Arte en Navarra. XXI. Las artes durante el siglo XX

Guion para su desarrollo: Pintura y escultura. Arquitectura. Fotografía. Bibliografía.

Pintura y escultura

En el estudio del Arte Navarro Contemporáneo –Pintura y Escultura del último tercio del siglo XIX y siglo XX- hay que distinguir dos grandes etapas:

  1. Una etapa de formación, de fuertes individualidades, que abarca desde 1880 (Salvo Asenjo que nace en 1834) a después de la Guerra Civil y comienzo de la industrialización de Navarra de 1950 en adelante.
  2. Y otra de apertura general a las tendencias internacionales vanguardistas, de comunicación con el exterior y no sólo con el entorno geográfico más próximo, que corre en paralelo al despegue económico de Navarra, desde 1960 a la actualidad.

La primera etapa:

Es aquella en que se desenvuelven los ya mencionados “maestros de la pintura navarra”. Se desarrolla en un clima generalizado de depresión cultural y artística, promovido por varias causas:

  • Navarra, en esta época, tiene una economía y mentalidad rurales. La población se halla muy diseminada (Pamplona en 1873 no supera los 30.000 habitantes), los principales ejes de comunicación de la nación se encuentran distantes, la mentalidad general es conservadora, los centros de comercialización del arte se hallan lejos en relación a las posibilidades de locomoción de la época. Vizcaya, con su notable industria y Bilbao con su pujanza económica atraen inversiones, incluso las que tienen por objeto la adquisición de arte gracias a la burguesía que aquella sociedad produce, que es de espíritu liberal y abierta a las ideas del extranjero (el pintor Adolfo Guiard difunde el impresionismo parisino a partir de 1886) Navarra no ofrece suficientes acicates a los pintores, que obliga al éxodo de los artistas: Salustiano Asenjo se afinca en Valencia (llegará a dirigir la Academia de San Carlos y se convertirá en maestro de los impresionistas levantinos); Lorenzo Aguirre pasa a Alicante; Nicolás Esparza e Inocencio García Asarta, retratistas, se trasladan a Vizcaya atraídos por Bilbao; Jesús Basiano recibe su primera formación en Bilbao, en torno a la Asociación de Artistas Vascos; Andrés Larraga se hace paisajista en Barcelona. Por el contrario, el vitoriano Gustavo de Maeztu llega a Navarra en 1935 y se afinca en Estella entre 1936 y 1947, lo que supone un enriquecimiento del panorama artístico navarro.
  • En Navarra escasea la sensibilidad como para retener a los artistas. Las becas y ayudas de las entidades públicas fueron escasas, discontinuas y sin obedecer a plan alguno, sujetas a la decisión de los políticos (Diputación Foral de Navarra) Aunque los certámenes científicos, literarios y artísticos del Ayuntamiento pamplonés se llevaron con más seriedad, pero únicamente entre 1883 y 1886. Después fueron escasos y discontinuos. La política de ayudas fue muy tardía y sólo planificada en la década de 1980. Frente al País Vasco, donde el asociacionismo contribuyó a la defensa y desarrollo de los artistas (la mencionada Asociación), en Navarra predominó el particularismo y sólo destacaron individualidades (a costa de sacrificios, como fue el caso de Basiano).
  • Los centros de formación y enseñanza de las artes fueron válidos aunque insuficientes, a su nivel, para satisfacer el aprendizaje que un verdadero artista requiere. Las Academias existentes –la de Dibujo de Pamplona y de Tudela y la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona- fueron básicas o se dirigieron a la formación técnica de los obreros. La Escuela de Artes y Oficios dará sus frutos al final de la etapa. En este periodo la excepción será la Academia del pintor Javier Ciga, primer intento serio –privado- de enseñanza a la manera clásica.
Jesús Basiano. Otoño, h. 1986. Museo de Navarra

Jesús Basiano. Otoño (Árboles), 195-1955. Museo de Navarra

Fructuoso Orduna. Mi padre. Museo de Navarra

Fructuoso Orduna. Busto de roncalés, 1919. Museo de Navarra

Julio Martín-Caro. Serie Formas de la Angustia. Museo de Navarra

Julio Martín-Caro. Sin título. Serie Formas de la Angustia, 1966. Museo de Navarra

La generación siguiente, de artistas nacidos en las dos últimas décadas del siglo XIX y primera del XX (Lorenzo Aguirre, Jesús Basiano, Crispín Martínez, Gerardo Lizarraga, Pedro Lozano de Sotés, Miguel Pérez Torres, Ricardo Sacristán y los escultores Ramón Arcaya y Fructuoso Orduna) recibe de forma más evidente las influencias de las corrientes artísticas modernas, sólo insinuada antes en el quehacer de Zubiri, Larraga y Ciga. Nos referimos al impresionismo, post-impresionismo, cubismo y expresionismo principalmente. También hay artistas que permanecen vinculados a la pintura clásica española o interesados en el realismo y carácter de Ignacio Zuloaga (Julio Briñol y Crispín Martínez) o atraídos por el muralismo vasco (Pedro Lozano de Sotés) o el sorollismo (Miguel Pérez Torres) De los escultores, Orduna se encuentra más atado que Arcaya al renacimiento italiano. Este  último fue educado por Bourdelle en la corriente rodiniana.

La tercera generación de artistas plásticos navarros ya abarca las promociones de los nacidos antes de la Guerra Civil, como son los pintores José María Apecechea, José María Ascunce, Isabel Baquedano, Fernando Beorlegui, Salvador Beúnza, Patxi Buldáin, Emilio Sánchez Cayuela, Rafael del Real, Miguel Echauri, José Antonio Eslava, Ignacio Guibert, Juan Larramendi, Jesús Lasterra, Julio Martín-Caro, Pedro Manterola, Paco Menaya, Ángel de Mingo, César Muñoz Sola, Javier Viscarret, Enrique Zudaire, etc., en su mayor parte discípulos de Zubiri, Ciga, Sacristán o Lozano de Sotés. A ellos deben sumarse los foráneos Francis Bartolozzi, Jesús Echeberría Burgoa, Valle Fernández de Lesarri, Florentino Fernández de Retana y Mariano Sinués. Forman parte de esta generación también los escultores Manuel Clemente Ochoa, Jesús Alberto Eslava, Antonio Loperena, Áureo Rebolé y José Ulibarrena.

