Resumen
El paisaje es el género que en España conducirá el cambio de la estética romántica a la moderna, estimulado por los focos regionales de la pintura que mayormente se sitúan en la periferia peninsular, si se excluye el importante magisterio de Carlos de Haes en la Escuela de San Fernando, de Madrid, desde 1857. A ello ayudará la Escuela pre-impresionista de Barbizón (Francia), que establece una forma de trabajo que será adoptada por colonias de pintores, también en España, seducidos por parajes bellos e incontaminados surcados por ríos donde pintar al aire libre, pero también atraídos por el carisma de uno o varios pintores que establecen con los demás lazos de magisterio.
La Escuela paisajística del Bidasoa surge en la desembocadura del río que le da nombre entre 1895 y 1919, permaneciendo activa hasta fines del siglo XX cuando muere su principal aglutinador, el pintor Gaspar Montes Iturrioz. A lo largo de su desenvolvimiento se registrará la escalonada presencia en las riberas del río de los pintores Darío de Regoyos (en Irún), Daniel Vázquez Díaz (en Fuenterrabía) y Ricardo Baroja (en Vera de Bidasoa). La Escuela se forma en Irún bajo la protección de unas circunstancias favorables -una infraestructura educativa y cultural, la influencia francesa y el liberalismo en las actitudes- aunque sus efectos se proyectan sobre la cuenca entera del río, que en parte de su curso por Navarra recibe el nombre de Baztán.
El libro contempla la génesis de esta escuela paisajística, las relaciones de sus miembros con los literatos locales, el desarrollo de sus focos y las múltiples afinidades existentes entre los artistas que actúan de protagonistas.
Para la presentadora del libro, la Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Navarra, Dra. María Concepción García Gaínza, «El recoger este paisajismo, tan próximo a nosotros, tan familiar, con su paleta de verdes, azules, malvas y rojos, impregnado de humedad y de melancolía, y rescatarlo del olvido y dispersión en el que hasta ahora ha estado, es en definitiva el logro principal de este libro. Por si fuera poco, en el panorama de nuestra pintura contemporánea, «La Escuela del Bidasoa» de Francisco Javier Zubiaur aparece como iniciadora de los estudios de una escuela de paisajismo del siglo XX. A partir de ahora, es bien seguro, hemos de ver surgir otras escuelas de paisaje».