- El continente.
- El contenido.
- Tipologías museísticas:
- Estado de la cuestión;
- Diferentes clasificaciones: tipologías de Gaya Nuño, Beltrán Lloris, Herrera Escudero, León, Alonso Fernández, ICOM, MECD y otros.
- Bibliografía.
1. EL CONTINENTE
Para Aurora León, estructura arquitectónica y actividad del museo son conceptos inseparables, que a menudo son valorados de distinta manera, haciendo predominar la una sobre la otra o viceversa[1].
El edificio (el continente) implica una serie de problemas (sociales, funcionales, estéticos, perceptivos…), de los que dependen el sentido cultural y científico, artístico y social de la vida que desarrollará el centro museístico.
¿Cómo debe ser, pues, el continente? :
Todo el material cultural tiende a reunirse en el museo y a ser presentado según una determinada concepción museológica. Este rasgo dota a la arquitectura museística de un valor no permanente, flexible, abierto a posteriores modificaciones o ampliaciones; es decir, una arquitectura no acabada, gradual y transitoria, ya que transitorias son, dada la dinámica que debe conllevar el museo, sus funciones, su creciente público, sus exposiciones y ciclos culturales.
Lo único permanente del museo -el contenido- es incluso algo movible, que puede ser retomado para presentarlo desde diversos puntos de vista.
Ello implica serios problemas en la construcción de museos de nueva planta y en la adaptación de edificios antiguos destinados a fines museográficos.
En ambos casos será necesario:
- Un estudio científico (arquitecto y urbanista), museológico (conservador) y funcional-social (programadores y coordinadores) previo al comienzo de las obras (XI Conferencia Mundial de Museos, 1978).
- Debe contemplar las siguientes prioridades: 1º las colecciones, 2º el público, 3º el personal del museo y los servicios funcionales. Después la programación (costos, provisión de fondos económicos, plazos de ejecución de la obra).
- Debe prever la evolución futura del museo: las ampliaciones y remodelaciones no previstas suponen un grave problema al perderse la organicidad del conjunto[2].
- Deben tenerse en cuenta dos cualidades clave de todo museo: la flexibilidad y extensibilidad de sus espacios en base a su:
- crecimiento natural: legados, donaciones
- crecimiento intelectual: nuevas formas de presentación, recientes puntos de vista sobre actividades culturales…
- crecimiento técnico: necesidad de salas de restauración, de talleres…
- crecimiento social: afluencia de un mayor número de personas, concentración de grupos de estudiantes, turistas etc.
- crecimiento cultural: salas de conferencias y conciertos…
2. EL CONTENIDO
Matizaremos que «el contenido» de un museo no es una «colección». La colección tiene un carácter esencialmente privado, en tanto que un museo es una institución pública.
Por contenido de un museo se entiende sus «fondos».
El tratamiento de los mismos en un museo presenta diversos problemas:
- Es imposible, al menos pedagógicamente, exponer todos los fondos de un museo, de modo que es preciso llevar a cabo una selección de los mismos cara a su exhibición pública. La selección implica una labor difícil y compleja, pero necesaria.
Requiere del museólogo tener ideas claras acerca de la utilidad que quiera extraer de las obras elegidas, del grado de conocimientos vertidos en ellas, de la capacidad de las piezas para adaptarse al contexto de las vecinas, de la función precisa que desarrollan como obras aisladas y en relación con las demás; además, habrá que considerar la facilidad que éstas ofrezcan para entablar comunicación del público,
Es decir, que su selección deberá hacerse siempre atendiendo más a la comprensión del público que a la obra misma. - El museo suele cometer una serie de errores con respecto a sus fondos:
- creer que son tanto mejores cuanto mayor material expongan; esto obedece a una falta de criterio científico, de visión psicológica y pedagógica de sus directivos;
- hacer permanente la exposición de sus piezas, lo que aumenta la ya de por sí existente descontextualización, al eternizarlas sobre el muro;
- carecer de criterio científico y de una auténtica política museológica, es decir, que el desarrollo de un museo obedezca al gusto personal de la dirección; ello produce lagunas injustificables;
- la tendencia tradicional en los conservadores de apropiarse mentalmente de la entidad a la que sirven; el museo no debe ser el reflejo de sus directivos, no les pertenece;
La solución a estos problemas pasa por activar los fondos de un museo: asignarles una función útil y no meramente decorativa.