José Ramón Anda. Borobila iru zatitan, 1976

José Ramón Anda. Borobila iru zatitan, 1976. Col. Fundación CAN

Pedro Osés. Cómic, 1977. De su exposición en la Sala de Cultura de la CAN, Pamplona

Pedro Osés. Cómic, 1977. De su exposición en la Sala de Cultura de la CAN, Pamplona

Esta tercera generación rompe definitivamente con las fronteras culturales de Navarra y busca el éxito incluso a escala internacional, con una calidad reconocida, en los casos de Buldáin (Diploma de Honor en el Salón Internacional de Bellas Artes de París, 1961), Cayuela (becario de la Fundación March, 1967), Del Real (becario de los gobiernos de Finlandia, Francia, Gran Bretaña y Japón), Echauri (premiado en el Salón de Artes Plásticas de Montevideo), Antonio Eslava (Premio Nacional de Grabado, 1962), Martín-Caro (que recorre medio mundo con su obra entre 1962 y 68), Menaya (que destaca en las Bienales Hispano-Americanas de Arte) y Muñoz Sola (que se muestra en Estados Unidos).

La formación internacional de estos artistas es un hecho. Algunos de ellos (Ascunce, Beúnza, Cayuela, Del Real, Muñoz Sola, Martín-Caro, Ulibarrena…) reciben ayudas de la Diputación para ampliar estudios en Roma y París.

La segunda etapa:

La segunda etapa se extiende en una Navarra bajo el signo del desarrollo de su Plan de Promoción Industrial de 1964 que provoca un crecimiento del nivel de vida, una cuantiosa inmigración y el crecimiento urbano de Pamplona (en 1960 tiene el 24,5% de la población navarra, en 1975 el 45,4%), donde en quince años el 47% de la mano de obra se ocupa en el sector industrial.

MANTEROLA señala como elementos que amplían la demanda de bienes culturales en esta época el nacimiento de una cultura urbana, la profunda transformación de nuestro perfil sociológico (crece la población trabajadora) y el desarrollo económico.

Además, este momento se caracteriza por:

  • La pervivencia de los magisterios: Ciga muere en 1959, Zubiri en 1960, Sacristán en 1964, Basiano en 1966 y Lozano de Sotés vivirá hasta la década de 1980.
  • La aparición de nuevos maestros entre los artistas de la segunda generación que ahora llegan a su madurez (Lasterra, Antonio Eslava, Patxi Buldáin), centrándose en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona (dese 1969 Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos) los magisterios de Ascunce, Beúnza y Baquedano, de tanta trascendencia para la llamada por MORENO GALVÁN “Escuela de Pamplona”.
  • Una renovación “al aire de las nuevas tendencias que llegan de los Estados Unidos”, según manifiesta MARTÍN-CRUZ, y que en opinión de MANTEROLA se palpa en una competencia con el ambiente artístico creado por la anterior generación; nuevas maneras de entender la pintura y la escultura; un mayor equipamiento doctrinal; una apasionada nostalgia por la modernidad perdida; y una red de salas de distribución comercial que en la década 1970 alcanza las catorce unidades (Salas de las Cajas de Ahorros Municipal de Pamplona y provincial de Navarra) En este contexto toma cuerpo la cuarta generación (los nacidos en las décadas 1940 y 50) formada por los escultores Faustino Aizkorbe, José Ramón Anda, la holandesa afincada en Pamplona Henriette Boutens, Ángel Garraza, José María Mínguez, Alberto Orella, Zacarías Pellicer, Alfredo Sada, Ángel Bados y Xabier Sanchotena; y los pintores Juan José Aquerreta, José María Arce, Pello Azketa, Xabier Balda, Luis Garrido, Rafael Bartolozzi, Isabel Ibáñez, Patxi Idoate, Marisa Irujo, Ana Izura, Antonio Laita, Jusús Montes, José Miguel Moral, Xabier Morrás, Ernesto Murillo, Pedro Osés, Julio Pablo, Diego Pino, Joaquín Resano, Rosa del Río, Mariano Royo, Pedro Salaberri y Javier Sueskun, muchos de los cuales se apoyan en el fenómeno de la “Escuela de Pamplona” y en sus realismos social y mágico.
Autores: Salvador Martín Cruz y Celia Martín Larumbe, 1995

Autores: Salvador Martín Cruz y Celia Martín Larumbe, 1995

Isabel Baquedano. Mujer sentada en la cama, 1978. Museo de Navarra

Isabel Baquedano. Mujer sentada en la cama, 1978. Museo de Navarra

Javier Morrás. Portada del catálogo de la exposición Londres. Sala de Cultura de la CAN, 1969

Javier Morrás. Portada del catálogo de la exposición Londres. Sala de Cultura de la CAN, 1969

