuadro, sus dos dimensiones (alto x ancho) (aunque en las pinturas cubistas sí se hace alusión a la perspectiva y al relieve a través de los cubos y de los planos más oscuros)

Precedentes:

Ahora cabe preguntarse cómo ha surgido el Cubismo y también si ha tenido precedentes.

Puede contestarse, al respecto, que sólo ha habido en la historia de la pintura deformaciones geométricas que en algo pueden recordarlo.

Los antecedentes son, pues, referidos a las geometrizaciones.

Así, tenemos que remontarnos al siglo XV italiano:

  • Paolo Ucello pinta en sus cuadros de batallas formas muy geometrizadas y con puntos de vista simultáneos.
  • Piero della Francesca utilizó una consciente geometrización en sus figuras.
  • Igualmente otros pintores del Renacimiento, por ejemplo Durero, también utilizaron el sistema de cuadrícula, la estructuración geométrica.
  • Cambiasso, pintor manierista, hace experiencias más avanzadas, con unos cuerpos humanos formados por motivos geométricos semejantes a robots.

Pero ni en concepto ni en idea nada de lo anterior se parece al Cubismo.

También encontramos rigor y geometrización en la pintura más reciente, en Pissarro, en el puntillismo (Seurat) y por supuesto en Cézanne (con sus estructuras subyacentes de carácter geométrico), y también artes primitivos y exóticos como el antiguo egipcio (posturas de frente y de perfil), el ibérico y en las máscaras del arte negro.

Será Cézanne el punto de arranque del Cubismo, que se forma con Picasso y Braque, los cuales llegan al cubismo de forma empírica, por búsquedas y tanteos, conducidos por el instinto, sin planteamientos teóricos ni programación.

APOLLINAIRE nos dice que son pintores nada teóricos; además, rehúyen dar explicaciones de lo que hacen. Al ser interrogado Picasso de lo que hace, responde con un “prohibido hablar con el conductor”.

No hay voluntad de inventar el cubismo. Picasso afirma: “Yo no busco, encuentro”. Tratar de plasmar su sentimiento.

La teoría del Cubismo vendrá después. El manifiesto cubista lo escribe el crítico y poeta APOLLINAIRE, que escribe “Los pintores cubistas”. También escribieron sobre él JUAN GRIS, ANDRÉ LOTHE y otros.

El inicio del Cubismo hay que relacionarlo con Cézanne, pues parte de la idea por él expresada de hacer del impresionismo algo tan perdurable como el arte de los museos; de que la naturaleza está estructurada por formas esenciales de geometría; de que un objeto presenta en si mismo varios cambios de perspectiva. Y partiendo de aquí, los cubistas van a unir una serie de perspectivas sobre el mismo objeto y formar con ellas una especie de macla donde perspectivas se unen y entrecruzan. Desde luego, parten de esta idea cézanniana, pero la llevan hasta el límite, hasta hacer irreconocibles los objetos.

También con Cézanne, los cubistas conciben el arte como paralelo a la Naturaleza, sin buscar ruptura total con ella como hizo Kandinsky. Al respecto afirma Braque: “Si se rompe con la Naturaleza se cae en el peligro de la decoración”.

Por lo que respecta al color, el cuadro cubista presenta una gran sobriedad. Una sobriedad de color nueva en la pintura del siglo XX, que era tan colorista. Sobriedad que se acentúa si se compara con el Fauvismo y el Expresionismo. Se utilizan verdes, ocres, grises, es decir colores apagados (Eugenio D’ORS llamó a este movimiento “la cuaresma de la pintura”).

En cuanto a la luz, ella es totalmente artificial: una luz arbitraria, intelectual, que busca formar relieve entre facetas oscuras y claras. Una luz que es estructural, pues contribuye a formar el objeto.

PABLO RUIZ PICASSO

El nacimiento del Cubismo se debe fundamentalmente a la actividad de Picasso, que con Braque tiene experiencias paralelas, dando pasos hasta llegar al cubismo en 1907 con “Las señoritas de Aviñón”.

Antes de esta fecha Picasso había pasado una serie de etapas.

Nace en Málaga en 1881, en el seno de una familia de clase media, en la que se respiraban las artes. Su padre, José Ruiz Blasco, era profesor de Dibujo en la Escuela Provincial de artes y Oficios de San Telmo.

Inclinado a las artes desde niño, realiza su primer cuadro a los 7 años de edad (“El picador”).

En 1891 se tiene que trasladar la familia a La Coruña por razones económicas. Sigue cursos en el Instituto de Artes y Oficios, en el que su padre es profesor de Dibujo. Bajo su dirección hace sus primeras pinturas, demostrando tener dotes excepcionales.

Ciencia y caridad, 1897. Museo Picasso, Barcelona

Mujer de vida nocturna o La espera (Margot) , 1901. Museo Picasso, Barcelona

El periodo gallego de Picasso es corto, pero en 1895 se traslada su familia a Barcelona. Aquí continua sus estudios en la Escuela de Bellas Artes, pero Barcelona le descubre un nuevo ambiente, que pesará mucho en el joven artista. Comienza pintando con su estilo todavía tradicional, propia del academicismo imperante (“Ciencia y Caridad”). Mas pronto se pone en contacto con las nuevas corrientes, con el Impresionismo que a finales del siglo XIX practicaban en Barcelona Rusiñol y Casas. También conoce el Modernismo y realiza obras de este estilo, participando activamente en el ambiente cultural y artístico de la ciudad, en concreto frecuenta la tertulia de la cervecería Els Cuatre Gats.

Así llegamos al año 1900, cuando se traslada por primera vez a París, alternando esta ciudad con Barcelona hasta 1904, cuando se instala ya definitivamente en París y se deja influir por la pintura existente en esta capital. En París pinta “Mujer de vida nocturna”, a lo Toulouse-Lautrec en el tema y con chispazos de luz a lo puntillista. También otras figuras femeninas, de la bohemia, con técnica muy suelta.

Y estas pinturas las combina con dibujos como “El loco”, de gran expresividad.

Época azul:

Entre 1901 y 1904 atraviesa por la “época azul”, etapa que transcurre entre París y Barcelona.

Se caracteriza por:

  • El predominio del color azul: color profundo, transmisor de sentimientos, hasta el punto de dar nombre la etapa que atraviesa.
  • Es época expresionista: de sentimientos, de dramas humanos, de concepción trágica de la vida, y todavía con figuración tradicional.
  • La mayor parte de los personajes que aparecen en sus cuadros presentan actitudes dolientes y sufridas. Y estas actitudes de las figuras (que por el alargamiento de las formas recuerdan al Greco) contribuyen especialmente a ese propósito de dotar de una emotividad intensa a la obra (junto al color azul), porque los seres que desfilan por estos cuadros están resignados a su suerte, parecen soportar su situación con una fatalidad implacable.
  • La vida es el tema predominante en sus diversos aspectos: la pareja, la maternidad, los amantes, el dolor. Predomina la expresión del sentimiento transformado por la poesía (“Madre con niño enfermo”)

La planchadora. Solomon Guggenheim Museum. New York

Madre con niño enfermo. Museo Picasso, Barcelona

También vemos cómo Picasso se mantiene en esta época fuertemente ibérico, en personalidad y en temas, como en el cuadro “La Celestina”: un retrato con toda la fuerza del retrato español, con poder de captación del espectador, que da sensación de realidad.

Otro retrato de esta época es el de “Mujer anónima”, expresionista también, sin pérdida de belleza formal. En “La planchadora” retoma el tema de Degas, aunque con otras intenciones, con una estilización distinta hasta el punto de reducir la figura casi hasta los huesos; quiere plasmar el esfuerzo, que lo poetiza.

 

 

 

En 1904 ya se advierte la transición hacia el color rosa (“La dama con mono”)

Época rosa:

Hacia 1905 Picasso abandona la etapa azul y entramos en la época rosa, que dura hasta 1906.