Para alcanzar este objetivo hay que estudiar un plan en el que concurran público, obras y espacios disponibles, poner en juego esos elementos y dotarlos de la máxima capacidad comunicativa.
Para concluir este punto convendremos que lo ideal es que exista un equilibrio entre continente y contenido, que no entren en dialéctica arquitectura y contenido del museo. En el aspecto arquitectónico hemos asistido en la historia reciente a dos enfoques distintos: en uno la obra arquitectónica ha actuado como “protagonista” indiscutible –especie de reclamo para los visitantes, tal es el caso del Museo Guggenheim-Bilbao diseñado por el estadounidense Frank O. Gehry, donde el proyecto arquitectónico antecede y hasta somete al programa museológico[3]; y en el otro como el marco aséptico y neutro que no interfiera la exhibición de los objetos. Esta última línea, que parte de la idea del museo de crecimiento ilimitado de Le Corbusier para el Museo de Artistas Vivos de París (1931), que luego desarrolla Mies Van de Rohe en su maqueta del museo para una pequeña población (1942), configura un gran espacio inexpresivo, estructurado interiormente según el sistema de la estética neoplasticista, que dio origen al museo vacío sin arquitectura, cuya flexible articulación implicaba una solución no arquitectónica[4]. Esta postura de Mies, que trataba de ocultar la arquitectura del museo, trajo como reacción un deseo de afirmar de nuevo el concepto de la arquitectura, como es el caso de Frank Lloyd Wrigth en el The Solomon R. Guggenheim Museum de New York (proyectado entre 1943-1946), voluntad, como hemos visto, que todavía preside los proyectos emanados de esta institución.
3. TIPOLOGÍAS MUSEÍSTICAS
La museología, preocupada por el rigor científico de su quehacer, ha procurado establecer orden en la maraña de los museos aportando criterios clasificatorios, aunque sin pretender fijar un sistema definitivo, ya que una clasificación universalmente aceptada y válida para todos los casos, situaciones y concepciones museológicas difícilmente puede existir.
La mayor parte de las agrupaciones realizadas se ha fijado en el contenido, es decir la disciplina a la que se refieren las colecciones que conservan, para establecer una clasificación de los museos, y son escasas las que hacen referencia a su propiedad y dependencia administrativa.
- Estado de la cuestión:
En el extranjero, han dedicado estudios importantes sobre la tipología y clasificación de los museos Germain Bazin[5] , L. Salerno[6] , Luc Benoist[7], Jean-Yves Veillard[8], P. Bucarelli[9], Jean Rose y Charles Penel[10], Georges Henri Rivière[11] y Umberto Eco[12], entre otros.
En España sobresalen los estudios de María Luisa Herrera[13] , Rosa Subirana[14], Gratiniano Nieto[15], Alomar, Hoyos y Roselló[16] , Consuelo Sanz Pastor[17] , Juan Antonio Gaya Nuño[18] , Miguel Beltrán Lloris[19], Luis Alonso Fernández[20] y Aurora León[21], a los que hay que sumar la clasificación propuesta por el MECD y la que establece el Sistema Español de Museos. Finalmente ofreceremos la que aporta con su autoridad científica el Consejo Internacional de Museos.
Vamos a ver en detalle algunas de las clasificaciones más significativas. - Según Juan Antonio Gaya Nuño (1970):
- Antropológicos y Etnológicos
- Arqueológicos y de Artes Decorativas
- de Arte Antiguo
- de Arte Moderno y Contemporáneo
- de varia especialización
- Según Miguel Beltrán Lloris (1971):
- Por su extensión:
- Generales
- Especializados
- Por su contenido:
- Históricos
- Bellas Artes
- Arqueológicos
- Etnológicos
- Técnicos
- de Historia Natural
- Varios
- Por su administración:
- Estatales
- Provinciales (Ayuntamientos y Diputaciones)
- Privados
- Eclesiásticos
- Varios
- Por su extensión:
- Según María Luisa Herrera (1971):
- Históricos y Científicos
- Artísticos y particulares
- Generales y monográficos
- Según Rosa Subirana y Gratiniano Nieto (1972-1973):
- Por su dependencia administrativa
- Por el ámbito territorial de su especialización
- Por su contenido
- Por el público al que van dirigidos
- Por el personal técnico que los atiende
- Según Aurora León (1976):
- Clasificación sistemática y crítica:
- Según la disciplina:
- Arte
- Historia
- Etnología
- Ciencia
- Técnica
- Según la densidad objetual:
- Generales
- Específico
- Mixtos
- Según la propiedad (financiación):
- Públicos (estatales, municipales, eclesiásticos)
- Privados
- Según la disciplina:
- Clasificación sistemática y crítica:
- Según Luis Alonso Fernández (1988):
Trata de sintetizar las clasificaciones anteriores, inclusive la del ICOM.- Museos de Arte:
- Arqueológico
- Bellas Artes
- Arte Contemporáneo
- Artes Decorativas
- Museos Generales, Especializados, Monográficos y Mixtos:
- Ciudades-Museo
- Museos al aire libre
- Museos Jardines
- Reservas y Parques Naturales
- Ecomuseos
- Museos de Historia: Museos Militares y Navales.