  • Una inquietud por el asociacionismo o agrupamiento, según observa MARTÍN-CRUZ, con o sin el apoyo de críticos de arte, que hace de fermento generador de las artes plásticas. Así, a partir de la década de 1960, asistimos a la creación de los grupos «Escuela Vasca», en el que se integra el grupo Danok (Todos, 1966) de Navarra, consecuencia del regreso de América del escultor Jorge de Oteiza y de la publicación de su libro Quousque tandem, ensayo de la interpretación estética del alma vasca, que tuvo un carácter reivindicativo cultural y social de ideología nacionalista (1966); “Escuela de Pamplona”, formado por pintores discípulos de Isabel Baquedano, encabezados por Xabier Morrás bajo el impulso crítico, en la revista Triunfo (04.04.1970), de José María MORENO GALVÁN (además de Morrás la integran Aquerreta, Osés, Salaberri, Azketa, I. Ibáñez, P. Idoate, Garrido, Resano y Royo); “Pamplona Ciudad” (1976), que une a “dieciséis profesionales del arte” entre pintores, arquitectos y fotógrafos preocupados por la ciudad de Pamplona e intentando dar una imagen de ella y sumar las diferentes interpretaciones (Azketa, Bados, F. J. Biurrun, H. Boutens, C. Catalán, Antonio Eslava, Pío Guerendiain, M. Iñiguez, P. Manterola, Jaime Morrás. E. Murillo, M. Royo, P. Salaberri, J. Sueskun y Alberto Ustárroz); “Artistas de Baztán” (década 1970), seguidores de la senda trazada en el Valle por Ciga, Echenique y Echandi, mayormente paisajistas con José Mª Apecechea como dinamizador al que se añaden Kepa Arizmendi, Fernando Gorostidi, Ana Larruy, Ana Marín, Tomás Sobrino, Ana Urmeneta, Jesús Montes, el guipuzcoano Eloy Erenchun, el labortano Xabier Soubelet y los vizcaínos Ismael Fidalgo, José María Rezola y Marcelino Bañales (con el escultor Xabier Santxotena); GUC (1977), colectivo profesional formado por Garrido, el poeta Ramón Irigoyen, los dibujantes Javier Mina, Murillo, Osés y Resano, autor de los fancines El Huerto y ¡Viva San Fermín!, y, ya en la década 1980, en el colectivo Hamelín y en El Fancineroso; Pintamonas (1980), que desarrolló en el Mesón del Caballo Blanco y en el Bar Motoclub de Pamplona una labor contracultural variada, en la que hubo exposiciones de pintores (Xabier Balda, Patxi Buldáin  José Miguel Moral, Pedro Salaberri, Peñalba y los fotógrafos Fermín Atozki, Jesús Dornaleteche y Carmen Chocarro; y Artea (1984), surgida como “asociación de artistas plásticos navarros”, unos cincuenta miembros que se presentan en la Ciudadela de Pamplona en noviembre de 1984, como consecuencia de los ciclos expositivos de arte navarro de la Galería Monet impulsada por María José Ayestarán y los artistas Alfredo Díaz de Cerio, Alberto Orella, Patxi Buldáin, Patxi París y Mariano Sinués, con la intención de relanzar la cultura de la región; Otros  colectivos de artistas se agruparon en torno al Taller de Artes Visuales y El Punto.
  • Una consolidación de los centros de enseñanza artística, pese al vacío sentido de una facultad de bellas artes en la ciudad de Pamplona, a través de iniciativas como las ya mencionadas Academias de Eslava, los estudios de Lasterra y Buldáin, la Escuela de Artes Aplicadas, el Taller de Artes Visuales (de Mariano Royo y Jaime Morrás), el posterior taller de Royo y Salaberri, etc.
  • Una mayor extensión de los concursos, certámenes y premios: en la década 1970 el concurso de pintura “Ciudad de Pamplona” convocado por el Ayuntamiento de la capital, y el Certamen de Arte Larraona; y en la década 1980 el Concurso Internacional de Arte Contemporáneo de los Festivales de Navarra; y una mayor presencia de los artistas navarros en los concursos convocados fuera de nuestras fronteras (por ejemplo los Premios “Gure Artea”, para escultura, pintura y grabado, convocados desde 1982 por el Gobierno Vasco).

Motor de este cambio fueron en gran medida los “Encuentros” de Pamplona, del año 1972, conjunto de actos culturales destinados directamente al público general, que intentaba aclarar la problemática del arte del momento, impulsados por la Familia Huarte y el Grupo Alea (Luis de Pablo y José Luis Alexanco).

“No es fácil entre tantos y tan diferentes artistas definir un estilo preponderante”, explica MANTEROLA refiriéndose a las nuevas generaciones, abiertas a todas las corrientes contemporáneas, si bien él condensa este estilo “en el amplio espectro del neorrealismo”, en el que incluye tanto el foto-realismo de raíz anglosajona de Xabier Morrás (Exposición “Londres”) como los realismos social y mágico de la “escuela de Pamplona”.

Con la crisis de los 80, influenciada –una vez más según MANTEROLA- por la reducción de los mercados, el fin del experimentalismo, el desprecio por las vanguardias, la recuperación formalista y el restablecimiento de la función mágica del arte, surge una quinta generación que definirá la amplitud del horizonte de nuestro arte contemporáneo.

Esta Quinta Generación, formada en su mayor parte en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao, dirigida en esos años por Pedro Manterola, está integrada por Juan Belzunegui, Francisco José Ezquieta, Damián Iradier, Fernando Iriarte, Txo Irujo, Ángela Moreno, Emilio Matute, Tomás Muñoz Asensio, Javier Villarreal, Javier Zía, Nino Zozaya y Emilio Zurita.

Arquitectura

La historia de la arquitectura navarra desde el último tercio del siglo XIX exige aludir a la labor realizada por nuestros arquitectos dentro y fuera de las fronteras de Navarra, pero en especial con relación al desarrollo urbanístico de Pamplona.

Serapio Esparza. Proyecto del Segundo Ensanche de Pamplona (Archivo Municipal de Pamplona)

Serapio Esparza. Proyecto del Segundo Ensanche de Pamplona (Archivo Municipal de Pamplona)

Así, distinguiremos: la arquitectura y urbanismo del Primer Ensanche, contemplado en el tema anterior; la arquitectura y urbanismo del Segundo Ensanche y proyectos posteriores; y la aportación y obras más características de los principales arquitectos navarros.