Se caracteriza por:

  • La tonalidad azul dominante en sus pinturas anteriores cambia y entra ahora el rosa como color dominante, aunque con menos exclusividad que el azul en la etapa anterior, ya que rápidamente introducirá las tintas ocres y ciertos matices diferentes.
  • Continúan los mismos temas y la misma poética, aunque se suaviza el expresionismo anterior, abriéndose a un romanticismo.
  • Las figuras aparecen con placidez y serenidad. Se trata de personajes melancólicos, poetizados, espiritualizados. Predomina el tema del arlequín, bien sólo o en familia. El tema del circo se inscribe en la tradición de Seurat y de Toulouse-Lautrec. Sin embargo Picasso capta a sus personajes no en sus momentos de actuación brillante, sino cuando están desprevenidos.
  • En las figuras predomina el dibujo, de línea esencial, sin detalles.
  • Se sitúan en espacios simplificados al máximo, con escasas referencias espaciales.
  • Hay delicadeza y buen gusto, una ternura en los temas infantiles.

La familia de saltimbanquis. National Gallery of Art (Washington)

Obra:

  • “Arlequín niño y su madre”: se nos señala una vida de pobreza, con melancolía y poesía (resabios de su época azul); el dibujo es dominante.
  • “El arlequín”: dibujado en sus líneas más esenciales, sin detallar; aparece sentado, en un espacio simplificado al máximo; la mano es expresiva y el rostro melancólico.
  • “La familia de saltimbanquis”: otra versión del tema; vemos un arlequín espiritualizado; la madre recuerda a las madonas italianas.

Época negra:

En 1906 estamos saliendo de la etapa rosa y en un principio vemos cómo aún se relaciona con lo anterior, pero va incorporando cosas nuevas que anuncian el futuro. Es un primer paso.

Picasso ha conocido el arte negro y se deja influir por él: así pintará figura femenina cuyo rostro recuerda a la máscara negra.

Versión gráfica de Dos Desnudos, 1906 (The Museum of Modern Art, New York

En 1906 pinta dos figuras desnudas (“Dos desnudos”), que presentan ya nuevos caracteres:

  • Tienen cuerpos macizos, con los pies apoyados fuertemente, con ángulos y fortaleza en los torsos.
  • Entra de lleno lo primitivo y las cabezas son indicativas del cambio: en realidad son máscaras negras añadidas a las cabezas (la nariz es un triángulo)
  • Potencia de brazos y manos es distinta de la estilización de la época anterior.

Obra:

Gertrudis Stein, por Picasso (The Metropolitan Museum of New York)

“Retrato de Gertrudis Stein”: una americana marchante de arte, amiga y protectora de los cubistas. Este cuadro anuncia ya el cubismo por su sobriedad en el color, sólo conserva el rosa en el fondo, pero es un rosa más cálido; la figura está pintada en negros y muy simplificada; hace el retrato aplicando la nueva técnica de máscara negra; emplea mucha pasta de color; es el escalón previo a “Las señoritas de Aviñón” (1907), que se considera el manifiesto del Cubismo.

“Las señoritas de Aviñón”: en este cuadro representa Picasso a un grupo de figuras femeninas desnudas en diversas posturas, tomadas de un burdel barcelonés de la calle Aviñó. Sus antecedentes hay que buscarlos en las grandes bañistas de Cézanne y en el cuadro “Lujo, calma y voluptuosidad” de Matisse, aunque Picasso se diferencia de ellos en que desmitifica el tema (son señoritas de un burdel) En estas figuras se observa un paulatino desenvolvimiento del cubismo, pues están tratadas de modos diversos (no es una obra de estilo coherente). El cuadro tiene un orden de lectura de izquierda a derecha, desarrollándose el cubismo de esta forma de menos a más.

Las señoritas de Aviñón. The Museum of Modern Art. New York

Así, en la figura de la izquierda, que aparece de pie, advertimos deformaciones geométricas en su cuerpo, deformaciones que ya anunciaban las figuras desnudas del año anterior, o sea de la época negra. Es una figura muy simplificada y con dos perspectivas en las piernas, quizás influencia del arte antiguo egipcio: en una pierna tenemos una perspectiva lateral y en la otra distinta perspectiva, como un prisma. Y el resto es una máscara negra.

Las dos figuras siguientes, que también aparecen desnudas, de pie y con los brazos levantados, presentan posturas y actitudes bastante conservadoras y tradicionales, que recuerdan el primitivismo ibérico: son desnudos muy simplificados, perfilados con líneas (en una de ellas blancas); los rostros recuerdan a las máscaras.

El cubismo avanza firmemente en las dos figuras de la derecha, una que aparece de pie y la otra sentada. En la superior vemos un cuerpo formado por una serie de cubos, como si estuviera descompuesta en planos geométricos, aunque se adivina la forma del cuerpo; rostro de máscara. Especialmente cubista es la figura sedente, que nos muestra la espalda y la cabeza de frente, con el rostro de frente y perfil en la nariz. Aquí se pintan las cosas como se sabe que son.

También aparece el cubismo en los fondos, pues se rechaza la perspectiva tradicional, insertándose formas geométricas pintadas con colores sobrios: azules, ocres (como el colorido general del cuadro).

Se completa el cuadro con un bodegón inferior, con una perspectiva y punto de vista distinto al de las figuras (está visto desde arriba)

Se ha introducido, pues, una nueva clase de espacio, sugerido al mostrarnos a la vez cara y revés de una misma figura desde ángulos distintos, mostrando lo que “sabemos” de esas figuras.

Introduce una nueva categoría en la pintura: el tiempo, reuniendo dos instantáneas sucesivas de una misma figura.

Es decir, alcanza una deformación de la realidad por medio del intelecto. Y estas experiencias las realiza casi en silencio, sin dar explicaciones.

A partir de este cuadro, el cubismo va madurando paso a paso.

“La danza de los velos”: realizado a continuación, hay en ella deformaciones cubistas no excesivas. El color de ocres, negros y azules apagados choca con el gusto inoperante (los fauvistas estaban lanzando explosiones de color)

Braque y Picasso en sus respectivos estudios (Algargos. Arte Historia)

LA CORDADA PICASSO-BRAQUE

En la etapa inmediatamente posterior a “Las señoritas de Aviñón”, entre 1907-1909, el estilo atraviesa por una etapa de formación que se conoce con el nombre de

Cubismo cézanniano o precubismo:

En 1907 Picasso conoce a Braque y se le une en sus experiencias.

La bañista de Braque. Centre Georges-Pompidou, París

Georges Braque era un pintor que había comenzado por ser impresionista y después fauvista en el color pero tradicional en el modo de tratar el espacio. Ahora, al conocer a Picasso, cambia de estilo y pinta “La bañista”: desarrollo del desnudo de Matisse pero con el color austero de Picasso.

Picasso y Braque se mantienen unidos hasta 1914, realizando obras relacionadas con Cézanne en la construcción por medio del color, pero en las que todavía se reconoce la figuración; realizan una obra relacionada con el último Cézanne: así surgen una serie de cuadros donde se ven desnudos más bien construidos con el color, no tan lineales como “Las señoritas de Aviñón”; en definitiva, hay una mayor concesión al color, pero, eso sí, con grandes deformaciones (triángulos, cubos…)

Obra:

  • La influencia de Cézanne es evidente en un “Bodegón” de Picasso de 1908, donde aparecen las manzanas también deformadas: peras como conos, todos los cuerpos geometrizados.
  • En el retrato también sigue Picasso la senda de Cézanne. Así, “El atleta” está construido con el color, un color oscuro cubista, con deformaciones geométricas, pero aún se ve a figuración.
  • La temática más importante en el acercamiento de ambos a Cézanne se aprecia en el paisaje, que lo tratan por primera vez y sólo en esta ocasión (1908 en adelante) 1908: Braque se dirige a L’Estaque (cerca de Marsella), donde Cézanne había pintado anteriormente. Pinta vistas compuestas por simples planos con anchas facetas como e cristal, por influencia de Picasso y con un color apagado. Picasso va en principio cerca de de Créteil (al SE de París), para pintar temas semejantes a los de Braque, con un colorido muy sobrio de verdes y pardos para las sombras. 1909: Picasso se traslada a Horta del Ebro (hoy Horta de Sant Joan en Tarragona): pinta paisajes con construcciones de múltiples facetas, planos de color. Son como cubos de aristas rotas (passages), que contribuyen a difundir el color de un cuerpo a otro, dando apariencia difusa y atmosférica (sfumato) a la manera de los últimos paisajes de Cézanne.