Advierte que esta clasificación es muy compleja y variada, para lo que remite a Germain Bazin[22] , que incluye en esta categoría hasta diez tipos distintos de museos (de historia general, biográficos, de folklore, al aire libre, de numismática, tipográficos, de la navegación, militares, de medios de transporte y otros especiales). - Museos de Etnología, Antropología y de Artes Populares
- Museos de Ciencias Naturales
- Museos Científicos y de Técnica Industrial
- Museos de Arte:
- Según la Estadística de Museos y Colecciones Museográficas del MECD (2002):
La clasificación se ha realizado atendiendo de forma especial a la naturaleza de los fondos museográficos:- Bellas Artes: contiene obras de arte realizadas desde la Antigüedad al siglo XIX (arquitectura, escultura, pintura, grabado, arte sacro…)
- Artes decorativas: contiene obras artísticas de carácter ornamental. También se denominan artes aplicadas o industriales.
- Arte contemporáneo: contiene obras de arte realizadas en su mayor parte a partir del siglo XX. Se incluyen fotografía, cine…
- Casa-Museo: museo ubicado en la casa natal o residencia de un personaje.
- Arqueológico: contiene objetos, portadores de valores históricos y/o artísticos, procedentes de excavaciones, prospecciones y hallazgos arqueológicos. Se incluyen las especialidades de numismática, glíptica, epigrafía y otras.
- De Sitio: creados al musealizar determinados bienes históricos (yacimientos arqueológicos, monumentos, ejemplos in situ del pasado industrial…) en el lugar para el que fueron concebidos originariamente (Se incluyen los Centros de Interpretación Arqueológicos siempre que tengan una colección con fondos originales y se excluyen los Centros de Interpretación de la Naturaleza).
- Histórico: se incluyen en esta categoría los museos/colecciones que ilustran acontecimientos o periodos históricos, personalidades, los museos militares…
- Ciencias naturales e Historia natural: contiene objetos relacionados con la biología, botánica, geología, zoología, antropología física, paleontología, mineralogía, ecología…
- Ciencia y Tecnología: contiene objetos representativos de la evolución de la historia de la ciencia y de la técnica, y además se ocupa de la difusión de sus principios generales. Se excluyen los planetarios y los centros científicos, salvo aquellos que dispongan de un museo o colección museográfica.
- Etnografía y Antropología: se dedica a culturas o elementos culturales preindustriales contemporáneos o pertenecientes a un pasado reciente. Entran en esta categoría los museos de folklore, artes, tradiciones y costumbres populares.
- Especializado: profundiza en una parcela del Patrimonio Cultural no cubierta en otra categoría.
- General: museo/colección que puede identificarse por más de una de las categorías anteriores.
- Otros museos/Colecciones museográficas: no pueden incluirse en las categorías anteriores
- Según el Sistema Español de Museos[23]:
El Real Decreto que desarrolla la Ley de Patrimonio Histórico Español, al establecer el Sistema Español de Museos, distingue museos públicos, privados y colecciones:- Los públicos son:
- Museos de titularidad estatal:
- Museos de titularidad estatal y competencia exclusiva del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:
- Dependen de la Secretaría de Estado de Cultura:
- 1 museo del Instituto de Artes Escénicas y de la Música
- 2 museos, el Prado con el Casón y el Centro de Arte Reina Sofía, son organismos autónomos.