La arquitectura y urbanismo del Segundo Ensanche y proyectos posteriores:

En 1915 se inicia el derribo de las murallas en su frente sur, a tenor del proyecto urbanístico del que será Segundo Ensanche de la ciudad, realizado por el arquitecto municipal Serapio Esparza.

El nuevo Ensanche toma como eje la Avenida de Carlos III el Noble, que rompe el flanco sur de la Plaza del Castillo, por lo que el Teatro Gayarre (antes Principal) y la Plaza de Toros deben trasladarse a su emplazamiento actual.

De 1920 a 1950, en que está concluido, duran las obras del ensanchamiento de la ciudad.

El Segundo Ensanche será, en principio, el lugar elegido por la burguesía para sus “chalets”. Posteriormente acogerá la demanda de edificación masiva que precisaba un Casco Viejo saturado. En los años últimos se terciariza aceleradamente, siendo el lugar elegido para servicios oficiales, bancarios, de oficinas, comerciales y se convierte “en el centro de la ciudad”.

Víctor Eusa. Seminario Conciliar de Pamplona (Urbipedia.org)

Víctor Eusa. Seminario Conciliar de Pamplona (Urbipedia.org)

El arquitecto más destacado entre los años 1930-50 de los que intervienen en este Segundo Ensanche es Víctor Eusa (nacido en 1894), que había sido discípulo en Madrid del vasco Teodoro de Anasagasti, en cuya arquitectura interviene la poética futurista.

En Eusa se aprecian por igual influencias holandesas (el Wendingen: Dudok) y austriacas (La Sezession vienesa: Wagner), del americano Wrigth, y aportaciones arabizantes, goticistas y mudéjares, con toques racionalistas (el hormigón armado: Perret), que conforman en conjunto una obra expresionista, monumental y siempre personal.

Víctor Eusa globaliza sus proyectos con un meticuloso diseño del exterior e interior, mobiliario, lámparas, pavimentos, techos, etc. en la línea del diseño total de los mejores maestros.

Sus ejemplos más destacados, mayormente en Pamplona, son:

Década 1920

La Casa de Misericordia (donde desarrolla su en adelante peculiar estilo a base de paños de ladrillo, hormigón visto y muros pintados); el edificio de La Vasco Navarra (reinterpretación del arabismo), el Colegio de María Inmaculada (de inspiración goticista), el Colegio de los Padres Escolapios, el chalet de La Mutua, la Casa Uranga y Goicoechea, ly a Iglesia de La Milagrosa.

Década 1930

La tendencia al simbolismo, a base de elementos wrigthianos y expresionistas precubistas: Casa de la Plaza Príncipe de Viana (esquina con Avda. de Zaragoza, 1929) y la Casa de García Castañón (esquina con Fernández Arenas) construidas con hormigón; el Seminario Conciliar, de imponente implantación, cuyo simbolismo obedece a un sentido propagandístico en el ambiente anticlerical de la República, emparentable con las obras soviéticas expresionistas del momento, con uso de filigranas de ladrillo.

Un racionalismo de inspiración neoplasticista holandesa: el Asilo de Tafalla, el desaparecido Chalet de Erroz, el Casino Eslava (de gran dinamismo interior).

El estilo montañés: Colonias de Zudaire y de Fuenterrabía (1933), Chalet de Viscarret (1930), y Villa Adriana.

En la posguerra

Arquitectura oficial neoclasicista: Monumento a los Muertos en la Cruzada, Plaza Conde de Rodezno, Reforma del Palacio de Navarra.

A partir de la década 1950 Eusa retrocede a favor de otros arquitectos como Miguel Gortari Beiner y, posteriormente, Fernando Redón Huici.

Alfonso AZAGRA observa cuatro grandes orientaciones estilísticas dentro del Segundo Ensanche de Pamplona, que no son necesariamente sucesivas en el tiempo:

  • Una primera produce obras eclécticas, con restos de tradición clasicista y aportaciones regionalistas. Ejemplos: Edificio de Correos y Banco de España (Paseo de Sarasate), Casa Uranga (de
    Joaquín Zarranz.Viviendas y sede de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona (do.co.mo.mo.ibérico)

    Joaquín Zarranz. Viviendas y sede de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona (docomomoiberico.com)

    Eusa en la Avda. de San Ignacio)

  • Hacia los años 20 se manifiesta la influencia del racionalismo en las Escuelas Vázquez de Mella (Serapio Esparza, 1934), la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona del Paseo de Sarasate (Joaquín Zarranz Pueyo, 1934), la Caja de Ahorros de Navarra de la Avda. Carlos III (hoy Hacienda Foral de Navarra, de los Hnos. José y Javier Yárnoz Larrosa, 1935).
  • Antes de la Guerra Civil se construyen grupos de viviendas unifamiliares en el borde este de la ciudad. Ejemplos racionalistas en la calle San Fermín y Plaza Príncipe de Viana, y regionalistas aisladas en la Colonia de Argaray.
  • La posguerra: A) Interpretaciones de estilo escurialense adaptadas por el nacional sindicalismo, como el Edificio de Sindicatos, los Institutos de la Plaza de la Cruz, el edificio Aurora, el conjunto de la Plaza Conde de Rodezno (cúpula, pórtico, escalinatas, porches); B) Décadas 1960-70, con obras dispersas de calidad, ya sin aliento “retro”, como el edificio sobre el solar de la antigua Casa de las Hiedras (esquina Carlos III y Plaza Merindades, de Fernando Redón, recuperación del racionalismo), la Casa de la Juventud (Estanislao de la Quadra Salcedo), viviendas de la calle Plazaola-Esquina con Avda. Zaragoza (Rafael Moneo, 1971), Central de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona en calle Yanguas y Miranda (Roberto Urtasun, Xabier Sánchez de Muniáin, Fernando San Martín, 1975)

Hoy el Segundo Ensanche va admitiendo sustituciones parciales que a veces degradan su calidad urbana.