Casas en l’Estaque, Braque, 1907. Col. part.

Casas sobre la colina. Horta de Ebro, de Picasso. The Museum of Modern Art, New York

El final de periodo es testigo del paso de ambos del paisaje al bodegón de objetos que ofrecen una geometría evidente (con instrumentos musicales, vasos, jarras, fruteros…) También practican el retrato (“Tres mujeres”). Los objetos aún son reconocibles.

Cubismo analítico:

En 1909 entramos en la etapa de cubismo pleno, que va a durar hasta 1913 y que se conoce como cubismo analítico.

Características:

  • En esta fase el proceso fundamental es el análisis del objeto: objeto que se analiza desde distintas perspectivas, múltiples, cada vez más numerosas.
  • Y estas perspectivas se unen, penetran unas en otras, hasta formar una especie de macla cristalina (normalmente de forma triangular con el vértice hacia arriba y ocupando prácticamente toda la superficie del cuadro)
  • De esta manera se acaba drásticamente con la perspectiva tradicional, que desaparece.
  • En su lugar advertimos una acentuación del plano, de las dos dimensiones, que se sustituye por una sugerencia de relieve.
  • Se obtienen efectos de transparencia nuevos (incluso en cuerpos opacos) Se ven simultáneamente el frente, los laterales y el fondo: ello permite ver lo que no podemos ver normalmente pero que “sabemos “ existe. Estos efectos de transparencia nos permiten hablar de un cuarta dimensión, el espacio interior, el que está detrás de algo.
  • También se representa el tiempo de una forma nueva: se alcanza a representarlo al plasmar esas diversas perspectivas que son sucesivas.

Obras de este periodo:

  • “Retrato de Braque” (Picasso 1910): se reconoce la figuración, pero se acusa una deformación más fuerte.
  • “La muchacha de la mandolina” (Picasso 1910-12): aún se percibe la figura, aunque deformada; el cuerpo y los fondos son cubos, no están diferenciados.
  • “Retrato de Kanhweiler”, “Retrato de Ambroise Vollard”, “El acordeonista” (Picasso 1910-11): es el momento más progresivo del cubismo analítico, con mayor perspectiva y acentuación del efecto del triángulo, con casi pérdida de la figuración; se transparentan los planos de atrás para unir diferentes visiones, con lo que se rompen las líneas y las deformaciones permiten entrecruzar cuerpos; se otorga un tratamiento nuevo a las superficies, muy elaboradas, a base de puntos, antes desconocidos.

Esta es la fase más dura del cubismo analítico, de ahí que se la llama “cubismo hermético”, porque ha desaparecido la figuración, se está a un paso de lo abstracto.

El acordeonista, de Picasso. The Museum Solomon R. Guggenheim, New York

El Portugués, de Braque. Kunstmuseum Basel (Suiza)

Braque sigue experiencias semejantes en:

  • “Mujer con mandolina” (Braque 1910): retrato en que introduce la forma oval.
  • “El Portugués” (Braque 1911): obra más progresiva, muy hermética, que presenta la novedad de mostrar tres letras en plantilla y números.

El cubismo hermético produce el temor de que no va a ser comprendido por el espectador, al no identificar nada. Esto conduce a los primeros cubistas a echar mano de nuevos recursos, ahora extra-pictóricos (es el caso de las letras en plantilla)

Cubismo sintético:

A la fragmentación “analítica” de los objetos seguirá entre 1912 y 1918, principalmente, su construcción “sintética” a partir de formas o, mejor, materias tan poco artísticas como la arena, el serrín o las limaduras de metal (Braque, 1912) En mayo de 1912 Picasso creó el primer collage al pegar en un lienzo oval un pedazo de hule con la representación del asiento de rejilla de una silla (“Naturaleza muerta con silla de rejilla”) Braque comienza a emplear composiciones de papeles pegados en su “Frutero y vaso” (papiers collées)

Violín, de Braque, 1914. Col. particular

Naturaleza muerta con silla de rejilla, Musée Picasso, París

Braque y Picasso se deleitaron con texturas y superficies falseadas, pegando los objetos más diversos de la vida cotidiana a los soportes de sus cuadros, para, según explica Braque, “dotar a estas formas de una especie de objetividad, de una certidumbre”. Para Picasso el collage era una forma de expresar su humor, divertirse y burlarse del espectador. ¿Qué es? ¿ilusión o realidad?

No obstante, el nuevo sentido que los objetos sacados de la vida cotidiana adquieren al ser traspuestos al cuadro, será un precedente del arte Dadá, de la cultura hippie  y del neo-realismo de los años sesenta del siglo XX.

Las investigaciones de Picasso sobre las ambigüedades visuales en el collage, le llevaron también a usar materiales reales en tres dimensiones, acercándose al relieve escultórico (“Vaso de vino y dado”, 1914), pensando no sólo para ser visto sino tocado.

Además del empleo de objetos de desecho o cotidianos, esta fase del cubismo presenta otras características:

  • La composición tiende a simplificarse, las zonas geométricas se amplían y el color se enriquece; desaparece la acumulación de múltiples facetas.
  • La línea que ciñe estas superficies es curva, vibrante, ondulada, lo que desencadena una composición con mayor movilidad.
  • Se vuelve a la perspectiva de tradición renacentista, que se procura hacer compatible con otras experiencias del cubismo analítico, como la construcción de superficies mediante recortes de papel por ejemplo. Se puede decir que esta es un fase ecléctica.
  • Pero la amenidad conseguida le hace perder la fuerza del cubismo analítico.

Los tres músicos, de Picasso. The Museum of Modern Art, New York

Picasso dilata esta fase del cubismo hasta después de la Gran Guerra. Vuelve al tema del arlequín en “Los tres músicos” (1921), empleando grandes planos superpuestos para obtener profundidad (es el “cubismo monumental” o “gran cubismo”) El contraste de colores produce un efecto misterioso.

JUAN GRIS

Muy de cerca seguía las experiencias de Picasso y Braque el pintor José Victoriano González, que adoptará el nombre artístico de Juan Gris.

Es un pintor de Madrid, que se traslada a París, donde tiene la oportunidad de ver de cerca los avances del Cubismo.

Es un pintor delicado y menos progresivo. Frente a Picasso representa el ascetismo y el misticismo de lo español.

Juan Gris. Naturaleza muerta sobre una mesa, 1916. Col. particular

Etapas de su evolución:

  • Al comienzo de su estancia en París se mueve en la línea decorativa del Modernismo.
  • Luego pasa por el cubismo cézanniano y por la influencia de Picasso y Braque se encamina hacia el cubismo. Un cubismo con facetas, pero en el que todavía se identifican los objetos, no es un cubista pleno; con un colorido muy bello, de blancos, grises y rojos; la luz en sus cuadros parece real, procedente de un foco lateral, lo que le hace distinto.
  • Entra en el cubismo sintético sin pasar casi por el analítico, pintando bodegones con deformaciones, pero muy tradicionales (empleó la proporción tradicional de la sección áurea)

Fue su pintura más intelectual que experimental, aunque ha sido tachado por NASH de “decorador elegante”, quizás por su valor cromático, las composiciones simplificadas y más bien desnudas de sus obras, dominadas por curvas y líneas rectas.