- Dependen de la Secretaría del Estado de Educación dos museos.
- Museos de titularidad estatal y gestión transferida a las Comunidades Autónomas. Son 72.
- Museos de titularidad estatal gestionados por otros ministerios
- 31 museos del Ministerio de Defensa
- 1 del Ministerio de Economía
- 1 del Ministerio de Ciencia y Tecnología
- 1 del Ministerio de Medio Ambiente
- 3 del Ministerio del Interior
- 2 del Ministerio de Fomento
- Museos estatales gestionados por las Reales Academias: 4 (2 por la de San Fernando, 1 por la de la Lengua y 1 por la de la Historia).
- Museos estatales gestionados por el Patrimonio Nacional, que son 13 conjuntos monumentales que contienen 22 museos.
- Museos adheridos al Sistema Español de Museos mediante convenio: 44.
- Museos de las Comunidades Autónomas
- Museos municipales.
- Dependen de la Secretaría de Estado de Cultura:
- Museos de titularidad estatal y competencia exclusiva del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:
- Museos de titularidad estatal:
- Entre los privados se pueden distinguir:
- Los museos de personas físicas, creados por ellas y que normalmente no subsisten si no son amparados, recogidos o administrados por instituciones perdurables, públicas como los municipios o privadas como personas jurídicas.
- Museos de asociaciones sin ánimo de lucro, generalmente de carácter local.
- Museos de fundaciones, como el Museo Dalí y originalmente el Museo Sorolla, Lázaro Galdiano o Cerralbo, algunos de los cuales se convierten con el tiempo en fundaciones públicas.
- Museos de sociedades, como el de Telefónica.
- Museos dependientes de Cajas de Ahorro.
- Los públicos son:
- Según el ICOM[24]:
El Consejo Internacional de Museos los clasifica en virtud de la naturaleza de las colecciones:- De Arte: Bellas Artes, Artes Aplicadas, Arqueología
- Museos de pintura
- Museos de escultura
- Museos de grabado
- Museos de artes gráficas
- Museos de arqueología
- Museos de artes decorativas y aplicadas
- Museos de arte religioso
- Museos de música
- Museos de arte dramático, teatro y danza
- De Historia Natural
- Museos de geología y mineralogía
- Museos de botánica y jardines botánicos
- Museos de zoología, jardines de zoología y acuarios
- Museos de antropología física
- De Etnografía y Folklore
- HistóricosMuseos biográficos (de grupo)
- Museos de objetos y recuerdos de época
- Museos conmemorativos
- Museos biográficos (de un personaje) o casas-museo
- Museos histórico-arqueológicos
- Museos de la guerra y el ejército o museos militares
- Museos de la marina
- De las Ciencias y de las Técnicas
- Museos de física
- Museos de los mares u oceanográficos
- Museos de medicina y cirugía
- Museos de técnicas industriales
- Museos de manufacturas y productos manufacturables
- De Ciencias Sociales y Servicios Sociales
- Museos de pedagogía, enseñanza y educación
- Museos de justicia y policía
- De Comercio y de las Comunicaciones
- Museos de la moneda
- Museos de los transportes
- Museos de correos
- De Agricultura y de Productos del Suelo.
- De Arte: Bellas Artes, Artes Aplicadas, Arqueología
Hay, también otras posibles clasificaciones, que dan idea del diferente alcance de la figura “museo”:
- La corriente “nueva museología” que, a partir de la década 1970, trajo la idea del museo como un centro vivo, generó clasificaciones como las de G.H. Rivière museo del tiempo, museo del espacio (ecomuseo) –que trataremos en el próximo capítulo- y Umberto Eco, quien, frente al museo tradicional-antológico-expositivo propone varias alternativas: el museo didáctico, que centra toda su atención en una sola obra, pero acompañada de toda la documentación existente para favorecer su comprensión; el museo móvil, que intenta dinamizar la presentación tradicional mediante su renovación con exposiciones temáticas; el museo experimental de ficción científica, donde se exhiben las técnicas expositivas (espacio, luz, color), creándose diversos ambientes[25]; y el museo lúdico e interactivo, donde el público participa activamente y se le ofrece la oportunidad de manipular diversas máquinas y aparatos técnicos y científicos.