Concluido el Segundo Ensanche, en 1950 comienzan las obras de La Chantrea con el patrocinio del Patronato Francisco Franco siguiendo el modelo del arquitecto José Luis Arrese Magra, barrio con una clara identidad y morfología urbana.

Los pasos sucesivos fueron:

  • Plan General de Alineaciones y Ordenación Urbana (según las directrices del urbanista Pedro Bidagor) Sus profundas modificaciones parciales permitieron durante las décadas 1960 y 70 las construcciones de los barrios de La Milagrosa, San Juan, San Jorge e Iturrama.
  • Plan Sur: previsión del ensanche del futuro, con la Universidad Pública de Navarra en ese espacio.
  • Declaración de Conjunto Histórico-Artístico del Casco Viejo: un intento de recuperación.
  • Nuevo Plan General: para impulsar la renovación de la ciudad por medio de estudios parciales (como el del Casco Viejo y Segundo Ensanche)

Aportación y obras características de los principales arquitectos navarros:

En este punto se hace preciso distinguir, a nivel cronológico, las diferentes promociones de arquitectos, según una ordenación de ellas por décadas.

Primera década del siglo:

  • Joaquín Zarranz Pueyo (1905-1938): trabaja en el periodo 1900-1936 dentro del racionalismo, vinculado al grupo norte del GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), impulsado desde Barcelona. Obras: Grupo Escolar “Tomás Meabe” de Bilbao (en col. con Juan de Madariaga, 1932), Edificio de la CAMP en el Paseo de Sarasate de Pamplona (1934).
  • Dentro de la categoría de arquitectos restauradores nacidos en coincidencia con el Novecentismo (1884-1914) se hallan los siguientes, en primer lugar José Yárnoz Larrosa (1884-1966):
    José Yárnoz Larrosa. Monumento a los Caídos, Pamplona (Wikipedia.org)

    José Yárnoz Larrosa. Monumento a los Caídos, Pamplona, col. con Víctor Eusa, 1944-47 (Wikipedia.org)

    arquitecto completo que en su faceta de restaurador fue responsable del Servicio competente de la Institución Príncipe de Viana, siendo autor de los proyectos de restauración de la Catedrales de Pamplona y de Tudela, de los de los Monasterios de Leyre, Irache e Iranzu; de las iglesias de Eunate, Torres del Río, Puente la Reina, Los Arcos, Viana y Estella. Como arquitecto religioso es autor de la Iglesia de San Miguel de Pamplona, del Monumento a los Muertos en la Cruzada (en col. con Eusa), donde demuestra su admiración por Ventura Rodríguez. Es autor del proyecto de restauración del Palacio Real de Olite (en col. con su hermano Javier) (1923) y de la ampliación del Palacio de la Diputación Foral de Navarra por la Avda. de Carlos III (1929). Arquitecto del Banco de España. Otras obras: Proyecto de Exposición Universal para Madrid (en col. con Modesto López Otero, Medalla de Oro en la Nacional de Bellas Artes de 1912), Hotel Alfonso XIII para Sevilla y Círculo de Bellas Artes para Madrid, ambos de 1916.

  • Francisco Íñiguez Almech (1901-1982): de estirpe aragonesa, fue arquitecto de vocación arqueológica e historiador del arte. Participó en los proyectos de San Miguel de Aralar, Hórreo de Iracheta, Aljafería de Zaragoza, Catedrales de Burgos y León, Monasterios de Las Huelgas y de Santo Domingo de Silos, la Seo de Jaca, San Juan de la Peña y San Millán de la Cogolla, entre otras realizaciones.
  • José de Arrese y Magra (1905-1987): impulsor de viviendas humildes acogidas a la legislación del Instituto Nacional de la Vivienda, urbanista (Paseo Marítimo de Málaga, Desviación del río Guadalquivir y del Turia) y restaurador (Reconversión del Palacio de Buena Vista en Museo de Málaga, Monasterio de la Encarnación de Corella).
  • José María Yárnoz Orcoyen (1914): arquitecto responsable de las restauraciones monumentales de la Institución Príncipe de Viana en el periodo 1966-1984. Obras en Pamplona: Palacio Consistorial, Cámara de Comptos, Sala de Armas de la Ciudadela; en Sangüesa: Ayuntamiento, Palacio de Valle Santoro, Iglesia de San Adrián de Vadoluengo; en Estella: Casa Fray Diego, Iglesia del Santo Sepulcro; Ermita de Echano (Olóriz), Iglesia de la Parroquia de San Martín de Unx; en Olite: Palacio de los Reyes, Iglesia de Santa María; Iglesia de Fitero y de Villamayor de Monjardín; Cerco de Artajona.

Segunda década del siglo:

  • Javier Sáenz de Oiza (Cáseda, 1918): considerado de la Escuela de Madrid y perteneciente a la denominada Segunda Generación de la Posguerra. Preocupado por la arquitectura social y los
    Javier Sáenz de Oiza. Edificio Torres Blancas, Madrid

    Javier Sáenz de Oiza. Edificio Torres Blancas, Madrid, 1961-68

    Fernando Redón. Clínica Ubarmin, Elcano (Navarra)

    Fernando Redón. Clínica Ubarmin, Elcano (Navarra), 1968 (docomomoiberico.com)

    problemas del urbanismo. Obra: Edificio Torres Blancas (Autopista de Barajas en Madrid, en col. de Daniel Fullaondo y Rafael Moneo), su obra maestra y del racionalismo avanzado bajo influencia de Le Corbusier y Wrigth, concebida como ciudad-jardín, con un núcleo social en la parte superior y series de apartamentos, cada uno con su gran terraza, dispuestos en forma espiral alrededor de un corazón de servicios, con exterior de cemento y hormigón; Proyecto para la Basílica de Ntra. Señora de Aránzazu (Guipúzcoa, 1950); Poblados de Entrevías (Madrid, 1956); Local para exposición en la Avda. del Generalísimo (Madrid, 1960); Cien apartamentos-terraza en la Ciudad Blanca de Alcudia (Mallorca, 1963); Oficinas del Banco de Bilbao (en el Paseo de la Castellana en Madrid, 1971-80), en la línea wrightiana de gran edificio. Su próximo proyecto: Universidad Pública de Navarra.

