En 1986 se cumplieron cincuenta años de la llegada del pintor y escritor Gustavo de Maeztu y Whitney a la ciudad navarra de Estella (Navarra, España). Su museo, erigido con ocasión de la donación de su obra al ayuntamiento de la ciudad en el Palacio de los Reyes de Navarra, hacía doce años que se había cerrado por circunstancias de fuerza mayor. La idea de reabrirlo estaba muy presente en las autoridades y admiradores del artista. Previendo en su futura inauguración, las obras de Maeztu fueron llevadas al Museo de Navarra para su restauración y en el edificio que las contuvo se inició el proceso de su restauración. Ya restauradas y catalogadas [1] las pinturas, dibujos y grabados de Maeztu, el Museo de Navarra ofreció en 1986 una exposición selectiva de sus obras y, con tal motivo, se editó un libro, bajo el título de Gustavo de Maeztu, que incluía tres estudios. El primero, con el título de “La pintura antigua y moderna de Gustavo de Maeztu”, iba firmado por Pedro Manterola; el segundo, “Trazos de un raro: Gustavo de Maeztu, escritor”, lo suscribía Miguel Sánchez-Ostiz; y el tercero, “Itinerario vital de Gustavo de Maeztu”, que incluía como anexos las exposiciones y bibliografía del pintor, se debía al autor de esta página web.
Dicho texto comenzaba así:
“Cuando un perro trata de acostarse, antes de hacerlo, describe una serie de círculos concéntricos, los cuales son tenidos por muchos naturalistas como una reminiscencia del estado salvaje, pues parece ser que los zorros y los lobos tienen la misma costumbre. El artista, sin ser precisamente una animal salvaje, también describe antes de acostrse para siempre, sus correspondientes rodeos”. De esta original manera se expresaba Gustavo de Maeztu en El Liberal, diario bilbaíno de 1910, para explicar que si bien los caminos del arte parecen rectos, no lo fueron tanto para sus colegas los pintores vizcaínos, algunos de los cuales, para perseverar en su vocación, hubieron de hacerse antes toreros, carpinteros, santeros y, cómo no, pintores de brocha gorda.
Del mismo modo, nuestro Gustavo de Maeztu, del que ahora tratamos de reconstruir su biografía en las puertas del centenario de su nacimiento en Vitoria, año 1887, dio también sus rodeos para centrarse en la actividad pictórica. Fue de todo. Torero, desde luego. Pero también comediante, escritor de folletines, comisionista, poeta, inventor, explorador y trotamundos.
Procuraremos aclarar por qué ánimo tan inquieto o giróvago -como alguien le llamó- resultó de tal potencialidad, ya más mesurada tras su incorporación a Estella, avanzada la madurez del artista…»
El artículo contiene los siguientes puntos:
- La familia de Gustavo
- Comienzo de los estudios y primera actividad artística en Bilbao
- Primer viaje a París
- Colaboración con la Asociación de Artistas Vascos
- Buscador de la esencia de España
- Madrid. Investigaciones y tertulias
- Relaciones con Barcelona
- Londres. De la jet society a los chinos del Strand
- Maeztu se convierte en estellés
- Su muerte. El testamento a favor de Estella
- Exposiciones
- Bibliografía y hemerografía
Notas
[1] El Catálogo del Museo Gustavo de Maeztu (Estella, Navarra), Pamplona, 1985, inédito, fue objeto de mis prácticas profesionales de Museos en el Museo de Navarra, realizadas sobre los fondos del pintor donados por él al Ayuntamiento de Estella, en ese momento depositados en el centro para recibir un tratamiento de conservación.