Sus obras más significativas son “El tablero de ajedrez” (1915) y “Guitarra, botella de agua y frutero” (1922)

OTROS PINTORES CUBISTAS

También hay otros pintores cubistas, de tercer orden, pero que dieron a conocer el movimiento, divulgándolo o teorizando sobre él.

Gleizes y Metzinger:

La contribución de estos dos pintores cubistas franceses al movimiento suele quedar eclipsada por la fama de sus escritos teóricos.

Ellos son los principales teóricos del cubismo con su obra Sobre el cubismo (Du cubisme, 1912), anterior incluso al libro de Apollinaire sobre los pintores cubistas: aquí se articulan por primera vez las bases filosóficas del movimiento, que vienen a ser una derivación posterior e intelectual de las búsquedas de Picasso y Braque.

Aparte de esto, los dos artistas tienen una obra pictórica interesante.

Albert Gleizes

Presenta un cubismo característico, al que le añade algo personal como es el análisis psicológico y expresivo, intentando una apertura en el hermetismo del cubismo; además aporta preocupaciones sociales, que son nuevos componentes del cubismo.

Albert Gleizes. Sinfonía en violeta. Col. particular

Su estilo evoluciona de la siguiente manera:

  • Comienza a pintar con un tipo de pintura cercana a la de Picasso y Braque (colorido sobrio, una misma escala cromática, grises-verdes-sienas-con pinceladas de rojo y amarillo) Obra: “Trillando la cosecha” (1912), que supone una apertura al mundo hermético del cubismo e implicaciones sociales por las sugerencias a la dignidad del trabajo.
  • En 1915 se trasladas a los Estados Unidos. El dinamismo de la ciudad de Nueva York le estimula y evoluciona hacia una pintura más rica de color y de mayor dinámica (en cierto sentido incorpora la moderna tecnología). Obra: “El Puente de Brooklyn”, canto a los avances industriales.
  • Después de la Primera Guerra Mundial vuelve a París y entra en su última etapa, en la que tiende a un cubismo de formas curvilíneas, de manchas de color dinámicas, de manera que se inclina hacia una pintura casi abstracta con círculos de rico color, acercándose a las pinturas del Orfismo. Obra: “Sinfonía en violeta” (1930-31), inspirada en motivos musicales.

Jean Metzinger

Sufre un proceso natural en el cubismo.

Evoluciona de esta manera:

  • Atraviesa una primera etapa cézanniana que da como resultado un cubismo cézanniano, desde el punto de vista intelectual más que visual. Son cuadros con composiciones a lo Cézanne, con variaciones luminosas.
  • Pasa a continuación por el cubismo analítico, pero un poco rebajado por la influencia del Futurismo italiano.
  • Una tercera etapa en él será de cubismo sintético.
  • En su último periodo volverá al objeto: a un realismo un poco idealizado, al que la pauta cubista servía de fondo decorativo (realismo idealizado a la manera de los últimos bodegones de Juan Gris)
  • Obra significativa: “Las bañistas” (1913), ejemplo de cubismo analítico; “Mujer con un frutero” (1918), del sintético.

Roger de la Fresnaye:

De la Fresnaye. Conquista del aire. Musée d’Art Moderne, Troyes (Francia)

Surgió literalmente de Cézanne, como lo prueban sus paisajes construidos con el color como los suyos. Así lo refleja su obra “La conquista del aire” (1913), inspirada incluso en “Los jugadores de cartas”, donde da entrada a la atmósfera y se preocupa por el espacio, algo nuevo dentro del cubismo. Se representa junto a su hermano, en torno a una mesa, al lado de un barco y un globo, símbolos de sus aficiones, la navegación y la aviación. Las nubes son discontinuas y cortadas. Jugadores y mesa parecen flotar, como así una bandera francesa en plano medio, símbolo de su fervor patriótico.

En realidad, habría que tomarle más como un seudo cubista.

Fundamentalmente añade estudio atmosférico al cubismo.

Entre los cubistas más constantes debemos mencionar también a los siguientes:

  • Alfred Reth: húngaro, extendió el movimiento a Europa Central antes de la Primera Guerra Mundial.
  • Louis Marcoussis: polaco, seguidor de Gleizes, persigue un cubismo de tipo sintético y decorativo, de vibrante línea y punteado, al estilo de Gris.
  • André Lothe: teórico a la par que pintor de un cubismo con rigor geométrico muy estricto, y maestro influyente del cubismo.
  • Henri Hayden: polaco, representa la reacción contra los rigores geométricos de Lothe y Gleizes. Muestra preferencia por formas más flexibles y curvas. En 1919 pintó “Los tres músicos”, obra que resiste a la comparación con Braque y Picasso, uno de los precedentes del movimiento. Se anticipa a los músicos de Picasso (1921).

El cubismo originario era un movimiento pictórico totalmente estático y este estatismo no encajaba con la vida moderna.

Intentar acoplar el cubismo a la vida moderna va a ser competencia de otros pintores, por ejemplo de Léger.

La Ciudad, Léger. The Museum of Art. Philadelphia

La gran parada, de Léger. Musée National Fernand- Léger, Biot (Francia)

Fernand Léger

Acoplar cubismo y máquina es su contribución al arte, aparte de algunos textos sobre sus ideas.

Su pensamiento puede resumirse de la siguiente manera:

  • Las formas mecánicas y las producidas en serie por las máquinas modernas tienen una belleza intrínseca.
  • El arte debe ser accesible a todas las clases de la sociedad moderna.
  • Para que esto sea posible es preciso objetivar lo más posible las formas y no manipularlas exclusivamente con fines artísticos. Para ello será preciso abandonar todo sentimiento y expresión, incluso del cuerpo y rostro humano.
  • La máquina es el objeto inmutable.

Así, es lógico que predomine en su pintura la línea y el dibujo, con un fuerte modelado, hasta el punto de poder hablarse de un neoclasicismo (admiraba a Ingres)

Las fases evolutivas de su pintura son las siguientes:

  • Sus primeros cuadros conforman un “tubismo”: formas tubulares, articuladas y contrastadas, que forman una especie de estructura abstracta: “Contraste de formas” (1913)
  • Hacia 1920 “La ciudad” (1919) supone una nueva exploración de la realidad, donde juega con un cubismo sintético y con variaciones ilusionísticas que consigue gracias al modelado y a las sombras fuertes; similares rasgos los encontramos en “El motor” o “Discos” (1918), con elementos pintados con gran rigor de línea, a veces modelados fuertemente (no está lejos del cubismo sintético, si bien juega con un mayor dibujo y fuerte modelado)
  • Desde 1920 hasta su muerte en 1955 crea una mitología personal entre la figura humana (mujer, niño, trabajador) y el bodegón, pero siempre con el carácter de objetivación y desprovisto de sentimientos, de humanidad, de rostro humano. Obra: “Los tres trabajadores”, construido con criterios de cubismo sintético pero más dibujado; se carece de rostro humano y si éste aparece tiene el mismo valor que un tubo o una rueda. En “Tres mujeres” o “El gran almuerzo” domina la objetivación con una gran geometría, modelado fuerte y el tubismo. Los rostros recuerdan a Ingres.
  • En la última etapa se hace más plano el motivo y complicado el esquema del cuadro, como si se entrelazasen las formas. Obra destacada es “La gran parada” (1954), en que añade manchas de color que transparentan los que hay debajo.