  • Javier Lahuerta Vargas (1916): de estirpe aragonesa, interesado en la decoración exterior de los muros mediante placas prefabricadas decoradas con motivos geométricos y florales. Obra en Pamplona: Viviendas de la Avda. Pío XII núm. 12-14, Fuente del Hierro núm. 1-3 y Vuelta del Castillo-Monasterio de Urdax-Travesía de los Glacis con chaflán curvo. Clasicista.

Década de 1920:

  • Miguel Gortari Beiner (1920-1977) Obra: Iglesia de San Francisco Javier y Hotel Tres Reyes, en Pamplona.
  • Fernando Redón Huici (1929): se caracteriza su arquitectura por la alternancia de preferencias por la vivienda social y la elitista, y se halla preocupado por el diseño, el interiorismo y la escultura contemporánea, así como por la coexistencia de lo antiguo con lo moderno, tendiendo a la plasticidad y a la exquisitez a un tiempo, y se interesa por las repercusiones urbanísticas y ecológicas. Obra relativa a su colaboración con Javier Guibert: Club de Golf de la Ulzama, combinación de ladrillo y teja árabe con respeto al ambiente ecológico; Kinkler Club de Olazagutía; Torre de Erroz (Pamplona), de plasticidad volumétrica casi escultórica a lo Chillida; antigua Casa de Baños del Paseo Sarasate-Vínculo; Viviendas para empleados de Papelera Navarra (Sangüesa), de una sola planta combinadas con dúplex, unifamiliares. Obras en que se da la simbiosis de diseño e interiorismo con perfección: Residencia Juan XXIII (Pamplona, 1967), Chalets (por ejemplo en La Manga del Mar Menor, 1968), Centro de Rehabilitación “Elcano” de Ubarmin (1967) con plasticidad escultórica, Oficinas de Salvat (Pamplona) inspirándose en la calandra de un rolls. Otras obras: Convento de Agustinas (Paseo de Aranzadi de Pamplona): mezcla al exterior ladrillo, cemento y tubos metálicos; en el interior se da un amor por la pureza del blanco, e ilumina el interior tamizando la luz natural mediante celosías metálicas de estructura industrial, muestra conocimientos eruditos, humanistas y de la arquitectura popular; Edificio Las Hiedras (de Pamplona, en col. con Manuel Sagastume), influídos por Le Corbusier, e Iglesia de Santiago (Barrio pamplonés de la Chantrea). Y como urbanista y profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, el Plan Especial de Protección y Ordenación del Valle de Belagua. Ha sido Asesor del Ministerio de Cultura, Director de la Institución Príncipe de Viana y encargado del Pabellón de Navarra en la Expo. de Sevilla’1992.

Década de 1930:

  • José Rafael Moneo Vallés (1937): con sólida base teórica, ha intentado en su obra una meditación sobre las aportaciones de la arquitectura contemporánea en obras wrigthianas, racionalistas,
    Rafael Moneo. Plaza de los Fueros de Navarra, Pamplona, en col con De la Quadra Salcedo

    Rafael Moneo. Plaza de los Fueros de Navarra, Pamplona, en col. con E. De la Quadra Salcedo, 1973-75 (docomomoiberico.com)

    venturianas, sobre las obras de Rossi, los Five Architects, las obras de Piñoni y Viaplana. Obra: el Bloque Urumea (San Sebastián 1969-73), próximo al organicismo; Oficinas Bankinter (Madrid 1973-76); Edificio de viviendas en el Paseo de la Habana (Madrid, 1971-79); Ayuntamiento de Logroño (1973-81), con citas de Herrera, Zuazo, Tessenow, Aalto, Jacobsen, Kanh, Cano Lasso, Rossi y los Five Architects, es decir, ecléctico; Museo de Arte Romano de Mérida, manifiesto de la nueva arquitectura realista y táctil que propone para el futuro, basada en la lógica estática y la textura de los materiales; Proyecto de Zona Residencial para la ACTUR (Actuación Urbanística Urgente) de Lacua en Vitoria (en col. con Manuel de Solà-Morales, 1975); En Navarra: Escuela de Tudela (1969-71) y Casa de Misericordia de la misma ciudad, Edificio de la Calle Plazaola de Pamplona y Configuración urbanística de la Plaza de los Fueros en Pamplona.

  • Estanislao de la Quadra Salcedo (1937) Obra: Casa de la Juventud (neoplasticista), Casa del Deporte, Edificio de la CAMP en la calle Monasterio de Fitero, Residencia de Ancianos del Parque de Aranzadi, en Pamplona.

Periodo 1940-1955:

En este periodo se constituye la nueva generación salida de la ETSA de la Universidad de Navarra, a diferencia de los anteriores arquitectos titulados por la Escuela de Madrid. Garaicoechea y Modrego lo serán por la ETSA de Barcelona.