- Desde el punto de vista territorial: se pueden distinguir el museo nacional, general y provincial, del museo comarcal, municipal y local (éste último por lo general en poblaciones inferiores a 15.000 habitantes)[26]. Y aún Amelia Baldeón distingue, dentro de los locales, otros “espacios museísticos”, como: las aulas arqueológicas, históricas etc., centros que no tienen una colección propia (frente a los museos que sí la tienen), no están sometidas a las exigencias de la conservación y restauración, cuentan historias, se pueden tocar las piezas (en realidad copias), son muy accesibles, constituyen “cultura rápida” a disfrutar por toda la familia, existe apoyo audiovisual e interactivo y tienen un efecto revitalizador sobre la zona donde se ubican[27]; los centros de interpretación, que en vez de tratar sobre un hecho histórico o un personaje, tratan sobre un tema, por ejemplo el vino[28]; los parques culturales, ideados por el Ministerio de Cultura al objeto de contextualizar el yacimiento arqueológico en el paisaje de su entorno para una mejor interpretación y disfrute (“Las Médulas”, León)[29]; los parques arqueológicos sin arqueología, que Francisca Hernández incluye entre los “lugares alternativos o arqueositios”, donde mediante reconstrucciones se intentan explicar aspectos técnicos, funcionales, económicos o históricos de un depósito arqueológico, cuando éste está amenazado de serio deterioro y que van acompañados a menudo de animaciones a través de demostraciones (el ejemplo más claro es la réplica de la Cueva de Altamira)[30].
- Contemplando su especialización temática y pertenencia administrativa a la Iglesia Católica surge otra figura: el museo de arte religioso, de los que hay cerca de 500 en España, entre catedralicios, diocesanos, colecciones museográficas y exposiciones permanentes. Ángel Sancho lo define como “aquel cuyo fondo está constituido fundamentalmente por objetos de arte religioso en general… que están o estuvieron destinados directa o indirectamente al culto divino y a la devoción del pueblo, o tratan simplemente de temas religiosos”[31]. Objetos que además de su importancia artística tienen una dimensión religiosa.
- Desde el punto de vista fiscal se pueden distinguir: museos pertenecientes y administrados por entes públicos no sujetos a imposición fiscal; museos pertenecientes a personas físicas o jurídicas cuyo móvil es el beneficio económico, sujetos al régimen fiscal de empresas; y museos pertenecientes a asociaciones o fundaciones sin ánimo de lucro, sujetos al régimen fiscal correspondientes[32].
- Desde el punto de vista material, se pueden diferenciar los museos presenciales o institucionales (visitables físicamente con objetos reales) de los virtuales o cibermuseos (inmateriales y existentes en la memoria del ordenador, grabado en un CD-ROM o en la página web de una red electrónica de información, que responden a un concepto de museo ideal o imaginario).
- A efectos estadísticos, por ejemplo, el cuestionario del MECD, dirigido a establecer una Estadística de Museos y Colecciones museográficas de España, diferencia museo de colección museográfica; museo matriz de museo filial, de sección y de anexo[33].
La clasificación de los museos no es algo caprichoso, porque en torno a la realidad tipológica se vertebra la propia naturaleza, función y efectividad de los museos.
Estas categorías funcionan como una herramienta para trabajar con ellos, pero, a juicio de Ballart y Juan, no pueden entenderse como axiomas, cuando en nuestros días tienden a abrirse al mundo, “atentos al desarrollo de las ciencias humanas y sociales, a puntos de vista renovadores del papel del hombre en la sociedad y a una exigencia de mayor interdisciplinariedad, buscando la integración de saberes y experiencias mediante nuevas formas de comunicación”[34].
4. BIBLIOGRAFÍA
Básica
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IDEM. Museología. Introducción a la teoría y práctica del museo. Madrid, Istmo, 1993. 1a. parte. Cap. V (tipologías) y cap. VII (pp. 313-318, continente y contenido del museo).
GIRAUDY, Danièle-BOUILHET, Henri. Le musée et la vie. Paris, La Documentation Française, 1977. 96 pp.
LEÓN, Aurora. El museo: teoría, praxis y utopía. Madrid, Cátedra, 1990. Cap. II.
El continente: naturaleza, renovaciones etc.