BIBLIOGRAFÍA

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TEMA 22

EL ORFISMO

Orfismo: significado de la nueva tendencia. Principales representantes: Delaunay, Kupka. La Sección de Oro: Jacques Villon, Marcel Duchamp, Francis Picabia. Bibliografía

ORFISMO: SIGNIFICADO DE LA NUEVA TENDENCIA

También llamado “cubismo órfico”, término inventado por Apollinaire en 1912 para caracterizar a la “pintura abstracta” de Robert Delaunay, interesado tanto por lo óptico como por el color.

A él y su principal seguidor Frank Kupka se les considera dentro de esta tendencia, que se desarrolla entre 1909 y 1914 (entre 1909 y 1916 se desarrollará el Futurismo).

Picabia, Marcel Duchamp y Léger también se interesan por esta tendencia, aunque su evolución estilística finalmente la supere.

Escribe Apollinaire: “Las obras del artista órfico tienen que dar, simultáneamente, un placer puramente estético, una estructura evidente en sí misma y un significado sublime… esto es arte puro”.

Es considerado un movimiento de superación del cubismo.

Sus principales representantes son Delaunay y Kupka.

PRINCIPALES REPRESENTANTES

Robert Delaunay:

Es un artista interesante que se incorpora al Cubismo con rápidos progresos y llega desde él a la abstracción colorista.

De inquieto e indagador espíritu, había recorrido todas las parcelas del arte moderno, desde las teorías de Chevreul y el concepto espacial de Cézanne hasta Picasso y Braque.

Interpretó el cubismo analítico como expresión de vida y movimiento –no mero análisis formalista- superando al cubismo en esta cuestión.

Delaunay. Torre Eiffel (1910) Staatliche Kunsthalle, Karlsruhe (Alemania)

Delaunay. Iglesia de San Séverin (1909) Col. Particular (Suiza)

Introduce dinámica al cubismo, pero esta introducción la hace al plasmar la lucha que hay entre la luz activa de la atmósfera y el mundo de los cuerpos. En cierta forma el problema es parecido al que se planteó el impresionismo. Acabará fusionando objeto y atmósfera, destruyendo a aquél, uniéndose ambos en forma abstracta, en la que a veces se puede reconocer al objeto. De esta manera se llega al rompimiento de las formas, hasta las más sólidas, como pudiera ser la Torre Eiffel.

Y para ello se sirve del conocimiento del color y de las leyes de los contrastes simultáneos que emplearon los puntillistas: pero el color no es para él ni expresión ni decoración; le importa desde el punto de vista de la construcción, de la construcción rítmica. En su pintura la construcción no se consigue por medio de la geometría sino por las interacciones, interrupciones y contrastes del color, lo que deriva en dinamismo.

Delaunay. Ventanas simultáneas (1912). Hamburger Kunsthalle, Hamburgo (Alemania)

Delaunay. Formas circulares, sol (1912-1913) Museum Folkwang, Essen (Alemania)

Evolución estilística:

Comienza pintando a la manera de Cézanne, con una temática muy particular: el “Interior gótico de la Iglesia de San Severin” (1909), ejemplo interesante de su arranque estilístico. La arquitectura tan lineal y rígida del gótico aparece deformada por el modo de construir de Cézanne, que la deforma con diversas visiones.

Por esta época conoce las experiencias de Picasso y se deja influir por él, en concreto por el color oscurecido y austero del cubismo y por las facetas en el suelo.

De aquí pasa al cubismo analítico, que él considera de transición entre el neo-impresionismo y el arte abstracto. El periodo cubista va de 1910 a 1912 y en él presenta una obra con temática de París y de la Torre Eiffel. Realiza diversas versiones de ella, unida a distintas vistas y ello en medio de una atmósfera de nubes en ebullición; la estructura de la torre aparece quebrada, parece que baila, así consigue dinamismo de una estructura tan estática. Realiza también otras vistas de París como un conjunto dinámico con puentes, iglesias, y también de nuevo la torre Eiffel. En “La villa de París” (1910-12) incorpora incluso tres desnudos femeninos, dispuestos como “Las tres gracias”.

Delaunay. Homenaje a Blériot (1914) Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris

En 1912 inicia lo que Apollinaire llama el “orfismo”, que quiere decir “pintura pura” o “especie de pintura primitiva”. Delaunay lo llama “cubismo abstracto”. Juega con colores entre si al desarrollar sus contrastes simultáneos, pero se permite signos y alusiones a los objetos. Así es como surgen sus “Ventanas simultáneas” (1912). En este cuadro nos recoge las diversas vistas que se ven desde una ventana y estas vistas se unen. El resultado es un cuadro pintado por el color mismo, dándose una serie de facetas con colorido neo-impresionista, de contrastes simultáneos, aplicado en puntos de pintura. Es de esta manera como llega a la pintura abstracta.

En 1913 pinta los “Discos simultáneos”. Ahora emplea formas circulares, utilizando el color en su esencia giratoria, como energía generadora de movimiento. Surgen esos círculos con el color sabiamente utilizado: el rojo y azul se oponen en el centro del círculo. En esta posición nuclear producen vibraciones ultra-rápidas, que se extienden en forma concéntrica.

Estas obras culminan en el “Homenaje a Blériot” (1914), también cuadro de discos con dinámica por el color, pero en el que igualmente aparecen elementos reconocibles (aviones., hélices, personajes esbozados y hasta la torre Eiffel)

Delaunay evolucionó a una mayor abstracción geométrica, más pensada, con discos más geometrizados (“Ritmo 579”)

Frantisek Kupka:

El checo Kupka llega al mismo punto de abstracción incluso antes que Delaunay, pero el ser relativamente desconocido la privó de una influencia mayor.

Kupka. El primer paso (1909) The Museum of Modern Art, New York

Evolución estilística:

“El primer paso” (1909) es un cuadro con esferas de color semejantes a los planetas en órbita, estando dispuestos alrededor de dos círculos blancos (uno de los primeros ejemplos de abstracción).

Posteriormente, en 1912, realiza “Los discos de Newton”, con círculos de color vibrantes y en rotación.

Por estas mismas fechas también realiza otras obras de las que los círculos desaparecen y en su lugar hay rectángulos, como es el caso de “Planos verticales”, que anuncian el suprematismo de Malevich.

LA SECCIÓN DE ORO

Agrupa a un número de seguidores cubistas capitaneados por los hermanos Duchamp (Gastón/Jacques Villon, Raymond y Marcel), que en 1912 inauguran en París (Galería La Boétie) un nuevo salón conocido por este nombre de Sección de Oro, debido al propio Jacques Villon por su devoción a la teoría de las proporciones perfectas.

Marcel Duchamp es uno de los que más contribuyen a la formación del grupo. Él y Villon serán pintores. Raymond Duchamp-Villon será escultor.

Los pintores que integran la Sección de Oro parte también del Cubismo, pero buscan un mayor expresivismo.

Jacques Villon:

Comenzó su actividad artística como dibujante de periódicos ilustrados y también como grabador.

Este dominio del dibujo y de la técnica de grabado y del aguafuerte, técnicas tradicionales, le proporcionan una formación geométrica, de líneas, lo que constituye uno de los principales ingredientes de su obra.

Jacques Villon. Soldados en marcha (1913) Galerie Louis Carré, Paris

Cuando llega al cubismo lo hace con una aproximación muy personal, tendiendo a lo abstracto, pero con ambientación poética. Y este lirismo, propio de la sensibilidad de un poeta, lo expresa por medio del color: es un prodigioso colorista de gamas propias, de tonalidades muy delicadas de azules, grises y ocres.

Una de las obras más características es “Soldados en marcha” (1913). En él representa un escuadrón de soldados marchando, con verdadera idea de movimiento. Realiza el cuadro según criterio cubista, de mucho gusto analítico, pero introduce una especie de líneas de fuerza por donde se desplazan los soldados, marca así el sentido del movimiento. Al aplicar el cubismo, deforma la representación en una macla de diversas facetas con varios triángulos, como especie de pirámides que recuerdan los dibujos preparatorios del Renacimiento (de hecho este sistema está tomado de Leonardo) Este tipo de estructura cristalina será –con diversas variantes- típica de su obra. Advertimos, además, todos los rasgos estilísticos de este pintor:

  • El manejo de la línea: con graduación de la misma por su formación de grabador; línea continua, puntuada o sombreada.
  • El color frío y delicadísimo de grises, azules y ocres.