  • Manuel Íñiguez Villanueva / Alberto Ustárroz Calatayud. Obra: Restaurante Erreleku de Cordovilla, clasicista; Centro de Salud de Lesaca; Rehabilitación del Ayuntamiento de Lesaca.
  • Patxi Biurrun Salanueva. Obra: Oficinas de la Caja de Ahorros de Navarra en el Barrio de San Jorge (Pamplona); Vivienda en Ibero (Navarra).
  • Xabier Sánchez de Muniain Sabater. Obra: Oficina Central de la CAMP (col. con Roberto Urtasun y Fernando San Martín); Club Deportivo Anaitasuna (col. con Fernando San Martín).
    Roberto Urtasun. Sede central de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, col. con X. Sáchez de Muniáin y F. San Martín

    Roberto Urtasun. Sede central de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, col. con X. Sánchez de Muniáin y F. San Martín, 1975-79 (docomomoiberico.com)

  • Fernando San Martín Carreño. Obra: la Oficina de la CAMP mencionada.
  • Roberto Urtasun Uriz. Obra: Edificio Central de la CAMP (en col. con Sánchez de Muniáin y San Martín), Casa del Valle de Salazar, Iglesia Parroquial del Corpus Christi en Pamplona, Colegio Hilarión Eslava II (Burlada).
  • Luis Felipe Gaztelu Montagut. Obra: Edificio Central de la Caja de Ahorros de Navarra en Pamplona.
  • Javier y Jesús Martínez Oroquieta. Obra: Viviendas en Monasterio de Vadoluengo y Ermitagaña empleando el ladrillo cara vista, Nueva Escuela Virgen del Camino (Barrio de la Chantrea), Reforma del Mercado de Santo Domingo, en Pamplona.
  • Francisco Monente Zabalza / Miguel Laurenz Garde. Obra: Colegio Nacional San Juan de la Cadena, en Pamplona, clasicista.
  • Manuel Blasco Blanco / Luis Tabuenca González. Obra: Residencia de Ancianos “Txoko-Berri” (Pamplona) y Residencia de Ancianos de Lumbier.
  • Javier Ochoa Gambra. Obra en col. con Fernando Tabuenca en el Nuevo Ayuntamiento de Lumbier y en col. con Javier Portillo Lana los Cines Golem, de Pamplona.
  • Miguel Ángel Garaicoechea Urriza / Fermín Modrego Garralda. Obra: Ikastola Municipal de Iturrama, en Pamplona.
  • Javier Ayesa Usabiaga. Obra: Adaptación interior del Seminario de San Juan, Pamplona.

Fotografía

En el panorama fotográfico de Navarra pueden distinguirse varias etapas:

  1. El planteamiento de la estructura profesional en la ciudad de Pamplona entre 1843 y 1900, aproximadamente, objeto de estudio en el tema anterior.
  2. Expansión del profesionalismo en la provincia. Los primeros fotógrafos no profesionales, entre 1890 aproximadamente y 1950.
  3. La actividad de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra y de sus miembros, desde 1955 a la actualidad.

Vamos a atender ahora la segunda y tercera etapas.

Segunda etapa:

Vendrá caracterizada por una expansión de la fotografía profesional desde Pamplona al resto de la provincia.

Así deben reseñarse los estudios de:

  • Sangüesa: con Enrique Pliego.
  • Corella: con el gabinete de Marcelino García.
  • Elizondo: con Félix Mena y sus hijos Javier y Victorio. El pintor Francisco Echenique (fotógrafo pictorialista) incluso.
  • Tudela: Peinado y Mazo, discípulos de Benito Rupérez.
  • Pamplona: Benito Rupérez Herrero, con estudio en Paseo de Sarasate y Yanguas y Miranda, su hijo Luis Rupérez Pérez que creará escuela de fotógrafos; José Galle Gallego, a partir de la década 1930, y su hijo Fernando Galle Zumealde. El primero se asociaría con Rafael Bozano, luego independiente, relacionado con los medios de comunicación, como igualmente Francisco Zubieta Vidaurre y Andrés Retegui Gastearena. Otros desde la década 1950: Julio Ruiz Sánchez, fotografía de estudio (retrato y publicidad); y los discípulos de Rupérez José Luis Lafuente y Carlos Calleja.

Del mismo modo el periodo registra el desarrollo de la fotografía no profesionalizada, que tiene un precedente en la década 1870 en el fotógrafo villavés Mauro Ibáñez, autor de las fotografías del asedio carlista a Pamplona (incluso del pretendiente Carlos VII) y de una serie de vistas tomadas desde su domicilio en la Plaza de la Constitución, 10. Es, por tanto, uno de los iniciadores del documentalismo entre nosotros.

Los fotógrafos no profesionales más destacados fueron:

  • Roberto Greuling: “La Plaza de la Constitución con nieve” (1888).
  • Julio Altadill Torrontegui: ilustró con fotografías suyas su libro Geografía de Navarra.
  • Aquilino García Deán: fotógrafo documentalista de Pamplona en el periodo 1885-1940.
  • José Ayala Yaben: fotógrafo documentalista de Pamplona, de la que toma vistas y realiza retratos.
  • Vicente Istúriz: junto a los dos anteriores documenta la ciudad “desde una perspectiva cándida”, según CÁNOVAS.
  • José Esteban Uranga Galdiano: fotografía monumental y artística.
Miguel Goicoechea. Autorretrato, h. 1935 (Archivo Fernando Goñi)

Miguel Goicoechea. Autorretrato, h. 1935 (Archivo Fernando Goñi)

Caso especialmente relevante es el de Miguel Goicoechea de Jorge (Alsasua, 1894-Pamplona, 1983), estrechamente vinculado al pictorialismo, formado en Francia, relacionado con fotógrafos como Ortiz Echagüe, Pla Janini y Conde de la Ventosa. Es el primer fotógrafo navarro que se relaciona abiertamente con el extranjero, obteniendo en él premios y colaborando con revistas especializadas. Desde 1917 a 1935 mantiene interés por el pictorialismo (en especial transporte de tintas). Desde esa época practicó una fotografía más directa, menos manipulada, con interés creciente por el retrato (tipos populares como personalidades de la ciudad) y la vida cotidiana, con dimensión “reportajista”.

También se extiende por la provincia, en este periodo, la fotografía no profesional:

  • Tudela: Nicolás Salinas Pobes, documentalista y retratista.
  • Sangüesa: Lázaro Landarech, con fotografía documental artística.