A.V. Monografías de arquitectura y vivienda. Nuestros museos. Madrid, 1990. Núm. 26. (MN: H/I-E-33). Contiene una breve historia de los museos españoles hasta los años 90 el artículo de Josep María Montaner: “El protagonismo del contenedor. Espacio para el arte y la cultura”, pp. 18-24; rehabilitaciones de viejos museos y nuevos proyectos de museos.
ALLEGRET, Laurence. Musées. Milán-Paris, Editions du Moniteur, 1989.
[…] Guía per a la concepció arqitectónica dels museus. Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1985.LACOUTURE, Jean. Les musées en chantier. Paris, Réunion des Musées Nationaux, 1991.
LEVIN, Michael D. The modern museum. Jerusalem/Tel Aviv, Dvir Publishing House, 1983.
MINISTÈRE DE LA CULTURE (Direction des Musées de France). Faire un musée. Comment conduire une opération muséographique?. Paris, La Documentation Française, 1986.
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MONTANER, Josep María. “El protagonismo del contenedor. Espacios para el arte y la cultura”. En A-V, 1990, núm. 26, pp. 18 ss.
IDEM. Nuevos museos. Espacios para el arte y la cultura. Barcelona, Gustavo Gili, 1990. 192 pp.
IDEM. Museos para el nuevo siglo. Barcelona, Gustavo Gili, 1995. 192 pp. Ed. bilingüe español-inglés.
MONTANER, J.M.-OLIVERAS, J. Los museos de la última generación. Barcelona, Gustavo Gili, 1986.
RICO, Juan Carlos. Museos, arquitectura, arte. Los espacios expositivos. Madrid, Sílex, 1994. 428 pp.
VARIOS. Muséographie. Architecture et aménagement des musées d’art. Societé des Nations (Office International des Musées) (1934), 2 vols.
IDEM. El arquitecto y el museo. Junta de Andalucía-Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental, 1991. 405 pp.
El contenido: las colecciones
VARIOS. L’organisation des musées. Conseils pratiques. Paris, UNESCO, 1959. 202 pp. Col. «Musés et monuments», num. IX.
Tipologías museísticas
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PEÑA HUERTAS, María José De la (dira.) Temario para conservadores de museo. Madrid, Estudio de Técnicas Documentales, 2003. Vol. 1. Museología y legislación. [Museos de titularidad eclesiástica, particularidades de su organización y funcionamiento, pp. 253-260; Museos militares, particularidades de su organización y funcionamiento, pp. 261-267]
PEVSNER, N. Historia de la tipologías arquitectónicas. Barcelona, Gustavo Gili, 1976.
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SANZ PASTOR, Consuelo. Museos y colecciones de España. Madrid, Ministerio de Cultura, 1980.
SUBIRANA, Rosa María. “Museología”, ENCICLOPEDIA UNIVERSAL EUROPEO-AMERICANA, Suplemento 1971-1972. Madrid, Espasa-Calpe, 1972.
Notas (Puedes hacer clic en los números de las notas [X] para desplazarte entre la nota y su llamada)
[1] El museo, cultura para todos, pp. 82-90
[2] Remodelaciones interesantes en España: Museo de Arte Abstracto de Cuenca (en las Casas Colgadas), Museo Picasso de Barcelona (en el Palacio Aguilar). Y fuera de ella: Museo de Orsay, de Gae Aulenti, y Proyecto Gran Louvre, de I. M. Pei, en París.
[3] En este caso el concepto que se tiene del contenedor es el de un reclamo con función publicitaria, partiendo del planteamiento de que el edificio es tan importante como objeto de visita como las obras en él contenidas, y se trata de justificar con la opinión de que los museos aumentan los ingresos económicos, el prestigio y el turismo de la ciudad donde se ubican. Sobre la historia y evolución de este museo véase VIDARTE, J.I. “Guggenheim-Bilbao. Balance de ocho años”, Aena-Arte, nº 18, Verano 2005, págs. 42-49.
[4] Van der Rohe aplicaría su teoría en la Neue Nationalgalerie de Berlín (1962-1968).
[5] Cours de Muséologie, École du Louvre, París. S.a.
[6] SALERNO Y OTROS. Musei e collezioni, ENCICLOPEDIA UNIVERSALE DELL’ARTE, Florencia, t. IX, 1963.
[7] Musées et muséologie, Paris, P.U.F., 1971. Cap. VII.