Jacques Villon. Retrato

Jacques Villon. Tablero de ajedrez. The Museum of Modern Art, New York

Entre los años 1920-30 Villon se mueve entre la abstracción, basada en formas cubistas, y un realismo transformado y simplificado, algo geometrizado, cuidando mucho el color y los efectos de luz: en esta línea y dentro de este realismo tenemos tenemos que situar algunos de sus retratos, por ejemplo el “Retrato de mi padre”: aparece en él la cabeza muy simplificada y formada por planos geometrizados, buscando un gran relieve.

Más avanzado se muestra cuando en su obra busca efectos ilusionísticos y ópticos, mediante la combinación de partes realistas y abstractas. Así lo consigue en “El tablero de ajedrez” (1919, aguafuerte en 1920):

  • Aquí tenemos en germen el arte óptico al contrastar dos dameros de ajedrez de distintos tamaños y en ello está el juego óptico.
  • Además, junto a partes abstractas, tenemos piezas de ajedrez realistas y ajustadas a perspectiva tradicional.
  • Por otro lado, el color de ocres es también muy delicado.

Por este camino termina en su última etapa –una abstracción de tipo geométrico- en la que combina planos de color y líneas, pero coherente con sus principios.

También construye según pirámides y su color sigue siendo muy bello. Su obra titulada “El espacio” puede ser representativa: tiene, además, unas espirales con las que busca espacio.

Marcel Duchamp:

Presenta un arte que es el polo opuesto al de su hermano Jacques Villon.

Hasta 1910 pinta de un modo convencional, basándose en los impresionistas y también en Cézanne.

Pero hacia 1911 camina, por influencia de Braque y Picasso, hacia el cubismo analítico, como bien se advierte en su cuadro “Retrato de unos jugadores de ajedrez”.

No obstante, desde el primer momento, desde su inicio en el cubismo, Duchamp se revuelve contra él, transformándolo en algo muy distinto de la concepción de sus creadores.

Marcel Duchamp. Desnudo de mujer  The Philadelphia Museum of Art, Philadelphia (Estados Unidos)

Intenta superar el cubismo plasmando el movimiento, en lo que coincide con su hermano, pero se distancia de él en la forma de plasmarlo y obtenerlo:

  • Multiplica la figura y la reproduce sucesivamente, como si de una fotografía de Marey se tratara.
  • Pero lo curioso es que a veces marca el espacio tradicional y es en él por donde se desplaza la figura.

Aquí ya se ve la intención crítica, como en los títulos que pone a sus obras, pues su fuerte contraste con la realidad mueve a risa, en un claro precedente del Dadaísmo.

En 1911 pinta la primera versión de “Desnudo de mujer bajando una escalera” y un año después la segunda versión más elaborada y complicada:

  • Multiplica el desnudo para dar idea de movimiento, pero con deformación cubista, que hace que las piernas sean una especie de aletones que dan movimiento.
  • También tiene mucho de Cézanne en cuanto a construcción con el color, con planos de diversos colores.
  • La escalera por la que desciende el desnudo está hecha a lo tradicional, con perspectiva clásica. De aquí deriva el choque enorme para la crítica.

A partir de aquí, Duchamp sigue un proceso o da un paso similar al del cubismo analítico hacia el sintético, es decir simplifica:

  • Va hacia un tipo de construcción que parece tubos, líneas, planos, que simulan objetos orgánicos, de cierta vida, como vísceras.
  • Pinta con premisas de Cézanne (con planos de color) y dando sensación de espacio. Así aparecen cosas extrañas en un espacio y, después, otorga a estas obras títulos también extraños, como “La novia”.

Acaba desembocando en el Dadaísmo: hace una copia de la “Gioconda” de Leonardo, pero con bigotes, lo que significa la destrucción de la obra maestra.

También llega a hacer obras de arte con objetos de la basura, pero con una estética en color y composición lineal, así como con títulos extrañísimos.

Francis Picabia:

Sigue una trayectoria semejante a la de Marcel Duchamp, pasando del Cubismo al Dadaísmo, pero no tiene la categoría de este artista.

Su cuadro “Danzas en primavera” (1912), es una versión alegre y dinámica del cubismo, con unas figuras de construcción geométrica.

Picabia. Catch es catch can (1913) The Museum Philadelphia Museum of Art (Estados Unidos)

Similar es otro cuadro llamado “Catch es catch can” (1913), con tema de cabalgata.

Después de estas experiencias de dinamismo se traslada en 1915 a Nueva York y funda con Duchamp y otros el dadaísmo.

Desde entonces quedó íntimamente vinculado a este movimiento y al Surrealismo.

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TEMA 23

El FUTURISMO

Su nacimiento. Marinetti: análisis del planteamiento futurista. Actitud del movimiento ante la pintura. Representantes: Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Gino Severini, Carlo Carrá, Luigi Russolo. Bibliografía.

EL NACIMIENTO

Uno de los movimientos más interesantes de la superación del Cubismo se produce en Italia y recibe el nombre de Futurismo.

Abarca de 1909 a 1916.

El Futurismo está en relación con la vitalidad italiana y a su vez con el desarrollo industrial y dinámico de la ciudad de Milán, una de las más industrializadas de Italia, por no decir la que más, ciudad que será sede del movimiento.

Surge como un movimiento de rebeldía, de indignación contra la decadencia cultural y artística en que se hallaba sumida Italia desde el siglo XIX.

Y tiene un contenido muy amplio, pues no sólo afecta a la pintura y a la escultura, sino también a la literatura y poesía en particular; igualmente al modo de vivir, de expresarse, etc.

De otro lado, arranca todavía de ciertos modos románticos, que pretenden un movimiento constante en el individuo y en la obra, una exaltación del individuo, a la sombra del filósofo Nietzsche.

Y esta exaltación del individuo hace confundir el arte con la propia vida del pintor: en él se da la fusión de todos los aspectos de la vida.

MARINETTI: ANÁLISIS DEL PLANTEAMIENTO FUTURISTA

Detalle del Manifiesto

La personalidad que inició el movimiento es Filippo Tomasso Marinetti, hombre de formación literaria y poética, que escribe en 1909 el famoso Manifiesto del Futurismo, publicado en París en la primer página del sábado 20 de febrero de 1909 en Le Figaro.

En este primer manifiesto habla más de política y de poesía que de pintura.

Defiende el verso libre, pero va mucho más allá cuando propugna la destrucción de la sintaxis, o sea, del pensamiento lógico.

Y proclama en once puntos una serie de ideas centrales:

  • El advenimiento de una nueva era que cede su protagonismo a la juventud.
  • La exaltación de la virilidad frente a la decadencia romántica de la feminidad.
  • La apología de la guerra como higiene del mundo y los placeres de la destrucción.

Todo ello parte de Nietzsche y pasando por d’Anunzio termina en Mussolini, convirtiéndose estas ideas en un pilar del fascismo italiano.

En cuanto al arte, Marinetti muestra un rechazo por el academicismo, por la pintura tradicional, hasta el punto de llamar a los museos “cementerios”:

  • Pedía asimismo la destrucción de las bibliotecas, de los museos y hasta de las ciudades antiguas, según él “convertidas en mausoleos del pasado”.
  • Por el contrario, defiende y exalta la vida moderna, iluminada por una nueva belleza que es la velocidad del motor, de la máquina, el trepidar de los tranvías.

