Esas mujeres de Bergman

“Esas mujeres” es el título de la película de Ingmar Bergman que presenté en Pamplona, en el Olite-Club de Cine Universitario de la Universidad Pública de Navarra, el 17 de noviembre de 2009, dentro del ciclo “El Cine de la A a la Z”.

Ingmar Bergman acompañado por su operador Sven Nykvist en un descanso del rodaje

“Esas mujeres” (För att inte tala om alla dessa kvinnor, 1963) literalmente “Para no hablar de todas esas mujeres” o “A propósito de estas mujeres”, del director sueco Ingmar Bergman, ocupa entre los largometrajes de este director una posición intermedia entre la Trilogía de los “filmes de cámara” (“Como en un espejo”, “Los comulgantes” y “El silencio”), en que se plantea la búsqueda de Dios y del sentido de la existencia humana, y “Persona”, que trata del abandono del hombre en un mundo sin sentido sometido a la violencia donde pierde su identidad (periodo que abarca los años 1966-1976, con títulos tan significativos como “La hora del lobo”, “La vergüenza”, “El rito”, “Cara a cara al desnudo” y “El huevo de la serpiente”, que continúan esta temática).

Realiza “Esas mujeres” [1] para aliviarse de una difícil coyuntura –los que anteceden son títulos duros, escandalosos y muy polémicos. Hasta 1966 no dirigirá otro largometraje –“Persona”- entreteniéndose mientras tanto con varios títulos para la TV sueca –“Don Juan” según Molière y un sketch sobre su hijo Daniel para el filme colectivo “Stimulantia”. Es la época en que, recién nombrado director titular del Teatro Real de Estocolmo, su prestigio como director de escena está en su cenit.

Muy molesto con la crítica cinematográfica, idea el argumento de “Esas mujeres” como la historia de un crítico –Cornelius- que acude a la mansión del chelista Félix, para obtener de él el compromiso de estrenar una de sus composiciones musicales, con la excusa de estar preparando una biografía sobre él, llegando a amenazarle con ponerle en ella mal si no se compromete a estrenarla.

De este modo destapa las segundas intenciones de una parte de los críticos de arte, carentes de ética en su ejercicio crítico. Y, quizás también, reflexione sobre la obra del creador, en particular la suya propia.

Como ha destacado Robin Wood en su estudio del cineasta, el filme “es una especie de declaración sobre la impertinencia que supone sustituir la crítica de arte por el chismorreo biográfico en torno al artista” [2]. Y, al mismo tiempo, nos habla del que parece ser punto de vista de Bergman, según el cual la vida privada del artista no influye para nada en su arte, que debe ser totalmente autónomo (aunque en esto hay una tremenda contradicción, pues no hay director más marcado por su experiencia vital que él mismo). Para Bergman, el crítico ha de ocuparse del arte y no del artista.

Una escena de la película

Como no podía ser de otra manera, el filme adopta forma de farsa, con sus ingredientes de comicidad, enredo y apariencia, con un regusto trágico muy de Bergman.

Para analizar bien los personajes femeninos (encarnados por las actrices Eva Dahlbeck, Bibi Andersson, Gertrud Fridh, Karin Kavli, Harriet Andersson y Barbro Hjiort Af Ornass) -es una constante en este director-, los concentra en la majestuosa mansión del músico Félix, con sus estancias, dormitorios y pasillos, rodeada por un jardín versallesco, recordando en esto a sus filmes de cámara, que daban preferencia al primer plano del rostro humano.

En cuanto a farsas cinematográficas, Bergman ya tenía experiencia al haber realizado una serie de títulos que han sido como islas en su trayectoria, por ejemplo “El ojo del diablo” (1960), en que Don Juan es enviado desde el Infierno a la Tierra por Satanás para seducir a una joven doncella, causa de que al diablo le haya salido un orzuelo en un ojo; o la comedia de enredo “Sonrisas de una noche de verano” (1955), que le reveló fuera de Suecia como un director de categoría (Premio al Humor Poético en el Festival de Cannes, 1956).

Aspectos relacionados con la farsa son en esta película:

– Desde el punto de vista argumental: la rivalidad de sexos (en este caso especialmente la existente entre las distintas admiradoras y amantes del músico Félix), los celos e incidentes derivados, los personajes burlados, las situaciones cómicas llevadas al límite del absurdo; la sátira del personaje principal, Cornelius, hasta su completa ridiculización (un excelente Jarl Kulle).

– Y desde el lado cinematográfico, el influjo del cine burlesco mudo, presente en los intertítulos, acelerados, peleas, persecuciones acompañadas de la música típica de los cartoons (piano, trompeta con sordina…), situaciones embarazosas (Cornelius evitando la caída de un busto de piedra); la burla en sí misma, en este caso del arte moderno (la composición musical de Cornelius se titula Abstracción nº 14 o El sueño del pez); un tono de comedia ácida a lo Lubitsch y Fellini (la villa de Félix es la Villa Trémolo), ambos directores propensos a los personajes femeninos;

Es el primer título en color de Ingmar Bergman (eastmancolor), con el concurso del operador Sven Nykvist, cuyas principales virtudes han sido las de su capacidad para observar la luz natural en la debida proporción con la luz indirecta, artificial; su economía de medios técnicos; el dominio en la utilización de los filtros: primeras imágenes del funeral; imitación del tono pasado de las fotografías antiguas; su perfecta adaptabilidad a los requisitos argumentales y a sus exigencias psicológicas; y el entendimiento del encuadre para seleccionar composiciones en función de la prioridad concedida al primer plano.

Imagen de la portada: fotograma del filme «Esas mujeres», de Ingmar Bergman. Operador: Sven Nykvist

Notas

[1] Ficha técnico-artística del filme: Producción: Svensk Filmindustri. Productor: Allan Ekelund. Guionista: “Buntel Eriksson”, seudónimo de Ingmar Bergman y Erland Josephsson. Realizador: Ingmar Bergman. Fotografía: Sven Nykvist, en eastmancolor. Música: Erik Nordgren. Escenografía: P. A. Lundgren. Montaje: Ulla Ryghe. Vestuario: Mago. Duración: 82’. Intérpretes: Jarl Kulle (el crítico Cornelius), Eva Dahlbeck (Adelaide, la esposa de Félix), Barbro Hiort af Ornäss (la pianista acompañante Beatrice), Bibi Andersson (Humlan, la amante), Gertrud Fridh (Traviata, la pupila), Karin Kavli (Madame Tussaud), Harriet Andersson (Isolde, la doncella), Mona Malm (Cecilia, la prima), Georg Funkquist (Tristán, el violoncelista) Allan Edwall (el empresario Jillker), Doris Kuncke, Carl Billquist, Lars-Owe Carlberg, Lars-Erik Liedholm, Axel Düberg, Ulf Johansson, Jan Blomberg, Goran Graffman, Jean-Olof Standberg, Gösta Pruzelius (speakers).

[2] WOOD, Robin. Ingmar Bergman. Madrid, Fundamentos, 1972, p. 157.