[8] “Problèmes du Musée d’histoire”, Museum, 1973, vol. XXV, nº 4.
[9] Futuribili, Roma, núm. 42-43, en-febr. 1972.
[10] “Rol du musée de science et technique industrielle”, Museum, 1973, vol. XXV, núms. 1-2.
[11] “Musée des Beaux-Arts ou Musée d’Etnographie?”, Cahiers, Paris. Cit. por L. ALONSO FERNÁNDEZ. Museos y museología…, p. 192.
[12] “Ideas para un museo”, Letra Internacional, Madrid, núm. 15/16, 1989, pp. 65-66.
[13] El museo en la educación. Madrid-Barcelona, Index, 1971.
[14] SUBIRANA, Rosa María. “Museología”, ENCICLOPEDIA UNIVERSAL EUROPEO-AMERICANA, Suplemento 1971-1972. Madrid, Espasa-Calpe, 1972.
[15] NIETO GALLO, Gratiniano. Panorama de los museos españoles y cuestiones museológicas. Madrid, ANABAD, 1973. Pp. 23-27. Reune bastante bibliografía hasta ese año.
[16] Museos locales de artes y costumbres populares. Madrid. Dirección General de Bellas Artes. Cit. por ALONSO FERNÁNDEZ, p. 193.
[17] Museos y colecciones de España. Madrid, Dirección General de Bellas Artes, 1972.
[18] La España de los museos, San Sebastián, Ministerio de Información y Turismo, 1970.
[19] “Teoría del museo”. Caesaraugusta, Zaragoza, 1971-1972, núms. 35-36.
[20] Museos y museología, dinamizadores de la cultura de nuestro tiempo, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1988, 1 parte, vol. I, Cap. V.
[21] El museo: teoría, praxis y utopía, Madrid, Cátedra, 1986.
[22] Curso de Museología, p. 1.
[23] [23] Datos referidos al año 2000. Véanse Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos., Madrid, Secretaría General Técnica del MECD, 2000; y ÁLVAREZ, ÁLVAREZ, José Luis. “Los museos en la Ley de Patrimonio y en el Estado de las Autonomías”, en TUSELL GÓMEZ, Javier (coord.). Los museos y la conservación del patrimonio. Madrid, Fundación BBVA, 2001, pp. 54-55. El Sistema Español de Museos se regula en el Título II del Real Decreto 620/1987, de 10 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos. Se constituye con el objetivo de fomentar la cooperación entre los Museos e Institutos que lo integran, para la documentación, investigación, conservación y restauración de los fondos, así como para las actividades de difusión cultural y del perfeccionamiento de su personal. Está integrado por el Instituto de Patrimonio Histórico Español y la Subdirección General de Museos Estatales y por los siguientes museos: a) los Museos de titularidad estatal adscritos al MECD; b) los Museos Nacionales no incluidos en el apartado anterior; c) los Museos que tengan especial relevancia por la importancia de sus colecciones y que se incorporen mediante convenio con el MECD oída la correspondiente Comunidad Autónoma.
[24] ICOM. Programme 1975-77. Paris, Maison de l’Unesco, pp. 6-7.
[25] Un ejemplo lo tenemos en el Electric Circus de New York, que funciona como discoteca, sala de baile y exposición de arte contemporáneo. También se incluyen dentro de este tipo las exposiciones universales.
[26] Véanse GARCÍA RETES, Elisa. Museos comarcales y locales de Álava. “Actas del X Congreso de Estudios Vascos (Archivos, Bibliotecas y Museos)”. Iruñea, Sociedad de Estudios Vascos, 1987.. P.p. 485-486; y ZUBIAUR CARREÑO, Francisco Javier. “El papel de los museos locales en el desarrollo de la cultura”, Conferencia pronunciada en las I Jornadas Culturales del Museo Histórico-Arqueológico Najerillense sobre Museo y Sociedad”, 23 de octubre de 2001, Nájera. En ella expreso mi opinión de que también existe el museo comunitario, es decir, aquél que se convierte en una reflexión del hombre y de su actividad, de su ambiente natural, cultural y social. Tipo de museo que se justificaría en la misma definición de museo defendida por el ICOM, el cual –dice- recogería testimonios materiales del hombre y de su entorno. La bibliografía sobre museos locales en España es escasa. Además de los textos citados véanse FERNÁNDEZ, Jorge Juan. “Museos locales en Castilla y León. Situación y problemática”, Museo, núm. 6-7, Madrid, APME, 2002, pp.25-40; y ZUBIAUR CARREÑO, Francisco Javier. “Los museos locales navarros y su incidencia en el desarrollo social”, Príncipe de Viana, núm. 225, enero-abril, Pamplona, 2002, pp. 101-109.