Así, no tienen nada de extraño los elogios de la vida moderna en los siguientes términos: “un rugiente coche de carreras que parece correr sobre metralla es más hermoso que la Victoria de Samotracia”.

A partir de este primer manifiesto de Marinetti, los futuristas lanzaron otros quince manifiestos más en un tiempo de cuatro años, en oposición a los cubistas que no escriben nada y del Fauvismo que tampoco fue precedido por ninguna programación; será preciso esperar al Surrealismo para encontrar algo parecido:

  • Entre los quince manifiestos se deben citar: el Manifiesto de los Músicos Futuristas, de Pratella, de 1911; El Arte de los Ruidos, de Russolo, de 1913; La Pintura de los Sonidos, de los Ruidos y de los Olores, de Carrá.
  • Los más importantes son: Manifiesto de la Pintura y de la Escultura Futurista, de 1910, debido a una serie de pintores, entre ellos Boccioni, Severini y Carrá, entre los principales; el otro Manifiesto Técnico de la Escultura Futurista, dos años posterior, también de Boccioni.
  • A estos sigue el Manifiesto de la Fotografía Futurista, de Marinetti y Tato, en 1930.

ACTITUD DEL MOVIMIENTO ANTE LA PINTURA

El arranque estético de la pintura futurista viene dado por la crítica de los movimientos franceses anteriores, aunque se vayan a basar en ellos:

  • Critican al neo-impresionismo de estático y le reprochan el no dedicarse nada más que a pintar lo inmóvil, lo congelado, los estados estáticos de la naturaleza, y también de hacer revivir la tradición de Poussin, Ingres y Corot, a pesar de las nuevas perspectivas que abrió el Impresionismo. Pero, a pesar de las críticas, el Futurismo tomó del neo-impresionismo sus experiencias del color y su peculiar forma de aplicarlo mediante puntos.
  • También critican al Cubismo y lo hacen por su academicismo, por ser un movimiento intelectual, poco espontáneo, sin nada del automatismo que los futuristas defienden. No obstante, son deudores del Cubismo, son cubistas sui generis; parten de “Las señoritas de Aviñón” de Picasso.
  • Igualmente son anti-cézannianos, aunque son grandes deudores de Cézanne, de la misma manera que de sus discípulos los cubistas: pues por la geometrización de los planos crearon la impresión de fragmentación de la luz y de los cuerpos, la simultaneidad de imágenes, la vehemencia y el movimiento.
  • Por último, critican a los simbolistas, pero aceptan parte de los temas simbolistas y de su psicología. Algunos temas futuristas serán los estados de ánimo, es decir la representación del dinamismo psicológico a través de la pintura.

Russolo, Carrá, Marinetti, Boccioni y Severini. París, 1912 (Wikipedia)

Con todo esto se forma el movimiento y con este eclecticismo intentan plasmar el dinamismo de la vida moderna, con un sistema similar al de Delaunay en sus cuadros de la Torre Eiffel, así que tienen puntos de contacto con el Orfismo.

El resultado de este interés por la vida metropolitana y la industria moderna no traerá una estática maquinista al modo de Léger, sino la representación de la acción total: del dinamismo de la vida moderna.

Este es el ingrediente más importante del Futurismo.

El grupo, integrado por una serie de artistas como Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Gino Severini y Carlo Carrá, no tiene cohesión. A pesar de la identidad de propósitos, el arte de los futuristas no puede considerarse como un estilo unificado a la manera del Cubismo.

REPRESENTANTES

Giacomo Balla:

Por cronología, el más veterano del grupo es Giacomo Balla (1871-1958), que a su vez será maestro de otros futuristas, de Boccioni y de Severini.

Balla. La luz de la calle, 1909. The Museum of Modern Art, New York

En 1910 firma el famoso Manifiesto de los Pintores Futuristas y a partir de aquí comienza  la experiencia de incorporar el movimiento a la pintura.

Su obra “La luz de la calle” (1909), tiene el valor de ser uno de los primeros ejemplos de futurismo. Es una escena nocturna en la que se ve la luna y más destacada aún una farola. Ello le da pie a realizar unos estudios luminosos: la luz se extiende desde la farola jugando con colores complementarios que aplica en pinceladas angulosas en forma de “V”. Se da idea de propagación por ondas, de donde deriva el dinamismo. Además, con un colorido tan intenso y deslumbrante que su vibración hiere a los ojos.

En fechas más avanzadas –en 1912/1913- nos hace una serie de obras en las que se preocupa por el desplazamiento de la figura en el espacio, por la transmisión del movimiento a través de líneas de fuerza.

Obra:

  • “Las trayectorias del movimiento”
  • “La banda de vencejos”: con la misma problemática, donde nos muestra pájaros progresando en vuelo por líneas de fuerza, dando idea de desplazamiento; se deja sentir la influencia del cubismo en los colores oscuros y en las imitaciones de madera.
  • “Dinamismo de un perro con atadura”: en él se multiplican las extremidades del perro hasta el extremo de fingir ruedas, dando como resultado la idea de movimiento muy acelerado. Este truco pasó después a los cómics y a las películas de dibujos animados.

En sus últimas obras se muestra precursor de corrientes posteriores, utilizando una serie de recursos que luego se popularizarán:

  • Utiliza la flexibilidad del alambre, que anuncia lo que luego hará Calder en el arte cinético.
  • Y en algunos de sus cuadros cuenta con el espectador para dotar de movimiento al cuadro: es el caso de una escultura, la escultura autónoma de la “Marquesa Casalli”, que mueve los ojos al tocar el espectador el corazón.

Por todo ello se  le considera precursor del cinetismo.

Umberto Boccioni:

Es el artista más importante del Futurismo italiano, el mejor dotado y el mejor creador. Deja una obra muy importante, más que la de cualquier otro futurista, aunque murió tempranamente, en 1916, en el transcurso de la Primera Guerra Mundial.

No es sólo importante por su obra pictórica, también por su producción escultórica, además es la figura más importante de los manifiestos futuristas.

Boccioni. La carga de los lanceros. Col Riccardo & Magda Jucker, Milán

Evolución estilística:

  • Comienza a pintar según el constructo de Cézanne (construcción mediante el color y deformaciones). Así en “El bebedor”.
  • Busca a continuación un dinamismo, que ya aparece en su producción a partir de 1909. Obra característica es “El

    Boccioni. La ciudad se levanta. Pinacoteca de Brera, Milán

    motín de la galería” (1909), primer cuadro importante, donde se organiza el espacio y se aplica una línea a lo divisionista, como el color; en la parte baja se representa el motín, con las figuras agrupadas formando diagonales que dan idea de desplazamiento y movimiento; todo está dispuesto para producir esta sensación de movimiento, hasta el propio color divisionista colabora en producir la imagen de violenta agitación. “La ciudad se levanta” (1910-11) es su obra más importante. Su título tiene un contenido revolucionario, tiene implicaciones políticas. Este cuadro ofrece una síntesis de trabajo, luz y movimiento. Nos presenta el trabajo, es decir, el esfuerzo del hombre en la sociedad industrial frente a la máquina por medio de un caballo encabritado, como si fuera una espiral a manera de tormenta, que agita el centro del cuadro; sobre el caballo se precipitan los hombres como muñecos. Los objetos están desintegrados por la luz, que le da apariencia de cuadro abstracto, aunque se reconoce parte de los objetos. El resultado es una acción violenta, de velocidad, de gran dinamismo.