En esta etapa se amplían los géneros de trabajo. José Galle practica no sólo el retrato sino el paisaje urbano, la publicidad y el reportaje. Rafael Bozano el reportaje, etc., pero se echan de menos géneros tales como el desnudo, la denuncia social o la naturaleza muerta.

Existe entre los profesionales un cierto desinterés por la investigación técnica y creativa. “las causas –escribe CÁNOVAS- tal vez haya que buscarlas en el propio sistema de aprendizaje, que perpetuaba una clara vocación retratista y documentalista, y en la necesidad perentoria de sacar la vida adelante con el oficio”.

La fotografía es feudo de unos pocos.

Tercera etapa:

A partir de las décadas 1950-1960 las condiciones socioeconómicas experimentan un cambio gradual.

Carlos CÁNOVAS aprecia unas características propias de este periodo:

  • Los establecimientos comerciales van a subsistir, pero ya “sin el esplendor de otras épocas”
  • El creciente nivel económico va a acercar la fotografía a numerosos aficionados, por lo que la fotografía no profesional va a dejar de ser feudo de un grupo selecto de conocedores.
  • Los medios de comunicación ilustrados divulgarán hasta la saciedad la imagen fotográfica.

En 1955 un grupo de aficionados crea en Pamplona la AFCN (Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra), que aunque en la práctica se limitará al terreno de la técnica y la estética fotográficas, abre una vía para que se conozca el material fotográfico de sus asociados, muchos de los cuales aceptan enviar sus obras a salones nacionales y extranjeros, obteniendo éxitos destacados. La propia Agrupación crea su “Salón de San Fermín”, de ámbito hoy internacional.

De la AFCN surgen varias promociones de fotógrafos:

  • En la primera destacan Pedro María Irurzun (1902-1958), que practica el retrato en estudio, de estilo clásico; Nicolás Ardanaz Piqué (1910-1982), paisajista, no exento de cierto casticismo anecdótico en el tratamiento del tema humano; y Javier Cejuela.
  • En la segunda, José Luis Bayona y Félix Elbusto, hoy profesionales.
  • En la tercera, década de 1960, José María Nebreda, Antonio Mencos, Pío Guerendiain, Félix Aliaga, José Luis Nobel, José Torregrosa y Javier Ochoa.
  • En la cuarta, en la siguiente década, 1970, Koldo Chamorro, formador de otros en el periodismo gráfico (como Fermín Ezcurdia, José Luis Larrión, Jorge Nagore, Javier Rey…); Joaquín Ahechu, Carlos Cánovas (que ejerce también la crítica), Fermín Atozki, Miguel Bergasa, Jesús Dornaleteche, Francisco Javier Labarga (documentalista), Alberto Lizoain, Nicolás López, Paco Ocaña, Pachi París, Jaime Martín y Xabi Otero. El final de la etapa conoce la creación de nuevos núcleos de interés: Centro Auzotegui (Chantrea), Casa de Cultura de Villava, Grupos de trabajo de Estella, Tudela y Tafalla.

Aspectos característicos de esta etapa son:

  • El incremento de publicaciones fotográficas (Boletín de la AFCN, libros de autores, catálogos de exposiciones).
  • La existencia de locales de exposición fotográfica, aunque sometidos a cambios: local de la AFCN, Citroen Arte, Sala de Cultura CAN (Burlada), Galería Nueva Imagen, etc., que suponen un lanzamiento de la fotografía navarra y un conocimiento de la exterior.
  • La organización de cursos didácticos dirigidos por Herráez, Cánovas y Chamorro.
  • El coleccionismo fotográfico (José Joaquín Arazuri, Archivo Municipal de Pamplona y de la Caja de Ahorros de Navarra, Nueva Imagen, Francisco Javier Beúnza, Gobierno de Navarra…)
  • Y otras características de importancia general: revolución tecnológica, mejora de la comunicación, liberalización, etc.
Pedro Irurzun. Fantasía de papel nº 4, h. 1950 (Museo de Navarra)

Pedro Irurzun. Fantasía de papel nº 4, h. 1950 (Museo de Navarra)

Carlos Cánovas. De la serie A propósito de..., Marina Abramovich (The quiet in the Land), 2009 (col. del autor)

Carlos Cánovas. De la serie A propósito de…, Marina Abramovich (The quiet in the Land), Madrid, 2009 (col. del autor)

Koldo Chamorro. De la serie España mágica. Andalucía, 1982 (Col. Herederas de Chamorro)

Koldo Chamorro. De la serie España mágica. Andalucía, 1982 (Col. Herederas de Chamorro)

Diego Quiroga y Losada (Marqués de Santa María del Villar). Hayas y abetos en una selva pirenaica

Diego Quiroga y Losada (Marqués de Santa María del Villar). Hayas y abetos en una selva pirenaica

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En una valoración de la Fotografía en Navarra no puede omitirse a Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1852-Madrid, 1934), que dedica en sus numerosas investigaciones un lugar a la fotografía y al color, a la investigación microscópica y a la fotografía estereoscópica, y fue asiduo practicante de la daguerrotipia (retrato familiar, autorretrato) desde fecha muy temprana (1868). Fue primer presidente honorario de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.

Mención especial ha de hacerse de aquellos fotógrafos que no siendo navarros realizaron entre nosotros parte de su obra. Entre los que, como muestra, pueden citarse (José Ortiz Echagüe, Francisco Hidalgo, Inge Morath, Xavier Miserachs, Ramón Massats, Fernando Herráez…), vale la pena resaltar el nombre de Diego Quiroga y Losada (Marqués de Santa María del Villar), pionero de la fotografía turística (el Pirineo navarro)

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Imagen de la portada. Edificio central de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona (Roberto Urtasun en colaboración con Xabier Sánchez de Muniáin y Fernando San Martín). Pamplona, calle Yanguas y Miranda. 1975-1979. Foto: docomomoiberico.com