[27] Para Fernández y Val están destinadas a potenciar la idea de la necesaria conservación del patrimonio, así como a favorecer la participación de particulares y entidades en la gestión del mismo. Véase FERNÁNDEZ, Jorge Juan.-VAL, Jesús Del. “Museos de sitio en Castilla y León. Las aulas arqueológicas”, Museo, núm. 4, Madrid, APME, 1999, p. 75.
[28] “Espacios que buscan explicar la significación de un lugar a las personas que lo visitan, con el objetivo de transmitir un mensaje de conservación”, en la opinión de Francisca Hernández, que cita a D. Aldridge (“How the ship of interpreetation was blown off course in the tempest: some philosophical thougts”, en UZZELL, D. L. (dir.) Heritage Interpretation, I. The Natural and built Environnement, London-New York, Belhaven Press, 1989, pp. 64-87). Para Hernández “la interpretación debe ser entendida como un proceso de comunicación entre el patrimonio y el público con un mensaje muy claro: transmitir el significado y el valor del patrimonio natural y cultural”. Véase HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, Francisca. El patrimonio cultural: la memoria recuperada. Gijón, Trea, 2002, p. 410.
[29] Pueden estar dotados de servicios: carreteras, establecimientos de acogida de sus visitantes, un lugar para vender publicaciones, tarjetas y objetos didácticos. Francisca Hernández los llama “parques arqueológicos”. Véase HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, F. El patrimonio cultural… (cit.), pp. 423-425.
[30] BALDEÓN ÍÑIGO, Amelia. “Espacios museísticos entre milenios: los museos locales en la nueva museología”. Conferencia pronunciada en las I Jornadas Culturales del Museo Histórico-Arqueológico Najerillense sobre Museo y Sociedad”, 23 de octubre de 2001, Nájera; y HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, F. El patrimonio cultural… (cit.), pp. 425-431.
[31] SANCHO CRESPO, Ángel. “El patrimonio cultural de la Iglesia”, en RIBOT GARCÍA, Luis A. (coord.). El Patrimonio Histórico-Artístico Español, cit., p. 173; IGUACÉN BORAU, Damián. Diccionario del patrimonio cultural de la Iglesia. Madrid, Ediciones Encuentro, 1991. Voz “Museos de la Iglesia”, pp. 605-614; CORRAL, Carlos-ALDANONDO, Isabel. Código del Patrimonio Cultural de la Iglesia. Madrid, EDICE, 2000.
[32] ÁLVAREZ, ÁLVAREZ, José Luis. “Los museos en la Ley de Patrimonio…, cit., pp. 54-55. Sobre la incidencia del Sistema Tributario sobre la conservación y acrecentamiento del patrimonio Histórico véase JIMÉNEZ DÍAZ, Andrés. “Mecenazgo y fiscalidad”, en RIBOT GARCÍA, Luis A. (coord.). El Patrimonio Histórico-Artístico Español. Madrid, Sociedad Estatal Nuevo Milenio, 2002, pp. 127-139.
[33] La “colección museográfica” no reuniría todos los requisitos necesarios para desarrollar las funciones propias de los museos (adquirir, conservar, investigar….), aunque sus bienes estarían expuestos al público con horario predeterminado y con criterio museológico, y dispondría de una relación básica de fondos y de medidas de conservación y custodia. El “museo matriz” sería el centro desde el que se dirige, atiende y coordina otro u otros filiales (estos con personalidad propia), secciones o anexos (estos últimos parte integrante del museo matriz o filial pero en edificio aparte). Véase MECD. Cuestionario Estadística de Museos y Colecciones Museográficas 2002. Madrid, 2003, p. 2.
[34] BALLART HERNÁNDEZ, Josep-JUAN I TRESSERRAS, Jordi. Gestión del patrimonio cultural. Barcelona, Ariel, 2001, p. 67.