    Boccioni. Estados de la mente: los que se van, 1911. The Museum of Modern Art, New York

  • En 1911 Boccioni y Carrá visitan París con el fin de estudiar las últimas tendencias que en esta ciudad se operaban. Sus influencias no se dejarán esperar. A partir de esta fecha Boccioni comienza a tratar el tema psicológico, los estados de ánimo. Ahora nos encontramos con una doble dinámica: añade a la dinámica física del movimiento la dinámica psicológica. En su obra se plasma en la serie “Estados de ánimo”, con temas de despedida en la estación del ferrocarril, con el antes, la despedida y el adiós. En “Estados de ánimo I: los adioses” (1911) presenta una estructura cubista con cuerpos geométricos articulados, donde se reconocen objetos figurativos y en el centro números de plantilla de gran tamaño. Puede parecer próximo al cubismo analítico, pero se introducen una especie de ondas cromáticas cambiantes y unas atmósferas de nubes coloreadas. Estos elementos curvos y coloreados dan idea de dinamismo.
  • Entre 1912-13 se intensifica en su pintura esta preocupación por mostrar el movimiento e intenta plasmar la continuidad de los objetos en el espacio, o sea la multiplicación de figuras u objetos como en el cine. Tema que no es nuevo, ya lo vimos en la Sección de Oro (“Desnudo femenino bajando una escalera” de Marcel Duchamp, 1912 y en Degas), pero ahora el futurismo trata de desarrollarlo más. Así puede apreciarse en dos de sus obras: “La carga de los lanceros” y “El dinamismo de un ciclista”. En “La carga…” se multiplica la imagen del lancero a caballo de acuerdo con su línea de fuerza; o sea, la preocupación fundamental es el desplazamiento de los objetos, de manera parecida a lo que hacía Villon, aunque sea distinto el colorido; este recurso es el que genera movimiento (sin que colabore el color, que ahora resulta oscurecido como en el Cubismo) El cuadro, por lo demás, recuerda al cubismo analítico. “El dinamismo de un ciclista” se mantiene en la misma línea, aunque ahora no renuncia a los contrastes de color (a lo puntillista)

Boccioni, en los últimos cinco años de su vida, tendrá una gran aportación a la escultura, siendo prácticamente el único escultor del futurismo. Hará pocas obras, pero tan importantes que se le considera el mejor escultor italiano contemporáneo.

Traspasa a la escultura la misma problemática que desarrolló en pintura: lucha del objeto con el espacio circundante, llegando a fundir espacio y objeto en lo que se llamará trascendentalismo físico.

Gino Severini:

Compañero de Boccioni es Guido Severini (1883-1966), que vivió en París y permaneció más íntimamente unido al desarrollo del Cubismo que los demás futuristas.

A pesar de ser compañero de Boccioni resulta distinto por su temática: sus temas preferidos son la bailarina y el ambiente nocturno. Y ello implica un concepto de cubismo analítico con preciosismos de color y efecto de puntillismo, además añade al cuadro unas palabras que lo explican.

Severini. Jeroglífico dinámico del Bal Tabarín, 1912. The Museum of Modern Art, New York

Su estilo aparece bien representado en su cuadro “Jeroglífico dinámico del Bal Tabarín” (1912), donde representa el interior de un café parisino en pleno baile y con todo su ambiente nocturno. Aparecen las chicas del conjunto brillantemente vestidas, la cantante, el patrón con monóculo y sombrero de copa, los camareros etc, todo ello dentro de un ambiente de carnaval con sus típicos elementos. El cuadro es cubista y el cubismo es la base de la composición, pero se advierte en él un rápido movimiento gracias a las curvas amplias y vibrantes que se forman. También se utiliza el collage al ser añadidas lentejuelas a los vestidos femeninos; asimismo unas palabras cuidadosamente escritas, como habían hecho los cubistas.

El tema de la bailarina y su movimiento lo trata Severini dejándonos varias versiones. A veces, para dar idea de movimiento, multiplica las piernas, los brazos y la cabeza, todo ello cortándose por las geometrizaciones propias del cubismo. En otras ocasiones descompone la falda de la bailarina al aplicar deformaciones cubistas, como en el caso de la “Bailarina azul”.

Entre 1912 y 1914 se va a ocupar de plasmar el tema del transporte. Lo empezó con una serie de pinturas en 1912 sobre algunos “Estudios del Metro de París”. Pero su obra más importante al respecto es el “Tren de la Cruz Roja” (1914), donde un tren cruza un paisaje cubista.

También hacia estos años evoluciona hacia un cuadro más abstracto, en el que aplica el color en formas geométricas, con dinamismo por el color, consiguiendo un resultado que se aproxima a Delaunay y sus círculos en giro, pero con puntillismo.

Pinta cuadros de este tipo entre 1913-14 (“Expansión esférica de la luz”)

Carlo Carrá:

Otro pintor interesante es Carlo Carrá (1881-1966).

Carrá. Funeral del anarquista Galli, 1910-1911. The Museum of Modern Art, New York

Unido a Marinetti desde 1909, ya en 1910 realiza un cuadro muy importante: “Funeral del anarquista Galli”, donde aplica una estructura cubista, pero el cuadro no es muy progresivo, ya que se ve la figuración, aunque el color apagado es propio del cubismo. El tema político es consecuente con el Futurismo. Hay líneas de fuerza con desplazamiento y el color violento (negro y rojo) aplicado en diagonales también colabora con los efectos a conseguir. Todo ello da idea del turbulento motín que hubo con ocasión del funeral de Galli, de la violenta situación.

Otra obra importante es la “Galería de Olibán” (1912), en la que también aplica cubismo analítico, aunque todavía quedan algunos elementos figurativos como la cúpula.

La “Manifestación patriótica: pintura de palabra libre” (1914), resulta muy complicada. Tiene una composición con ejes radiales, que dan idea de giro; a ello se añaden recortes de periódico con letras de alusiones políticas. Es como si fuera una gran rueda.

Luigi Russolo:

Russolo. Solidez de la niebla, 1912. Museo Guggenheim, Venezia

Por último, Luigi Russolo (1885-1947) es el menos original como artista, pero sí importante teórico.

Se interesó por la música futurista y pretendía aplicar sus ideas de música al Futurismo.

Su obra más importante es “Solidez de la niebla” (1912), en la que traduce la luz irradiada por el sol a través de la niebla en círculos concéntricos, en azul (lo que se traduce en una experiencia sinestésica, es decir, una asociación de experiencias de un sentido con las del otro: niebla “corpórea”, figuras “translúcidas”)

BIBLIOGRAFÍA

General:

HEARD HAMILTON, George (1983) Pintura y escultura en Europa 1880-1940. Madrid, Cátedra.

MICHELI, Mario de (1972) Las vanguardias artísticas del siglo XX. La Habana, Fernando Torres Editor, cap. 8.

Específica:

GALLEGO, Julián (1974) “El Futurismo”, en Goya, 118, págs. 234-236.

NASH, J. M. (1975) El Cubismo, el Futurismo y el Constructivismo. Barcelona, Labor.

TRILLO CLOUGH, Rosa (1969) The Story of Modern Art Movement. A new Apparaisal. New York, Greenwood Press.

USCATESCU, Jorge (1977) “Retrospectiva futurista”, en Goya, 136, págs. 239-240.

VENTURI, Lionello (1953) La peinture italienne. Genève, Skira.

Artistas:

Balla

BRIN, Irene (1968) “Giacomo Balla”, en Goya, 85, págs. 26-29.

MINOLA DE GALLOTTI, Marianna (1972) “Giacomo Balla (1871-1958)”, en Goya, 106, pág. 275.

Boccioni

FIORI, Pedro (1974) “Futurismo, Boccioni y su época”, en Goya120, págs. 377-378.

MINOLA DE GALLOTTI, Marianna (1974) “Boccioni y su época”, en Goya, 119, pág. 335.

Carrá

CARRA, Massimo (1970) L’Opera completa di Carrá del futurismo alla metafísica elal realismo mítico 1910-1930. Milano, Rizzoli.

Severini

ROMANA, Francesca (1966) “Severini”, en Goya, 73, págs. 32-35.

 

Imagen de la portada. «Las señoritas de Aviñón», de Pablo Ruiz Picasso, 1907 (The Museum of Modern Art, New York)